Terror Universal
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Seccion: Entrevistas (Lecturas: 786)
Fecha de publicación: Mayo de 2023

Natan Solans, Carlos Belloso: Una entrevista sepulcral

Dos actores especializados en caracterización y amantes del género horrorífico, Natan Solans y Carlos Belloso. en una entrevista exclusiva con preguntas directo al hueso.

Luciana Kato



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No es ningún secreto que desde hace ya varios años, una vez al mes, los cinéfilos de la ciudad de Buenos Aires se congregan en las reuniones de "Sepulcrales" donde, en un clima de templos, secrecía y conspiraciones, intercambian figuritas y conversan de su común pasión por el cine fantástico. En ocasión de uno de estos cónclaves se alinearon los planetas y asistieron el caracterizador Natán Solans y el actor Carlos Belloso, ambos con una marcada veta por el horror. Así es como aprovechamos para llevar a cabo esta entrevista acerca de sus vínculos con el género.

Carlos Belloso como Lon Chaney por Elmo Rocko
Carlos Belloso como Lon Chaney por Elmo Rocko

– ¿Recuerdan a lo largo de sus carreras algún momento en el que alguna dificultad los haya llevado a querer patear el tablero y decir “no, ya está, me largo, me largo”?

Carlos Belloso Varias veces tengo crisis con la profesión, más que nada cuando tocan productores aviesos, que no se fijan en el objeto artístico; cuando te tocan compañeros que son un desastre, no vamos a dar nombres (ríe). Cuando te hacen dudar de que lo que estás haciendo es un hecho colectivo, de entrega. Cuando alguna de las partes no se entrega del todo, te da ganas dededicarte a la carpintería… Porque ese es mi oficio primero: iba a ser o pintor, o carpintero, o actor. Y te da ganas de hacer eso, pero siempre el resultado es lo de uno, y morir con las botas puestas. Todo el resto de lo que no es puntualmente esos problemas, es infinitamente estimulante para seguir, toda la vida. Mi sueño es ese, morirme arriba de un escenario. ¡Y que aplaudan! (risas)

Natán Solans A mí me pasó varias veces una cosa: yo tengo una amiga que es Sandra Villarroel, y ella estaba haciendo un programa para “Los hombres que desfiguran a las mujeres”. Entonces me llamó a última hora. Yo había tomado… no precisamente yogur, y fui con mi equipo de maquillaje, y le hice un maquillaje horrible que se le caía. Nunca me felicitaron tanto. Nunca me felicitaron tanto por un maquillaje, y me pasó muchas veces eso. Eso es lo que te puedo contar de mis fracasos: que uno aprende de ellos. Soy un actor medio postergado, de hecho trabajé en 29 películas haciendo efectos especiales, y trabajé mucho en teatro, pero lo que más me gusta en la vida es actuar. Por eso mi gran admiración cuando veo gente acá como el amigo. Para mí es como conocerlo al gran Garrick, que fue el rey de los actores en el siglo XVIII. Y antes de morirme, que no espero morirme pronto, voy a cumplir el deseo de hacer cine. Porque ahora hay una movidade hacer series argentinas. No hacer más como era en los años 50, 60, todo americano o inglés. Se están haciendo muchas cosas para los actores argentinos. Entonces me gusta, porque yo he hecho escenografías. Estuve diez años haciendo prótesis maxilofaciales para las personas desfiguradas. Una mano puede valer cinco mil dólares. Yo estuve diez años haciéndolo gratis, y me llena de orgullo haber hecho eso. Me siento (no lo digo a veces porque causa gracia. Tengo 75 años, soy del 47), me siento un pibe. Por Dios, que me siento un pibe, con el mismo entusiasmo, con todo.

– ¿Alguna fuente de inspiración que encuentren en el día a día?

