Seccion: Entrevistas (Lecturas: 616)
Fecha de publicación: Octubre de 2020
Más allá de Drácula: Otros vampiros en la Hammer ― Entrevista a Carlos Díaz Maroto y José Luis Salvador
Con la excusa del lanzamiento de una nueva colección de libros de cine, La biblioteca de la Abadía, charlamos con dos de sus mentores, Carlos Díaz Maroto y José Luis Salvador.
Darío Lavia
Unas preguntas a Carlos Díaz Maroto
¿Cuál es la importancia de las películas de Hammer en España? Es decir, ¿cómo evolucionó el culto por estas películas en la patria?
Como siempre tratándose de terror, la importancia es relativa. La crítica en general, en su época, trató su cine con mucha condescendencia y sin mostrar por él demasiado interés. Por aquel entonces, un crítico como José María Latorre destacó valorándolo más positivamente, en especial las aportaciones del gran Terence Fisher. Hoy día, como ese cine ha pasado a ser clásico, aunque solo sea por el mero hecho de su fecha se le tiene en más consideración. Eso, con respecto a la crítica profesional, por supuesto, el fenómeno fan va por otro lado.
¿Cuál es el atractivo actual, a hoy siglo XXI, del cine de la Hammer? ¿Es una cuestión meramente nostálgica vedada ante los jóvenes centennials, es un cine que requiere cierta sensibilidad?
Es una mezcla de todo un poco. Hay fans que se acercan a su cine por una cuestión nostálgica. Otros lo hacen con afán de estudio, analizando la puesta en escena, el tratamiento del color, el uso escenográfico, la profundización en ciertos factores morales, como por ejemplo el hecho de que, aunque una película estuviera ambientada en un pueblecito centroeuropeo durante el siglo XIX, en realidad estaba hablando del Reino Unido, de sus personas y sus costumbres. Hay otros aficionados al fantástico y el terror que desprecian el cine de la Hammer, tachándolo de infantil, en una actitud bastante similar al movimiento ese actual que juzga moralmente las películas a partir de los valores actuales.
Más allá de lo puramente comercial o empresarial, ¿qué diferenció a Hammer Films del resto de las varias productoras británicas dedicadas al fantástico para que aún hoy siga ofreciendo largometrajes?
Se tomaban con interés lo que hacían. Cierto es, su principal objetivo era hacer dinero, pero al menos lo buscaban con cierto respeto, buscando los mejores profesionales―al menos, en sus inicios, y en su declive también hay cosas de valía―. Otras productoras que surgieron a la sombra de la Hammer mostraron su afán crematístico más descarnadamente, o tal vez la limitación de los profesionales que trabajaban en sus filas se hacía más evidente. Pero no se puede generalizar, por supuesto, hay un poco de todo. Desde hace tiempo calibro escribir un libro que se titulara algo así como Cine de terror británico: más allá de la Hammer, prescindiendo de lo que ha aportado la Casa del Martillo―que ya se ha tratado en España en varias ocasiones― y explorando el resto de la cinematografía de horror de las Islas, aunque, obvio es, el cine de la Hammer debería ser citado en ocasiones para contextualizar.
¿Cómo desarrollas las materias de este nuevo libro? ¿Qué se trae esta nueva colección?
La colección busca temas que se puedan plasmar en libros pequeñitos, un poco como los vuestros donde repasáis los mitos del terror. Cuando José Luis me propuso escribir el primer libro de la colección, buscamos diversos temas, y no recuerdo bien cómo surgió elegir este. Lo curioso del caso es que, una vez acabado, se lo pasé, le gustó, se lo pasamos al maquetador, este hizo su trabajo y, cuando nos dijo lo que había arrojado de paginación, los dos nos quedamos atónitos, pues era casi el doble de lo que teníamos en mente. Pero como es el número uno, podría considerarse como un especial, y después los diversos autores ya nos ajustaremos más a la extensión requerida, que sería alrededor de una cien páginas de libro impreso.
La idea creo recordar era aportar algo sobre la Hammer, y buscamos temas. Lo de Drácula ya estaba un poco visto ―el primer libro que publiqué, en el siglo pasado, era precisamente sobre la creación de Bram Stoker, en colaboración con Roberto Cueto―, así pues buscamos otro tema paralelo: el resto de la filmografía vampírica de la casa. Así pues, exploro esas películas adyacentes al mito, desde Las novias de Drácula, donde, pese al título, no tiene aparición el Conde, hasta Kung fu contra los siete vampiros de oro, donde, pese a que sí sale, lo hace como personaje secundario y se analiza desde la perspectiva de las otras apariciones vampíricas del film. Comienzo con un capítulo sobre la Hammer en general, para contextualizar, y acabo con un capítulo sobre las películas de la productora que finalmente no se hicieron, como la mítica adaptación del Soy leyenda de Richard Matheson o Vampirella. Recordad que ya en mi libro sobre Ray Harryhausen introduje un capítulo sobre los proyectos no realizados, que es un tema que me fascina de manera especial.
Por último, si es que se puede ir conociendo, ¿qué otros volúmenes o autores podemos empezar a restregarnos las manos en la dulce espera?
