Seccion: Artículos (Lecturas: 1030)
Fecha de publicación: Octubre de 2017

1973: Terror en la Argentina

"Terror a las diez" y "Noche de suspenso", dos oasis del género para los aficionados argentinos durante una estación "primaveral" que duraría menos de lo habitual...

Darío Lavia

Anque usted no lo crea, hubo una época en que las películas de terror clásicas de Drácula, Frankenstein y demás cucos institucionalizados por Universal, no eran íconos de culto ni sus figuras elementos de adoración por parte de los amantes del cine. En 1957 una agresiva campaña publicitaria de Screen Gems, brazo catódico de Columbia, lanzó un famoso paquete de 52 películas de terror de Universal conocido como Shock Theatre, el cual recomendó emitir con un presentador caracterizado frente a una escenografía a tono. La constante repetición de estas películas, viernes a viernes, en infinidad de canales, promovió a que Forrest J Ackerman tuviera la inquietud de fundar una revista para comentarlas, Famous Monsters of Filmland a cuyo número único, agotado y reimpreso, siguieron cientos más, figuritas, figuras y lo que hoy conocemos como la pleitesía por los monstruos clásicos del cine.

Hemos visto como el ciclo de Canal 11 Cine fantástico fue responsable de dar a conocer estas películas entre la grey argentina, cumpliendo una notable y épica temporada allá en 1970. Mucho menos recordado (o nada, cabría adjetivar), otro ciclo que proponía un género cinematográfico en su título, Terror a las diez pareció un intento de Canal 13 de atraer público de culto en un día y horario que por aquella época era dominado por espectaculares (Premier 70 por el 11) o programas en vivo (Viernes de Pacheco por el 9).

Para ello recurrió a un paquete de viejos filmes de terror y suspenso de la Universal, pero no los clásicos impostergables que Canal 11 había dado a conocer a nuevas generaciones por Cine fantástico sino el resto, las rarezas, los olvidados. Lógicamente, entrecortada por la maldición del fútbol veraniego y la inminencia de las elecciones, la propuesta no se mantuvo y, al poco tiempo, el horario de Lon Chaney Jr. fue ocupado por Pobre diabla, el nuevo teleteatro de Alberto Migré.

A los pocos días que salió del aire Terror a las diez, Canal 9 pareció haber tomado nota ya que con un paquete de peliculitas antiguas y lanzó otro ciclo genérico, Noche de suspenso, los viernes y los sábados a las 23:30 hs, que logró mantenerse durante el resto del año. De esta manera, recurriendo a los thrillers británicos de Merton Park (que a esta altura yiraba de un canal a otro) y a un lote de westerns cincuenteros de John Payne, armó una curiosa selección con la que tiró hasta diciembre en que regresó un viejo fantasma que aún sigue vigente: la crisis energética.

A partir de enero 1974 las transmisiones de los canales se suspendieron entre las 20 y las 23 horas "con motivo de adherirse al esfuerzo del pueblo y gobierno argentinos para evitar mayores dificultades en el suministro de energía eléctrica". Y huelgan las palabras ya que, aunque los lectores del resto del mundo no puedan creerlo, el suministro energético del país no depende del estado sino de empresa privadas y ningún gobierno en estas décadas ha logrado resolver el curioso enigma de porque el país no puede satisfacer sus propios insumos energéticos y debe importarlos, el problema sigue resurgiendo intermitentemente aún en pleno siglo XXI...

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