Terror Universal
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Seccion: Entrevistas (Lecturas: 18)
Fecha de publicación: Diciembre de 2010

Terror en la TV argentina: Entrevista a Darío Billani

Se suele considerar al Terror como género menor dentro de la cinematografía argentina debido a que nunca hubo una seguidilla de películas lo suficientemente sólida y un interés del público mantenido en el tiempo como para servir de sustento a la noción de género. Esta percepción cambia al incluir la nómina de programas y ciclos televisivos terroríficos, que sí evidencian épocas en que el Terror era un género de consumo más para los espectadores, sean de cine o TV.

Darío Lavia



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Este artículo se publicó originalmente en el Libro de Oro de Cinefania 2009-2010.

I – DE LOS PRECEDENTES DEL TERROR EN LA TV ARGENTINA DE LA DÉCADA DEL '50; DEL POR QUÉ SE HACE TERROR, SI POR NECESIDAD DEL PÚBLICO, POR CAPRICHO ARTÍSTICO O UNA HÁBIL VERTIENTE AVIZORADA POR ALGÚN PRODUCTOR

En primer lugar, es necesario comenzar con una aclaración importante: los pioneros de nuestra televisión fueron un puñado de valientes que se animaron a dar los primeros pasos en un medio en el cual nadie creía (incluido el propio Gobierno Nacional). De 1951 a 1960 podemos decir que es una etapa de búsqueda, de ensayo y de experimentación. Por esa razón, los primeros programas que pueden verse (en absoluto “vivo y en directo”) son espacios radiales que fueron adaptados a la pequeña pantalla.

esta noche Obras maestras del Terror, La Nacion (31-08-1959)Esta noche Obras maestras del Terror, La Nación (31-08-1959)También comienzan a adaptarse algunos clásicos de la literatura universal y es ahí donde encontramos la primera muestra de terror en nuestra televisión: El Fantasma de la Ópera, realizada en 1952. Fue una adaptación del productor Miguel de Calazans (hombre fundamental en los primeros diez años de TV argentina), con dirección de Alfredo Laferriere y las actuaciones de Luis Alberto Negro y Raissa Bignardi. Hemos de asumir que el género fantástico, tan amplio como alucinante, es un género “con gancho”. Las experiencias en cine hasta ese momento habían tenido una aceptación más que considerable por parte del público, por tal razón entiendo que incluir el género en los primeros pasos de la programación criolla tiene que ver con una idea acertada de algunos productores que, como Calazans, le darían forma y estilo a la incipiente televisión nacional.

II – DE CUÁNDO SE PUEDE COMENZAR A HABLAR DE UNA IDENTIDAD TELEVISIVA PROPIA Y SEPARADA DE LA RADIO; DE OTROS PROGRAMAS RELACIONADOS CON EL TERROR; DE QUÉ FUENTES LITERARIAS SE ERIGIERON COMO MODELOS A SEGUIR PARA ATRAER EL GUSTO DEL PÚBLICO

La identidad propia la adquiere ya a mediados de los ’50, afianzándose en 1960 con la aparición de los dos canales privados: el 9, bajo la batuta de Kurt Lowe, productor publicitario muy conocido en el mundo del cine y el 13 con toda la experiencia del cubano Goar Mestre. Así y todo, hasta avanzados los años ’60 seguían adaptándose viejos éxitos de la radio. El terror, como te contesté más arriba, aparece en 1952 y también lo hace el suspenso con un ciclo que se llamó El Caso de los Cuatro Sospechosos  bajo libro de Josephine Bernard con Alma Vélez y Enrique Fava. Al año siguiente se producen las primeras adaptaciones de Poe en la TV argentina a cargo de Ignacio Covarrubias, dirección de Oscar Orzábal Quintana y un reparto encabezado por Raúl Rossi, Américo Sanjurjo y Emma Bernal, entre otros en un espacio que se tituló: Los Grandes Maestros del Misterio. Salvo la presencia de Rossi, se percibe que los primeros actores que se “animaron” al nuevo género no eran primeras figuras. Los únicos con relativa popularidad que supieron asumir el nuevo medio como algo de proyección importante fueron Raúl Rossi, Ana María Campoy y José Cibrián. Es justo destacar otro ciclo con producción y dirección de Orzábal Quintana: Misterios en la Historia del Mundo, con libretos de Miguel de Calasanz y elencos rotativos. La investigación de estos ciclos resulta muy dificultosa, ya que no hay registros de continuidad en algunos ciclos y otros títulos sólo registran un par de emisiones.

