Terror Universal
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Seccion: Géneros (Lecturas: 116575)
Fecha de publicación: Febrero de 2008

¡Heil morbo! El sadiconazista o naziexploitation

Repasamos uno de los géneros de cine italiano más difundidos de los años '70 que se caracterizaba por carecer de limitaciones de todo tipo, salvo presupuestarias.

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Lucio Lagioia



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KZ9: LAGER DI STERMINIO

(KZ9: Campo de Exterminio, Bruno Mattei, 1977, AKA: Women's Camp 119-SS Extermination Camp-SS Campo de Sexo y Violencia-SS Extermination Love Camp. Producción: Italia.

Contra todo pronóstico, Bruno Mattei buscó tomarse el film en serio. Bueno, todo lo serio que podía tomarse las cosas el bueno de Bruno, dentro de los parámetros explotativos de sexo y truculencia del género.

Aun así... KZ9: Lager di Sterminio es, en mi opinión, el mejor film del ciclo sadiconazista y uno de los mejores de Mattei. Y, para muchos, su mejor film.

"Según la mentalidad de la censura, si uno hacía un film burlesco como Casa Privada para las SS, que era una burla erótica, estaba todo bien. Pero si se buscaba hacer cualquier cosa en serio, mostrando los experimentos reales de las SS... El film fue ferozmente capturado. Nos masacraron". Las afirmaciones de Mattei demuestran la posible causa por la cual muchos sadiconazistas no se tomaba las cosas muy en serio o se volcaban al habitual show erótico-sadomasoquista, desdeñando dramas mas intensos.

Y Bruno se lo tomó en serio: no robó escenas de otros films, se preocupó por incluir una logradísima y original banda sonora, dirigió con seriedad y cuidado a sus actores, se preocupó por contar con un guión un poco mas elaborado y sin diálogos ridículos (como en muchos de sus films), contó con mas presupuesto, logró momentos intensamente dramáticos y acertadamente deprimentes, se interesó por ciertos detalles (los números tatuados en las prisioneras, cosa que ningún flim del género muestra) y contó con logrados FX. Quizás por eso, en rara excepción, firmó con su propio nombre. Quizás se enorgulleció de lo que hizo.

La historia es la siguiente: En el campo de experimentación y exterminio Rosenhausen, una medica patóloga (Lorraine de Selle) es obligada a colaborar en los horripilantes experimentos que allí se realizan. En la misma situación se halla el doctor Meisel (Nello Rivie). Ambos, buscarán huir del lugar.

En KZ9: Lager di Sterminio ¡al fin! no tenemos ningún prostíbulo estilo Salón Kitty. Sin embargo, no crean que faltan sexo y desnudos. Todo lo contrario. Los desnudos son profusos y el sexo y las violaciones también. Sin embargo, se dan en un contexto cruel y siniestro, en un clima equivalente a films tales como Hombres Detrás del Sol.

En el film del Mattei no hay ni un minuto de respiro. El espectador asiste a un continuado de truculencias y sadismo excelentemente orquestado y mucho más hiriente y shoqueante que en otros films del género. Aquí, Mattei se preocupó por dirigir de modo mucho mas acertado a sus actores, buscando evitar el histrionismo grotesco u cuasi ridículo de su film anterior. Aun así, esto no es total y continuo: en muchos momentos el film termina cayendo en situaciones delirantes e imposibles. Pero estas situaciones son casi opacadas por la efectiva brutalidad y crueldad de la mayor parte de las escenas y por el clima macabro del film. Clima al que colabora de manera decisiva la excelente banda sonora de Alessandro Alessandroni, quizás la mejor banda sonora de todo el género.

Las escenas truculentas son tremendas y muchas de ellas memorables:

-Casi al principio del film, podemos ver varias camillas con miembros humanos cortados y ensangrentados (brazos, piernas y cabezas).

-Vemos en primer plano el resultado de un trasplante de ovarios. La mujer se encuentra desnuda y con las piernas abiertas y vemos su vagina destrozada.

