Terror Universal
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Seccion: Horrorferix (Lecturas: 4136)
Fecha de publicación: Marzo de 2003

Esplendorosa luz de plata

En varias ocasiones esta maravilla de la vida que es la Luna fue el peor castigo para ciertos condenados llamados licántropos.



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Cuantas veces hemos sido iluminados por la tan preciada y querida Luz que en la noche solía acompañarnos con el ser amado. Cuantos sueños en vivo bajo ese manto que el Planeta Lunar, como regalo de compromiso, nos atestigua la calidez de la esperanza. Así miles y miles de parejas amantes conforman un Edén de la Vida sin pagar costo alguno; hasta nos atrevíamos a fijar promesas, con toda decisión. ¡Oh sí! Que hermosura tan natural y prodiga en belleza.

Pero en varias ocasiones esta maravilla de la vida fue el peor castigo; el inigualable Planeta de Luz se convertía así para una determinada cantidad de seres en la mas terrible maldición. Seres que con solo saber que al estar la Luna Llena, el horror de las fauces humanas se impondría sobre toda vida, y su extraño influjo paroxístico se manifestaria con el horror de victimas selectas sobre las que debía aplicar el mandato mortal y perenne. De esta manera, la Luna se convertía en la temible puerta a los infiernos de la agonía y en patético designio para Hombres y Mujeres Lobo, (denominados por la ciencia como enfermos de Licantropía), quienes formarían también, a la postre, un relato espeluznante y encantador para todos aquellos que gozabamos con las Películas de Lobos Humanos.

Tal es así que, desde que las pantallas de cine mostraron al primer Hombre Lobo, el ávido espectador y buscador de emociones adrenalínicas, amaría a estos seres que en la ficción no deseaban matar o destruir si no ¡Morir! ¿Y por qué? ¿Por qué buscaban la muerte con tanta deseperación? ¿Por qué esperar a que en el mismísimo Tibet, una sola vez por año florezca la flor mas hermosa en las noche de Luna Llena, con el afán de arrancarla de la tierra y frotarla sobre sus cuerpos velludos y así detener la lunática herejía de ser un monstruo eterno?

Si a representantes excelentes me refiero, los menciono com el consabido respeto del fotograma macabro: Henry Hull, Lon Chaney (hijo), Matt Willis, Steven Ritch, Oliver Reed, Michael Landon... y varios más. ¿Y ellas? Kitty De Hoyos, y las compañeras de Paul Naschy o Waldemar Daninsky... y ninguno de ellos gozaban con alimentarse de seres humanos. Sino que, por el contrario, querian sucumbir. Y sin embargo fueron, son y serán otro grupo más de los Eternos Malditos Condenados del Cine.

Aun con estas dramaticas alternativas, prometemos conseguir la Flor de Mariphasay o la bala de plata o quizas ramas de Endrino... ¡No se! ¡Algo! Pero denos más tiempo por favor, y sigan con nosotros, denos más de ustedes, si sabemos que estan muertos en vida, pero son relmente queridos y salvajemente deseados. Por favor no nos dejen, no lo hagan, cumpliremos nuestra promesa, sí, lo haremos Sagrados Lobos Humanos del Cine.

Reflexión del Necrodemo

Escuche estas palabras tan sentidas y de corazón, y me dije: "Yo también puedo ayudar" Esperé hasta altas horas de la madrugada y dejé mi lugar en la Sala del Cine Olvidado, me dirigí como pude hasta un lugar que, según alguien, existían milagros. Al llegar allí ví esas torres con punta petrea erigirse al cielo y como que querían alcanzar las estrellas, y me dije "este es el lugar Sagrado." Intenté entrar o cruzar el Gran Portal, pensando "¿Esto es un lugar sacrosanto? Que raro y decepcionante, porque hay un gran cartel que dice «CERRADO POR FAL TA DE FE»" Ahí me di cuenta que yo, El Necrodemo, aunque soy una Cosa, no soy tan distinto al Lobo Humano. La única diferencia es que no busco la muerte sino solo entender mi vida tan pero tan espantosa, y a veces sin Luna ni Sol. Por eso es que puedo llorar sin que nadie lo note. Al Cine Olvidado me vuelvo; ya esta por comenzar otra película de fantasmas. Y esa es mi eterna agonía ¿Pueden entenderme?