Carlos Belloso Miles, miles obviamente. Como referentes de actuación, estábamos hablando, Lon Chaney... También hay que pensar actores argentinos. Yo tengo dos líneas que me gustan: Homero Cárpena, respetable; Narciso Ibáñez Menta… Que son actores que realmente quieren llegar a una caracterización y ser otro, como Lon Chaney, es la escuela Lon Chaney, ¿no? Pero también hay una línea que me gusta mucho, que es la línea de los Pepes. Pepe Arias, Pepe Iglesias “El Zorro”, Pepe Biondi, Pepe Marrone, y toda la línea de los Pepes… Pepe Novoa sería también un Pepe respetable. Y esa línea de los Pepes también me gusta.

Natán Solans y Carlos Belloso por Dario Lavia
Natán Solans y Carlos Belloso en el café, ilustración de Darío Lavia

Natán – Soy una persona bastante compleja, que voy al psiquiatra desde los cuatro años. Hice muchas cosas raras en maquillajes, en escenografía, en todo… Y tengo un sueño loco, probablemente termine preso. De los monstruos del cine, no me gustan los zombies. Hay un maquillador, que no todos lo conocen, que es para mí el más grande que existió, que se llama Rick Baker. Hace unas cosas maravillosas, pero los zombies no son creíbles. Todos llenos de sangre… Entonces, a mí se me ocurrió hacer una película con cadáveres NN como marionetas, porque no hay nada más horrible que ver a un cadáver en el féretro, con todos llorando alrededor, y todo.

Carlos Siguiendo en línea, vos tenés una con unos relatos muy interesantes…

Natán – Muy horribles.

Carlos – Muy interesantes y horribles, de morgues, y en ese sentido, acá tenés a un gran referente para mí. Yo lo sigo, porque me compraba la revista Casos policiales donde él tenía una pequeña columna,eran fascinantes. Y bueno, pude contárselo ¡en persona!

Natán – Mirá quién me lo dice,mirá si no es para... ¡Me va a crecer el pelo!

Carlos – ¡Ojalá me crezca a mí! (Risas)

Natán – Me gusta lo horrible, pero le tengo miedo a la oscuridad por ejemplo. Y ahora de viejo, tengo ciertos temores. He hecho disecciones de cadáveres para poder aprender a hacer prótesis maxilofaciales, y me horrorizaba porque no soy un médico, no tengo la preparación de un médico. Pero siempre busqué lo extremo, el cine snuff, lo peor, lo más horrible… Me gusta cultivar lo horrible, cultivar lo increíble; la autofagia, gente que la encierran en una habitación y se come a sí misma, y un montón de porquerías más que por respeto no te lo voy a contar. Mi sueño es llegar a hacer un género, como es el cine mondo, o como es el cine snuff, hacer un género de lo horripilante. Eso sería lo que me gustaría hacer, y para lo que estoy más apto. No me veo haciendo Romeo y Julieta, aunque hice teatro shakespeareano, hice Macbeth, hice algunas cosas, sé que mi futuro es hacerlo espantoso.

Carlos – Tomando lo que dice Natán Solans, creo que es un género como cualquier otro que hay que respetar, y que también sirve para mezclarlo con otros géneros. Porque… cuando vos estás hablando de eso, digo “qué bueno mezclarlo con Shakespeare, por ejemplo”.

Natán – ¡Que es bastante horrible!

Carlos – Shakespeare mezclado con esas marionetas NN. E ir hacia eso. Realmente, los límites hay que correrlos, porque sino no sabemos qué pasa.Obviamente que hay un público que hay que entrenar, porque no todos ven el horror.

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Natán Solans, ilustración de Julio Romero

Natán – Por ejemplo, yo hice Macbeth y mi finada esposa, Liliana [Fernández Fabiano], hacía una de las escenas más horripilantes: viene un nenito de ocho años, y hay un soldado triunfador, y le clava un cuchillo, y el nene va desangrándose a hablar con la mamá, antes de ser violada. Si eso no es horror, entonces ya no sé.

Carlos – Y es Shakespeare. No es una obra que se le ocurrió a Natán Solans. Pero sí, investigar el horror es muy interesante. Es ir por ese lado oscuro que no todos se atreven, y hay algo que contar ahí, como decía él. Él está… No sé si psicoanalizado, psiquiatrizado desde los cuatro años, y es algo que también uno también necesita sacarlo. Uno necesita sacar el horror. Y ahí también hay una representación y una representación arriba del escenario, o en una película, y hay público, hay público para todo.