-En un recorrido por una habitación vemos los horrendos sufrimientos de aquellas mujeres que han sufrido experimentos: cuerpos con grotescas cicatrices, quemaduras y una mujer con una pierna desgarrada y los huesos asomando por la herida abierta. Horrendo y logrado.

-En otra espantosa escena, el cruel comandante Wieker (el siempre acertado Ivano Staccioli) experimenta con una chica desnuda una novedosa arma secuestrada a un partisano polaco. El arma es una pistola con balas envenenadas con un veneno llamado aconitina (terrible y real sustancia, mas toxica que el curare). Wieker le dispara a la chica en la pierna y la pobre agonizará dos horas, desangrándose y muriendo bañada en vómitos de sangre.

-Especialmente macabros son los experimentos con gas sobre las prisioneras. En el peor (el mejor, según nuestros parámetros) de ellos, gasean a un grupo de mujeres desesperadas que agonizan largo rato y mueren formando una gran montaña humana... cubiertas de sus propios excrementos. Nunca se vio algo así.

Entre las escenas mas "light" del film, tenemos brutales golpizas con palos, bestiales latigazos a mujeres desnudas e indefensas, humillaciones varias (la clásica lamida de botas), lesbianismo forzado y crueles violaciones. Dense una idea del tono del film.

Lastima que Mattei no pudo evitar caer en varios desquicios sexuales que rebajan un poco el nivel del film. Situaciones que tiene un gran encanto perverso y bizarro, pero que le quitan dramatismo al film:

-En busca de "curar" el homosexualismo, obligan a dos ridículos homosexuales a copular con tres lascivas prisioneras. El experimento no tendrá éxito

-El personaje del demente Kurt (Giovanni Attanasio), un retrasado mental grotesco con irrefrenables ansias sexuales que manosea a las prisioneras y viola a la pobre Lorraine de Selle. Kurt es utilizado por el SS interpretado por Gabriele Carrara (en un papel mas serio y menos grotesco que el que interpreto en Casa Privata per le SS) el cual lo utiliza como divertimento para torturar sádicamente a las prisioneras.

-En el mayor desquicio del film, buscan revivir a un soldado alemán muerto por congelamiento... ¡mediante el sexo!. Para mayor delirio, mientras una bella prisionera intenta copular con el, ¡el muerto revive y se suma a la fiesta!. De ser verdad, Alemania hubiese ganado la guerra...

Finalmente, algunos presos huyen junto a los doctores pero son cazados brutalmente y De Selle será violada por el loco Kurt. En quizás la mejor escena del film, los medicos son conducidos vivos hasta el campo y ahorcados en frente de todas las prisioneras que observan todo de rodillas. Como muestra de rebeldía, las presas cantan la canción "Israel" con lagrimas en los ojos. Primero con ráfagas de metralla y luego con un balazo en la nuca, serán ejecutadas. A su vez, varios soldados y las Kapo de rango inferior son ejecutados por Wieker, la jefa de las Kapo (Ria De Simone), el loco Kurt y por el SS interpretado por Carrara. A su vez, los dos últimos son asesinados por Wieker y la Jefas de las Kapo y finalmente quedará solo Wieker, satisfecho de no dejar a nadie vivo que conozca su responsabilidad en el campo. Sin dudas, el mejor climax del género. Escena excelentemente interpretada.

Pero a Wieker de nada le servirá tamaña masacre ya que, en el mejor final de un sadiconazista, mientras descansaba en un pueblito italiano morirá gracias a una bomba accionada por una mujer suicida. Finalmente, el film nos muestra varias placas con rostros de varios nazis (Walter Rauff, Karl Silberbaur, Franz Murer y Joseph Menguele) con notas que destacan sus acciones durante la guerra y lo bien que lo pasan en la actualidad (1977, año de la película).