III – DE COMO SE PASÓ DE CICLOS TELEVISIVOS AISLADOS A VERDADEROS FENÓMENOS POPULARES CONSAGRADOS COMO GÉNERO GRACIAS AL IMPULSO DE LOS IBÁÑEZ (MENTA Y SERRADOR)

Narciso vuelve con Obras Maestras - tapa de Canal TV (Mayo 1962)
Narciso vuelve con Obras Maestras - tapa de Canal TV (Mayo 1962)

Indudablemente debemos marcar como verdadero “mojón” al enorme esfuerzo de producción que significó en 1959 Obras Maestras del Terror (también conocido como Las Grandes Novelas de Terror). Con ese ciclo se constituye la presencia fundamental de Narciso Ibáñez Menta como único cultor del género, junto a su hijo Chicho y Martha Reguera tras las cámaras. Al año siguiente, el boom nace junto con canal 9: El Fantasma de la Ópera, dentro del mencionado ciclo. Esta miniserie inaugura, además, el video tape (verdadera proeza técnica para la época) e instala definitivamente el terror en la pantalla chica argentina.

IV – DE OTROS CICLOS O ARTISTAS QUE SE ATREVIERAN A INCURSIONAR EN EL TERROR DURANTE LOS AÑOS '60

El Muñeco Maldito, Radiolandia, (20-04-1962)El Muñeco Maldito, Radiolandia (20-04-1962)Tras el puntapié inicial de los Ibáñez hubo propuestas interesantes, tal el caso de Más Allá del Miedo cuyos libros tenían a Nathán Pinzón como responsable de adaptación y a Martín Clutet tras la producción y dirección integral. También Javier Portales aborda la temática como responsable de la puesta en escena de un ciclo olvidado: El Límite y el Miedo, bajo libro de Sebastián Carlés y dirección de cámaras de Roberto Herráiz. No debemos dejar de lado el impulso breve, pero importante, de un par de ciclos dedicados a la ciencia-ficción: Z.P. 15 al Espacio, de Alfredo Lima, con el insólito protagónico de Mercedes Carreras, acompañada por Alberto Argibay y Darío Vittori; y el fundamental Mañana Puede ser Verdad donde Chicho Serrador (Luis Peñafiel) adapta por primera vez las obras de Ray Bradbury para la pequeña pantalla. Este programa registra dos temporadas exitosas (1962/63). El programa, además, registra como protagonistas a Narciso y Chicho, trabajando juntos ante cámaras. Es la época de otro hito de la dupla Ibáñez Menta-Reguera, esta vez por canal 7 y con adaptaciones de Jacobo Langsner: El Muñeco Maldito, original de Gastón Leroux, que alcanzó una excelente repercusión, pero si igualar el éxito de El Fantasma de la Ópera. El suspenso también estuvo presente en el formato de unitarios a través de Teatro de Suspenso y en el ciclo con continuidad Crimen perfecto, adaptación de la novela de Frederik Knott a cargo de Graciela Tesaire, con un elenco importante encabezado por Ernesto Bianco y Beto Gianola. Luego de un espacio sin producciones, el género llegaría a su más alta cota en 1969...

Sería justo y prudente mencionar un ciclo olvidado, producido en 1966 por el entonces recién inaugurado Canal 2 de La Plata: Grand Guignol, con protagónico exclusivo de Lautaro Murúa (además responsable de la puesta en escena), la reaparición en TV de Egle Martín (otrora diva indiscutida de los ’50) y la participación de Hugo Guerrero Marthineitz. Fue un programa donde se pusieron en juego los talentos más importantes del nuevo canal pero que desgraciadamente, a pesar de ser auspiciado por ESSO, no cumplió con las expectativas en cuanto al número previsto de televidentes. Las críticas de la época le auguraban un buen futuro a pesar de señalar algunas falencias en la dirección de actores y puesta de cámaras.