Natán – Antes de que me hicieran el trasplante de cerebro, yo pensaba peor que ahora (Risas). Pero, ahora estoy decidido a hacer eso. Estoy en un período de gran calma, en un momento ideal donde miro mucha TV, leo mucho, me siento fenómeno. Y me siento extrañamente, pese a mi edad, con mucho futuro. Nunca me asustó la muerte, estuve al borde de la muerte unas cinco veces, quise suicidarme dos… Por eso tengo bien definidolo que quiero hacer. Y sé que no hay mucha gente en el planeta que lo haga. Y sé que algunos de los que lo hacen, no lo hacen demasiado bien. Y sé que algunos de los que lo hacen, no les gusta. Yo estoy dispuesto a hacer todo eso. Me gustaría mucho. Tengo la experiencia. Es lo único que tengo, ¿eh? Tengo la experiencia y el don de goce que me produce por ejemplo, haber conocido al señor Belloso. Me siento como un pibe, estoy muy contento. Para mí esta es una noche especial. Y me sale la voz más juvenil. Porque lo que no soy es humilde. Para mí es un pecado. Si vos decís “No, yo soy feo, qué voy a hacer reportajes”… Pecado. Hay que quererse. Hay que mirarse al espejo y decir “Pero qué pelada tan linda tengo”, ¿no? Esas cosas. (Risas)

Carlos – Y bueno, para no ser menos que él (risas). Para mí también es un momento especial. Lo íbamos hablando con Darío [Lavia] y yo le decía, “¿Pero cuándo ves la posibilidad de juntarnos con Natán?”. “No, porque ahora justamente está transitando un…”. Y lo llamaba. “Está bien, estamos haciendo esto, esto… pero Natán, ¿cuándo viene? Natán, ¿cuándo lo podemos ver?”. “Y ahora que salimos de la pandemia, puede ser, qué sé yo”. Y la vez pasada que se hizo la Sepulcrales y yo no pude venir, para mí fue terrible, porque yo quería este momento. Este momento es maravilloso, y no es falso, ¿eh? Porque realmente es un referente. Realmente leí sus columnas, su literatura, apreciamos su trabajo, y eso es inequívoco. Es un referente. Yo tengo una gatita negra. A mí me encantan los gatos negros, son lo más para mí. Y yo le digo, “Vos no sabés lo linda, lo buena y lo cariñosa que sos. Porque si supieras eso, serías otra gata”. Y me mira y me maúlla. Lo mismo te digo a vos: vos no sabés lo grande, lo lindo y lo grande que sos.

Natán – Gracias, te agradezco mucho, me hace muy bien.

Carlos – No sabés, porque si supieras… Volarías, volarías.

Natán – Te agradezco porque te repito: humilde no soy. Nunca tuve ese defecto. Pero, muchas gracias, por decirme, nada menos que vos, ¿no?

Carlos – Lo afirmo, entonces.

Natán – Yo lo veo a él como el gran Garrick, que fue el más grande actor que hubo en la antigüedad. Veo muchas actitudes de él, que se parecen a lo poco que hay, literal, sobre Garrick. Son películas mentirosas o escritos sucintos, pero…Yo trabajé con Bianco, ahora lo conozco ¡a él! Trabajé con Narciso, tuve una suerte enorme. Y tengo la capacidad de observar. Pese a que soy verborrágico, sé escuchar también. Y sé tomar de la experiencia ajena. Así que ya me van a ver haciendo alguna cosa.

– Si el Cielo existe, ¿qué les gustaría que les dijera Dios cuando llegaran a sus puertas?

Carlos – Que abra la puerta y me diga “Ya dimos ¿eh?”, y me la cierre.

Natán – Yo me imagino las puertas de oro del Paraíso… Imagino a Dios como lo pintó Miguel Ángel, cuando está tocando el dedo de Adán, que me dice “Túteame de una vez”, y me hace pasar a una realidad que no me pude imaginar desde el punto de vista material. Me imagino que es un sueño el Paraíso, y que es espantoso el Infierno, por eso no sé a cuál lugar me gustaría más ir.