Con un muy buen tratamiento de cámara, entre muy buenas y excelentes interpretaciones (Ivano Stacioli era actor de teatro) y con diálogos mas logrados de los habituales (hasta tenemos citas del Mein Kampf) Mattei logra el mejor film sadiconazista. Lastima las escenas de sexo grotesco y algún experimento demasiado delirante.

LE LUNGHE NOTTI DELL GESTAPO

(La Larga Noche de la Gestapo, 1977, Fabio De Agostini, AKA: The Red Nights of the Gestapo).

Al ignoto director Fabio de Agostini (apenas dirigió 3 films) le toco dirigir un sadiconazista. El resultado fue un film pretencioso, correcto, con muy buenas interpretaciones y bien filmado, pero demasiado correcto para los cánones del género. Le falta pimienta, por así decirlo.

En 1941, Rudolph Hess vuela hacia Inglaterra para realizar un tratado de paz por su cuenta, lo cual es tomado como una traición (hecho rigurosamente real). Entonces, la Gestapo le ordena a su mano derecha, el coronel Werner Von Uhland (Ezio Miani) que realice una fiesta que reúna a todos los altos mandos militares y a los poderosos civiles que conspiran contra Hitler. Para animarla, Uhland recluta a diversas bellezas germánicas (entre ellas, a sadomasoquistas y ninfómanas) para animar sexualmente la reunión, especialmente elegidas de acuerdo a los gustos de los conspiradores. Tras una orgía de sexo y muerte, la Gestapo los exterminará a todos.

De Agostini pretendió hacer un drama con cierta "denuncia" política, con personajes convincentes y un guión que no caiga en el grotesco delirante y siniestro de la mayoría de los films del género. Las bellas chicas tienen verdaderos rasgos germánicos y son totalmente creíbles en su papel, como también lo son los jerarcas nazis, los civiles conspiradores y los miembros de la Gestapo. Incluso, destaca el personaje de una pequeña niña (Katya Riccioli) reclutada para satisfacer el deseo de uno de los conspiradores. El director no llega a recrear escenas sexuales con ella, pero si nos presenta una escena en la que Uhland "juguetea" con la niña y una fusta, azuzándola ligeramente. Destaca además "La Noche de la Razón Genera Monstruos", divertida y tétrica canción interpretada por la cantante Giovanna.

A pesar de las buenas intenciones, el film destaca bien poco. Hay demasiado parlamento y resulta demasiado reiterativo en la continua y enésima referencia a Salón Kitty. El esquemático tema ya estaba demasiado gastado, francamente.

Obviamente que el sexo no falta y campa a sus anchas: lesbianismo, sadomasoquismo, masturbaciones varias, tormentos con una pistola en la vagina de una miembro de la Gestapo (cuando Uhland se entera que lo esta espiando), orgías, fetichismo nazi (como en El Portero de Noche), un hombre bebiendo leche del seno de una bella mujer... Pero todo resulta muy, pero muy reiterativo y ya aburre. Además, el film presenta poca violencia explicita en comparación con sus compañeros de género. Tenemos una sesión de ahorcamiento sadomasoquista que se pasa de rosca, algunas ejecuciones, la masacre final vía ametrallamiento masivo y muy poco más. Insuficiente para un film que, a pesar de sus pretensiones, en el fondo es un claro explotation.

Basada en una novela de Bertha Uhland, La Larga Noche de la Gestapo es un film pasable pero poco destacable. Los hubo mejores, más divertidos y brutales.

LA BESTIA EN CALORE

(La Bestia Caliente, 1977, Luigi Batzella, AKA: Horrifiying Experiments of the SS Last Days-The Beast in Heat-SS Hell Camp. Producción: Italia.(10-06)

Último film del genero sadiconazista y seguramente el mayor engendro grotesco y desvergonzado del ciclo. Una total salvajada, en el más amplio sentido de la palabra.