V- DE CÓMO PARA "EL HOMBRE QUE VOLVIÓ DE LA MUERTE", EN VEZ DE ABREVAR DE FUENTES LITERARIAS, SE FABRICÓ UNA FICCIÓN EN BASE A HECHOS RECIENTES QUE HABÍAN ACAPARADO ATENCIÓN PÚBLICA; DE SI HUBO UN CORRELATO CON LA SITUACIÓN POLÍTICA ARGENTINA DE ESA ÉPOCA; DE CUÁL FUE LA MAGNITUD DEL ÉXITO DE ESTE PROGRAMA Y QUÉ OTROS PROGRAMAS TRATARON DE EMULARLO

Supongo que el hecho de ubicar las acciones de este programa en un país imaginario tiene que ver, indudablemente, con el tiempo político de entonces: 1969 es el año del “Cordobazo”, hecho que indica el principio del fin del gobierno del general Onganía. La censura estaba implícita como algo “normal” entonces. Un par de años antes, Alberto Migré debió ubicar la cárcel para sus Mujeres en Presidio en una ciudad inglesa imaginaria. En El Hombre…, además de la geografía imaginada, los nombres de los personajes tienen una mezcla entre ingleses y alemanes; es decir: todo lo malo pasa en Europa o lugares remotos. Como hemos señalado en la entrevista referida a El hombre…[1],  el tremendo suceso del ciclo está directamente relacionado a la interesante vuelta de tuerca sobre un tópico ultra repetido, una historia de amor secundaria dentro de la historia que está bien insertada y el paralelo científico que se traza con la “época de los trasplantes” que se estaba viviendo entonces.

Narciso asegura que El monstruo no ha muerto - TV Guia (Mayo 1970)
Narciso asegura que El monstruo no ha muerto - TV Guia (Mayo 1970)

Paralelamente, Canal 11 lanza El Teatro de Myriam de Urquijo de excelente realización (Jorge Falcón en los libros y Francisco Guerrero en la dirección integral) y con una actriz brillante y temperamental al frente de tres historias originales que se movieron entre el terror y la ciencia ficción (en una de ellas de aborda con verosimilitud el tema de la criogenia, que por entonces apenas se insinuaba). El programa tuvo sus seguidores pero, evidentemente, el “boom” fue El Hombre que Volvió de la Muerte un ciclo que ya es uno de los mayores mitos de la televisión argentina.

VI – DE COMO OTROS CANALES LANZAN SUS PROPIOS PROGRAMAS DE TERROR O BIEN, LOS PRIMEROS ESPACIOS DEDICADOS A PROYECTAR LARGOMETRAJES EXTRANJEROS DE TERROR

Luis Brandoni y Miguel Ligero en esta noche miedo - Canal TV (15-04-1970)
Luis Brandoni y Miguel Ligero en Esta noche miedo - Canal TV (15-04-1970)

Además del mencionado Ciclo Myriam de Urquijo, debemos mencionar Historias para no Creer, con protagónico absoluto de Beatriz Día Quiroga acompañada por elenco rotativo, con libros de Armando Baielli y Carlos Latorre y la dirección de Rubén Marucci. También en 1970 y por el mismo Teleonce, Alberto Migré, bajo el seudónimo de Jorge Sayé, escribe algunas historias originales y adapta otras para el ciclo Esta Noche... Miedo, unitarios con Thelma Biral, Luis Brandoni, Rosa Rosen y elenco migreriano. Indudablemente respecto a la emisión de cine de terror, las plamas se las lleva Teleonce. Primero, en Sábados de Súper-Acción y luego en un ciclo que podemos apuntar como antecedente inmediato de Viaje a lo Inesperado, me refiero a Cine Fantástico.

VII – DE CÓMO COINCIDIÓ EL PREANUNCIADO FINAL DE LA LLAMADA “REVOLUCION ARGENTINA” CON LA DISCONTINUIDAD DEL TERROR; DE CUÁLES FUERON LOS ÚLTIMOS PROGRAMAS DE ESTE BREVE FLORECIMIENTO DEL GÉNERO

Particularmente creo que los canales no realizaron los esfuerzos suficientes para sostener el género. También es importante destacar que los recursos de producción para este tipo de programas son más complejos, exigen elementos y talentos que la ficción “normal” no utiliza; como así también mucha realización en exteriores. Los últimos intentos fueron bastante dignos. En 1973, Romay lanza El Barón de Brankovan (El Exterminador), con libro de Gerardo Galván, un elenco multiestelar (Aldo Barbero, María Vaner, María Aurelia Bisutti, Dora Baret, Rosa Rosen, etc.) y la dirección de María Herminia Avellaneda; a pesar de todo el ciclo no funcionó como el canal esperaba.