Uno de los autores lo puedo decir sin tapujos: el propio José Luis Salvador Estébenez, que es el creador de la colección, denominada «La biblioteca de La Abadía». Los demás, sinceramente, no lo sé. He intentado sonsacarle en varias ocasiones que no me ha contado nada. El número dos lo escribirá él, fijo, pero por la idea que me contó que tenía en mente, y viendo lo que ha sucedido con el mío, o bien tendrá que podar el resultado, o buscarse otro tema que dé menos títulos de sí. La idea, en vista de lo que nos ha pasado, supongo que sería buscar ciclos fílmicos de cuatro, cinco películas a lo sumo, o bien diez pero enrollándose menos de lo que yo he hecho en este, que por media he escrito cinco páginas Word por película. De todos modos, te sugiero que entrevistes a José Luis y a ver qué se decide a contar. A propósito, en mi libro va una presentación de él de la colección, donde comenta un poco sus objetivos. Espero, en todo caso, que Más allá de Drácula: otros vampiros en la Hammer os guste.
Habla José Luis Salvador
Don Carlos nos ha comentado que estáis a punto de lanzar un libro sobre vampiros de Hammer Films. ¿Por qué esta temática sigue atrayendo a la grey de los cinéfilos hispanos?
Bueno, realmente ignoro si el tema continúa atrayendo a los cinéfilos hispanos, por más que sea cierto que, al menos en España, en los últimos tiempos vienen publicándose de forma regular trabajos relacionados con la andadura de la productora. En cualquier caso, es algo que espero poder confirmar ahora con la salida de este libro. En mi caso, puedo decir que mi idea de cine de terror ideal es el de la Hammer. Aunque mi amor por este género la provocó la visión del ciclo Poe de Roger Corman siendo un niño, digamos que fueron las películas de la productora británica las que lo fueron moldeando cuando siendo un preadolescente pude descubrir mediante emisiones televisivas varios films de la productora, desde Frankenstein creó a la mujer a Kung fu contra los siete vampiros de oro, pasando por ¿Qué sucedió entonces? a Drácula, príncipe de las tinieblas. Y desde entonces mi obsesión fue ir descubriendo más y más películas de aquella productora, algo a lo que me entregué en los años siguientes. E, imagino, que como a mí les habrá pasado a muchos.
Ahora ya sobre el tema específico, ¿por qué crees que Hammer desarrolló tantas películas sobre Frankenstein, Drácula y estos otros vampiros, pero no invirtió tanto en el universo de la licantropía?
Imagino que influyó mucho el impacto que tuvieron sus películas fundacionales sobre cada uno de los personajes referidos. Hay que recordar que tanto La maldición de Frankenstein como el primer Drácula de Christopher Lee supusieron una auténtica revolución dentro del cine de terror. En cambio, aunque no tenga nada que envidiar en cuanto a calidad a las anteriores, cuando apareció La maldición del hombre lobo no dejó de ser vista como una película más de la Hammer, por así decirlo, sujeta a la fórmula que Fisher había patentado en sus acercamientos a las creaciones de Stoker y Shelley, además, sobre todo, de representar un enorme fracaso comercial. Ocurrió lo mismo con otros personajes icónicos de la cultura popular que abordó la Casa del Martillo por aquella época, como puede ser Sherlock Holmes, la Momia o el Fantasma de la ópera.
Sabemos que este volumen será el primero de una colección, ¿qué puedes adelantarnos al respecto?
La colección estará enfocada hacia el cine de género en toda su acepción. Es decir, aunque parece que los primeros proyectos que tenemos entre manos están relacionados con el cine fantástico y de terror, la pretensión es abarcar otras muchas vertientes del cine popular, desde la comedia al cine de aventuras, pasando por el péplum, el bélico o el wéstern, por decir solo algunas. Pero bueno, tiempo al tiempo.
En cuanto a la colección en sí, se tratará de libros de pequeño formato, tanto físico como de extensión, publicados en pequeñas tiradas y con un precio que sea asumible para todos los interesados, sobre todo en estos tiempos en los que la dichosa pandemia del coronavirus está provocando tantos estragos económicos. Y ya que somos conscientes de que no nos vamos a hacer ricos con esto, hemos preferido ajustar los márgenes todo lo posible para facilitar la divulgación de la obra, que es lo que realmente nos importa. En cuanto al porqué del formato escogido, la idea es que sean libros manejables para que puedan ser transportados fácilmente y leerlos en cualquier sitio, un poco como ocurría con los añorados bolsilibros en los que nos hemos inspirado en este aspecto.
¿Cuándo será el lanzamiento, qué editorial lo publicará y dónde se podrá conseguir?
Pues finalmente el libro se lanzó el pasado lunes de la mano de nuestra propia editorial, La biblioteca de La Abadía. Y para conseguirlo solo hay dos vías. Mediante correo electrónico a través de pedidosbibliotecaabadia@gmail.com, donde informamos a los interesados en los pasos a seguir para adquirirlo, o bien en la tienda madrileña “La mansión del terror”.