En su segundo film del género, Luigi Batzella (con su habitual seudónimo de Ivan Katansky) decidió mezclar drama, acción, gore explicito y truculento, sexo guarro y... ¡comedia!. Todo ello, explotando la figura de Ilsa, la exuberante loba de las Schultz Staffen. El resultado de tamaño potaje fue un engendro de proporciones astronómicas pero muy superior a su anterior película del genero. Entiéndase superior en el sentido de diversión guarra y delirante.

La historia es la siguiente: Ellen Kratsch, una sexy y sádica doctora nazi a lo Ilsa (Macha Magall), crea a una bestia humana hipersexuada (Salvatore Baccaro, otra vez) mediante la inyección de afrodisíacos. La bestia viola brutalmente y asesina a las bellas muchachas que le arrojan a su jaula. Mientras tanto, la resistencia (¿francesa? ¿italiana?) combate al ejército alemán, al mando de un oficial (Gino Turini). El titulo del film usualmente suele confundir: la "bestia en calor" no es Baccaro, sino la propia doctora. En una escena, un partisano le dice "¡tu eres una bestia en calor!".


Los soldados alemanes someten al populacho

La clara figura del film es el grotesco Salvatore Baccaro, habitual intérprete de neanderthals o freaks varios dentro del cine italiano. Según se cuenta, Baccaro vendía flores en los alrededores de Cinecittá, hasta que un avispado productor lo divisó e introdujo en la floreciente cinematografía italiano. Baccaro, ya fallecido, sufría de acromegalia, una enfermedad que aparece solo en adultos, y que se debe a una secreción excesiva de la hormona de crecimiento. Así, las extremidades crecen desproporcionadamente, sufriéndose dolores articulares y alteraciones de las proporciones faciales. Esto era lo que aquejaba al pobre Baccaro y lo que fue explotado por la cinematografía italiana. A Baccaro, casi no había que maquillarlo. Caso parecido al de Nelson De la Rosa, pero a la inversa.

En La Bestia en Calor, Baccaro interpretaría su film más característico y memorable. Completamente desnudo, gruñendo y poniendo caras de ogro/gorila demente, viola anal y vaginalmente a varias y sufridas muchachas en escenas al borde del porno. Todo es observado por la doctora y sus dos esbirras nazis mientras se relamen, excitadas. En el momento más horripilante del film, Baccaro le arranca pedazos de la vagina a una chica... ¡y se los come!. Todo en grosero primerísimo primer plano, tanto de la vagina desgarrada como de la cara de Baccaro mordisqueando. Increíble pero real, amigos.

Pero eso no es todo. También tenemos varias sesiones de tortura entre las que destacan un par de electrodos conectados a la sangrante vagina de una prisionera, arrancada de uñas a otra de ellas y una pobre muchacha a la que le ponen dos ratas (mas bien, parecen cobayos) sobre su desnudo estomago, dentro de un balde de metal sobre el cual se le aplica calor. Imaginen como quedara la pancita de la muchacha... No faltan latigazos, castraciones (fuera de plano) y la famosa tortura conocida como el submarino.


Salvatore Baccaro... la "bestia en calor"!

Obviamente, los nazis son malísimos y bastante torpes y los partisanos, abnegados guerreros de la libertad. Los alemanes matan a diestro y siniestro tanto a hombre, mujeres, jóvenes y ancianos. Incluso llegan a arrebatarle un bebe a una mujer. Luego lo arrojan hacia el cielo... ¡y lo ametrallan!.