Dr Jekyll hace de las suyas- TV Guia 423 (01-09-71) gentileza JC Moyano
Dr Jekyll hace de las suyas - TV Guía #423 (01-09-71) (Gentileza J.C. Moyano)

En 1974 encontramos el último gran intento: Chicho Serrador presenta a Narciso Ibáñez Menta donde, por intermedio de Teleonce, padre e hijo recrean para la pantalla argentina un puñado de las Historias para no Dormir que Chicho realizara a mediados de los ‘60 en TVE. Lo poco que se ha conservado del ciclo demuestra un verdadero esfuerzo de producción, con calidad, profesionalismo. Pienso que algunos episodios estuvieron más logrados que los realizados en España. Se rodeó a Narciso de verdaderas primeras figuras, como Olga Zubarry, Esteban Serrador, Víctor Laplace, Luis Tasca y Leonor Manso entre otros. Si hablamos de una “despedida” del género, a través de este programa el final de esa etapa fue dignísima.

VIII – DE CÓMO SOBREVIVIÓ EL TERROR EN EL DURO SEGUNDO LUSTRO DE LOS AÑOS '70; DE LA SIGNIFICACIÓN DE “VIAJE A LO INESPERADO”

En esta version, Dracula mata a Harker en el castillo - La Nacion (15-12-1979)
En esta version, Drácula mata a Harker en el castillo - La Nación (15-12-1979)

Podemos decir que sobrevivió gracias a las películas emitidas en variados ciclos, sobre todo en Canal 11. Salvo alguna adaptación -más cercana a lo fantástico que al terror- en Alta Comedia o Escenario Universal, la producción argentina tuvo un parate significativo habida cuenta que el segundo lustro de los ’70 trae - desde el cine - aires renovados para el terror gracias a títulos como El Exorcista, Carrie y La Profecía. En 1979, Canal 13 contrata a Narciso Ibáñez Menta para un ambicioso proyecto: Mañana Puedo Morir, de triste recordación. Narciso me ha dicho en una entrevista que le realicé en 1997, que aquello fue “un despropósito desde los libros... a pesar que seleccioné hasta nueve autores para escribir esos unitarios. Lamentablemente no funcionó”. Apoyado por un buen elenco y la dirección de Alberto Rinaldi, el ciclo pasó con más pena que gloria. En el final de la temporada ’79, la realización de Hay que Matar a Drácula de alguna manera reivindica el fracaso del ciclo anterior. Por cuestiones contractuales, Narciso estuvo ligado durante toda la temporada 1980 al Canal 13 y así ingresa a la memoria colectiva de las nuevas generaciones que lo esperaban cada sábado a las 22, para verlo presentar los filmes de terror en Viaje a lo Inesperado. Ese ciclo significó una verdadera revalorización del género en la pantalla chica: primero, al ser presentado por Narciso Ibáñez Menta, lo cual le otorgaba un aval impresionante y segundo, estar ubicado en un horario central para nada desdeñable en aquellos tiempos.

Nathan Pinzon se las trae - TV Guia (11-7-1981)
Nathán Pinzón se las trae - TV Guía (11-7-1981)

Durante la temporada 1981, el encargado de presentar cada película fue el actor Nathán Pinzón quien también se convierte a partir de ese trabajo, en una suerte de “marca” para el ciclo. Por esas cosas de la televisión argentina, el ciclo se suspende en 1985, pero en Canal 12 de Córdoba se emite hasta 1996...

IX – DE CÓMO UN CANAL CUYA PROGRAMACION ERA REGULADA POR ELEMENTOS DEL CLERO FUE AL MISMO TIEMPO PROPULSOR DEL TERROR CON EL FAMOSO 'SÁBADOS DE SUPER ACCIÓN' Y 'CINE FANTÁSTICO'; DE OTROS CICLOS DE PRESENTACIONES DE PELÍCULAS DE TERROR

Lo que a la Iglesia siempre le ha provocado escozor son los contenidos que aludieran directa o indirectamente a lo erótico. Lo demás, está permitido. Recordemos el levantamiento de La Marca del Deseo en Telefé.

Cuando el éxito de Viaje a lo Inesperado se hizo notable (llegó a estar entre los 20 programas más vistos en 1980/81), ATC lanzó un ciclo similar en el mismo horario: Antología del Terror, sin presentador pero con películas similares. En los primeros tres meses se acercó bastante a Viaje… para luego decaer y desaparecer finalmente de la oferta programática del canal decano. Más acá en el tiempo se intentaron algunas cosas por el estilo, con presentaciones a cargo de muñecos (Cine Z, con los cuervos por I-Sat), Axel Kutchevasky (en Canal 9) y Alberto Laiseca (en Vade Retro, por Retro).

X – DE LOS CICLOS MÁS DESTACADOS DE TERROR O BIEN QUE TUVIERAN ELEMENTOS DE TERROR EN LOS AÑOS ’80; DE CÓMO EVOLUCIONÓ EL GÉNERO DESDE EL REGRESO DE LA DEMOCRACIA EN 1983 HASTA LOS ALBORES DEL LOS DIVERSIFICADOS AÑOS '90

Debemos señalar dos ciclos importantes que se produjeron el mismo año: Momento de Incertidumbre, lanzado casi sin promoción previa por Canal 13 en el verano de 1985. Un programa de Rodolfo Ledo, con protagónico absoluto de Rodolfo Ranni, que contaba historias sobrenaturales muy bien realizadas. Un interesante elenco rotativo integrado, entre otras figuras, por Elena Tasisto, Nora Massi, Lydia Lamaison, Golde Flami, Cristina Murta y Ricardo Lavié. Con una acertada dirección de cámaras de Eduardo Valentini, el ciclo culminó en mayo con niveles de audiencia in crescendo. Como ocurre siempre, no se esperó a que el programa madurase. Fue un desacierto, además, lanzarlo en el verano y en un horario desfavorable.

La segunda propuesta, El Pulpo Negro, marca el retorno de Narciso Ibáñez Menta a la televisión argentina (un par de años antes ATC había emitido los tapes de las nuevas Historias para no dormir, producidas para TVE en 1982). El ciclo, del cual ya hemos hablado [2], revalorizó el género desde su máximo creador y aunque se descuidaron detalles importantes inherentes a la producción y el guión, fue un producto digno. No hubo intenciones del canal de rodar una segunda miniserie y tuvimos que conformarnos con ver a Narciso desde un escritorio presentando episodios de Teatro de Misterio Fox, en un programa que recordó vagamente aquellas noches de Viaje a lo Inesperado, esta vez los jueves bajo el título de Buenas Noches, con Miedo.

XI – DE CÓMO EN EL SEGUNDO LUSTRO DE LA DÉCADA DEL 90 SURGIÓ EL ÚLTIMO BOOM DEL TERROR; DE LA APARICIÓN DE FICCIONES DE TERROR QUE COMPITEN ENTRE SI; DE COMO COMIENZAN A DESTACARSE LOS AUTORES MÁS ALLÁ DE LOS ACTORES Y TEMAS; DE CÓMO SE GESTÓ ESTE REPENTINO INTERÉS POR EL TERROR, Y CUÁL FUE SU EVOLUCIÓN, CÉNIT Y DECADENCIA