Ahora bien, el bajísimo presupuesto, la desvergüenza pobretona de varias escenas, mas algunos pasos de comedia desubicados (un oficial que había estado teniendo sexo hace el saludo nazi y se le caen los pantalones) hacen que lo que tendría que haber sido hiriente y triste se vuelva demasiado grotesco y cuasi cómico. Por ejemplo, el bebe ametrallado es un tosco juguete. Las explosiones del film son pobrísimas y de los cuerpos baleados no sale una sola gota de sangre. Lo peor es la escena del bombardeo ocasionado por aviones de juguete... No nos olvidemos de los soldados alemanes morochos, gordos, bajos y con cara de pizzero napolitano (¡no hay ni un rubio en el film!) y los clásicos insertos de otras películas de guerra con fotografía muy diferente al film presente. Escenas bien filmadas que contrastan con las graciosas y delirantes escenas de acción de La Bestia en Calor. Escenas con piruetas ridículas y sin sentido, con soldados alemanes lentos y torpes y con partisanos que eligen el lugar en donde caen muertos.

Si a esto le sumamos una ominosa banda sonora de sintetizador, actuaciones exageradas, frases almibaradas y diálogos políticamente incorrectos y contradictorios por quienes lo dicen (un sacerdote afirma "¿Qué tiene que ver la iglesia con Dios?") acabamos teniendo una italianada tan mala que encanta.

Como sucede en muchos sadiconazistas, el espectador se encontrará diciendo a cada momento "esto no puede ser posible". Y si, fue posible, en la única, excepcional y apasionante cinematografía italiana.


La Bestia en Calor o el fin del sadiconazista italiano

Con La Bestia en Calor, se acabó el esquemático y brevísimo ciclo sadiconazista. A falta de variantes, se podría quizás afirmar que el género ya no daba para mas, aunque existen y existieron muchísimos otros generos hiperexplotados y que tampoco parecían dar para mas y sin embargo se siguieron y siguen realizando (psycho-killers de adolescentes, mondos de autopsias y truculencias varias, snuffs fingidos, etc). Una respuesta posible podría ser que, en aquel entonces, fue reemplazado por otros géneros tanto o mas truculentos como el de caníbales en la selva. O podría ser que el tema del nazismo era (y es) tabú y problemático para realizadores y productores (sobre todo si no te apellidas Spielberg, no filmas en Hollywood o tu enfoque no es maniqueísta. Piensen en las polémicas que giraron en torno al film La Caida, de Oliver Hirschbiegel). Los fans del género podríamos seguirlas viendo hasta el infinito. Pero el gran público cinematográfico, necesario para que el género siguiera vivo, no. Y en los 70, no se había desarrollado aun el mercado del video.

Consideraciones finales

A modo de conclusión final, sería lícito preguntarnos: ¿a quienes les podría gustar los films sadiconazistas?.


Mujeres nazi en La Bestia in Calore

-¿A los espectadores mainstream, políticamente correctos?. De ninguna manera. Los films les resultarían totalmente intragables. La desmesura, la brutalidad y el sadismo extremo, junto a ciertas situaciones ridiculamente forzadas y a la falta de rigor histórico o "corrección" cinematográfica harían que apagasen el televisor a los 5 minutos. O menos que eso.

-¿A los amantes de las situaciones extremas, de lo macabro, de lo morboso, políticamente incorrecto o incluso de lo bizarro?. Absolutamente si. Cumplen con todos los requisitos.

-¿A los fanáticos del mal denominado "cine de género" italiano?. Totalmente.

-¿A personas de ideología nazi-fascista?. Quizás si, y quizás no. Como ya dijimos, los sadiconazistas no ensalzan al nazismo. Aquí, no estamos frente a material de propaganda nazi. Pero bueno, algunos nazis pueden gozar también con los sadiconazistas, viendo el tratamiento (exagerado) que los SS o soldados del Wehrmacht le dispensan a las "razas inferiores" en aquellos "buenos viejos tiempos". Una especie de sublimación, de disfrutar viendo hacer a otros lo que a ellos les gustaría hacer y no se animan o pueden... ¿Por qué no?.

-¿A los cinéfilos, cinéfagos y curiosos varios, en busca de ver algo nuevo?. Totalmente. Los sadiconazistas son unicos, irrepetibles y para muchísima gente, desconocidos.

En todo caso, veanlos, que no muerden. Quizás, hasta les encuentren cierto gustillo...

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