Lito Cruz en El Garante, Canal 9
Lito Cruz tras El Garante, Canal 9

Deberíamos apuntar como renovador el excelente producto presentado por Alejandro Borensztein, en 1997 y casualmente por la misma pantalla de Canal 9 que emitiera los éxitos de Ibáñez Menta: El Garante, de excelente factura y actuaciones inolvidables. Al año siguiente, los talentosos hijos de Tato Bores presentan La Condena de Gabriel Doyle, que a mi criterio significó la mejor vuelta de tuerca sobre el tema del “hombre invisible”. Lamentablemente, como ocurre siempre, al ciclo no se lo esperó y lo levantaron abruptamente. La decadencia es lo que frena la evolución; prueba de ello es el fracaso de Diego Kaplan al  recrear, a través de una adaptación mediocre, la obra de Bram Stoker Drácula. Un argumento endeble, producción precaria y dirección más que rutinaria que no pudieron salvar figuras de prestigio como Lorenzo Quinteros y Ulises Dumont. Ese mismo año Pol-ka produce para Canal 13 Por el Nombre de Dios, una miniserie que obtuvo buena crítica e interesantes niveles de audiencia a pesar de estar ubicada en un horario inusual (lunes a las 23). Una historia que arranca en el siglo XIV y que se proyecta hasta nuestros días, con el protagónico de Alfredo Alcón y Adrián Suar, con elementos impactantes desde lo visual (buena dirección de Jorge Nisco). El argumento que mezcla elementos de la inquisición, profecías y muchos crímenes, decae en el interés de la audiencia a la mitad de sus 13 capítulos.

Alcon invocando Por Nombre de Dios, Canal 13
Alcón invocando Por Nombre de Dios, Canal 13

Sangre fría (2004) no agrega elementos renovadores al género, un producto más al servicio de los adolescentes seguidores del gore y las habituales tramas de teenagers asesinados. Un elenco conformado por jóvenes promesas de la época como Mariano Martínez, Dolores Fonzi, Nahuel Pérez Biscayart y Alejo Ortiz quienes estuvieron casi a la deriva en esa desacertada adaptación de la película Batalla Real.

Párrafo aparte merece Historias de Terror (2004), un intento conjunto entre el INCAA y Canal 7 para abordar el género con seriedad y profesionalismo. Doce directores convocados para desarrollar este ciclo de unitarios que abordó las más variadas temáticas dentro del género, incluyendo una versión bastante acertada y original de Drácula, realizada por Alexis Puig, un director apasionado y gran defensor del terror en la pantalla chica.

Acerca de la malograda remake de El Hombre que Volvió de la Muerte (2007), poco hay para decir lamentablemente en cuanto a calidad. El público, a pesar de los esfuerzos de Canal 13 por “inflar” el rating, le dio la espalda en el segundo capítulo. Quizá los canales, guionistas y productores debieran reflexionar que trabajar el género de terror en televisión es difícil e implica una responsabilidad mayor que la producción de otros formatos de ficción.

XII – DE LOS MÉTODOS DEL TERROR PARA LA TV ARGENTINA DEL 2010; DE SI ATRAE MÁS INTERÉS DEL PÚBLICO LA HISTORIA SERIALIZADA  O BIEN EL FORMATO UNITARIO; DE QUÉ IDEAS O FORMATOS EXTRANJEROS QUE SE HAN REVELADO EXITOSOS FUERA PODRÍAN ADAPTARSE A NUESTRA TV

Si hablamos de métodos, creo que las viejas fórmulas siguen siendo infalibles y dependen, eso sí, de las adaptaciones. Particularmente creo que la fuerza del género radica en la historia. Tiene que ser, esencialmente, una historia bien contada. A ese elemento fundamental hemos de añadirle un elenco profesional y un director absolutamente comprometido con el producto que ha de emitirse. Una manera de “testear” a la audiencia podría ser la producción de algunos “especiales” como punto de partida para la realización de una miniserie. Los programas por el estilo que actualmente se emiten, han tomado como línea argumental los fenómenos parapsicológicos lo cual indica que están ofreciéndose productos más cercanos a las paraciencias o ciencia-ficción que al terror. Convengamos que el género ofrece una amplia gama de matices, podemos generar terror desde una situación cotidiana sin tener que apelar a monstruos, zombis o vampiros; prueba de ello fueron las excelentes Películas para no Dormir un producto que se erige como el mejor espejo en donde reflejarse.

 

Notas

1- El Hombre que volvió de la Muerte: Entrevista a Darío Billani sobre el paradigmático ciclo fantástico protagonizado por Narciso Ibáñez Menta. Publicada en Terror Universal, septiembre 2007

2- El Pulpo Negro: Entrevista a Darío Billani sobre el último ciclo exitoso de Ibáñez Menta en la televisión argentina.