Terror Universal
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Seccion: Entrevistas (Lecturas: 1533)
Fecha de publicación: Mayo de 2019

Giallo: Entrevista a Natalio Pagés, Álvaro Bretal y Carlos Pagés

Conozcamos detalles de 'Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano', libro de reciente publicación del Colectivo Rutemberg.

Darío Lavia



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Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano

—Para romper el hielo, el colectivo porta el nombre de un personaje que bien podría haber salido de una aventura de Corto Maltés... ¿quién fue este Piotr Rutemberg?

—Si bien la referencia al Corto Maltés nos agrada muchísimo, el nombre del colectivo es un homenaje a Piotr Rutemberg, físico, ingeniero e inventor ruso que emigró a Argentina y resultó tener un lugar importante -aunque bastante olvidado, lamentablemente- en la cultura local de mediados del siglo XX. Su invento más importante, La Máquina de Rutemberg, era un aparato que tenía como objetivo convertir las emociones humanas en música. Un personaje fascinante.

Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano

—¿Cómo surgió la idea de materializar un libro sobre este subgénero del cine italiano? ¿Qué es lo que les atrajo del giallo?

—En principio la idea fue empezar a editar libros colaborativos sobre cine, un poco cansados de la publicación en medios digitales y con la intención de volver al papel, un formato que los editores del libro preferimos. Desde el comienzo sobrevoló la posibilidad de crear una editorial y sacar más de un libro, pero por algún lado había que empezar.

«El giallo nos resultó convocante por varias razones. Primero por un interés puntual de cada uno de los tres editores; interesados tanto en el cine de género (en un sentido amplio; no necesaria o exclusivamente en el fantástico o el terror) como en las coordenadas culturales de los 60s y 70s que están tan presentes en el giallo. Por otra parte, nos parecía que, en el auge que el cine de género (ahora sí: más específicamente el fantástico y el terror) está teniendo desde hace varios años en Argentina, un libro sobre giallo podía servir para poner luz sobre un estilo que, creemos, tiene menos reconocimiento del que merece, y que aparte tuvo un lugar central para el desarrollo de subgéneros posteriores vinculados al terror como el slasher.

«Por otro lado, también nos resultaba relevante la ausencia de material editado en español sobre giallo. Ese vacío le daba un encanto extra al tema. También pensamos que ciertos sectores de la cinefilia le otorgan a algunos géneros cinematográficos un lugar secundario en la historia del cine, convirtiéndose en una suerte de "placeres culposos". Nos parece que sucede algo de eso respecto al giallo, y queríamos demostrar que era posible y necesario analizarlo con seriedad y respeto.

—¿Cómo hicieron para lograr este seleccionado de titanes de la palabra que firma cada ensayo?

—En principio, contactamos a muchos críticos, ensayistas, académicos y escritores que nos gustaban, y a quienes sospechábamos que escribir sobre giallo les podía llegar a interesar. De todo ese grupo, algunos nos dijeron que no por diferentes motivos, otros demostraron interés pero no pudieron entregar sus artículos a tiempo, pero la gran mayoría, afortunadamente, aceptó. Todo esto teniendo en cuenta que incluía las limitaciones monetarias propias de un trabajo independiente y sin financiamiento externo de ningún tipo.

«En el libro participan muchos autores argentinos, y también algunos de otros países (Chile, España, Canadá, Inglaterra, Irlanda). Resultó que los autores latinoamericanos que contactamos generalmente provienen del ámbito de la crítica cinematográfica, mientras que los europeos tienden a ser académicos que investigan específicamente el giallo o el cine de género. Esa división no fue buscada, pero en definitiva creemos que la mixtura de estilos y perspectivas de análisis resultaron positivas. Nos interesaba que el libro fuera incluyente, que no estuviera limitado al ámbito de la investigación académica pero, a la vez, que incluyera desde diversas miradas y ámbitos preocupaciones propias de los estudios sobre cine.

Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano

—¿Cómo segmentaron y repartieron cada sección y ensayo?

—Había temas que sabíamos que íbamos a tener que abordar, tanto porque nos interesaban particularmente o porque eran, en cierto modo, inevitables. Por ejemplo, sabíamos que queríamos sumar textos sobre aspectos técnicos, sabíamos que queríamos artículos sobre la sexualidad o el erotismo en el giallo, y sabíamos, también, que era importante que hubiera textos sobre distintos directores relevantes para el género, para no caer exclusivamente en la famosa tríada Argento-Bava-Fulci.

«En principio, a los colaboradores que aceptaban la propuesta les pasábamos un listado de temas que nos interesaba abordar, aclarando que si se les ocurría otro tema nos lo propusieran, y nosotros veíamos si nos resultaba atractivo o no. Con esa dinámica le fuimos dando forma al libro, en un proceso que llevó aproximadamente dos años. Casi todos los temas que queríamos abordar terminaron apareciendo, y también nos fueron sugiriendo otros muy interesantes. El resultado es en muchos sentidos el libro que nosotros queríamos sacar, pero a la vez tiene la impronta irreemplazable de cada uno de los colaboradores.

Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano

—Han dedicado una sección entera al querido Dario Argento.  Además de ser un maestro del género, sin duda, este protagonismo editorial viene ensalzado con la posibilidad de leer en nuestro idioma una entrevista suya. Cuéntennos cómo llegaron a ese trofeo de cualquier editorial.

—Fue algo no planificado. Contactamos a James Gracey, un crítico irlandés especializado en el cine de terror, particularmente en la obra de Argento, quien nos ofreció escribir un texto sobre Tenebre y, como extra, una entrevista que le había hecho a Argento en el 2010, poco después del estreno de su largometraje Giallo. Gracey la había publicado en su blog, pero por fuera de eso no había sido publicada en papel ni en otras revistas o portales digitales, y no era accesible de ninguna forma en español. Nos pareció que era un gran aporte para el libro contar con ella, así que la tradujimos y la sumamos a lo que terminó siendo una sección de tres artículos dedicada a Argento.

Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano

—En otra sección repasan a los directores impostergables, y advertimos nombres habituales en la bibliografía del fantástico como Mario Bava o incluso Lucio Fulci, pero también prestan debida atención a realizadores de relevancia como Sergio Martino y Luciano Ercoli, que cuentan con varios y muy conocidos ejemplos en sus filmografías, y Luigi Bazzoni y Paolo Cavara, cuyos aportes no fueron precisamente numerosos. Los amantes del género y los connoisseurs suelen minimizar el aporte de Argento e ir directamente a Martino y otros apellidos no tan populares. ¿Qué valoración les merece esta pléyade de realizadores en el concierto del giallo?

—Como comentábamos antes, salir de la tríada Argento-Bava-Fulci nos resultaba fundamental. Si bien Argento es uno de los cineastas centrales del giallo, responsable de una enorme renovación estilística a partir de 1970 con su trilogía de los animales y con Profondo rosso, nos resultaba problemática la idea -bastante frecuente- que equipara a Argento con el giallo y al giallo con Argento. De hecho, muchas veces cuando se piensa al giallo (lo operístico, por ejemplo, o cierto uso de los colores) se está pensando exclusivamente en sus películas -y en algunas de Bava-, perdiéndose de vista que otros cineastas relevantes como Martino, Ercoli o Lenzi trabajaban estilos muy diferentes. Es, en cierto modo, una lógica similar a la que lleva a considerar que películas como Suspiria o Inferno son giallos, cuando en realidad eran intentos conscientes de Argento por correrse del giallo hacia el terreno del horror sobrenatural. En síntesis: no todo lo que ha filmado Argento entra en la categoría giallo, aunque su estética haya marcado al estilo durante la década de los 70s.

«Por otra parte, es imposible entender al giallo como parte del panorama de la industria cinematográfica italiana de los 60s y 70s y el auge del cine de género que se dio allí, si nos quedamos solamente con dos o tres directores y una o dos claves estéticas. El giallo, en realidad, es muy variado en términos temáticos y formales, y allí reside, creemos, parte de su riqueza. Uno de los textos del libro, firmado por el investigador canadiense Mikel J. Koven, analiza la categoría de “filone”, utilizada para caracterizar la particularidad de las lógicas de producción detrás del giallo (y otros subgéneros italianos de la época), en las que, más allá de la relevancia de los directores, también tienen un rol central actores, productores y guionistas. Es en ese panorama complejo, donde el cine es entendido como arte pero también como industria, donde se genera esa variedad estilística que queríamos destacar, y donde el aporte de cineastas menos famosos o con pocas películas en su haber muestra su verdadera relevancia.

Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano

—Uno de los tabúes que rompe Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano es el de la exclusividad masculina en lo tocante a esta clase de publicaciones. ¿Qué enfoque y apreciación aporta la visión femenina al coro de autores del libro?

—Teníamos interés en que el libro fuera amplio y variado en su cobertura, pero la verdad es que nunca pensamos la convocatoria en términos de género, sino de afinidad con los trabajos y los enfoques, independientemente de que sus autores fueran varones o mujeres. Sabemos que de una manera u otra todos estamos atravesados por los condicionantes de género, pero no por eso buscamos que hubiera miradas "masculinas" o "femeninas" sobre el giallo, sino miradas que pudieran encontrar en el giallo material de análisis cultural y cinematográfico, desde su propio campo de saber.

«Dentro de la grilla de escribas convocados había de hecho más mujeres, que por distintas razones no llegaron a entregar sus trabajos. De las dos que quedaron, a Paula Váquez Prieto la conocíamos de "Hacerse la crítica" y Página/12, y siempre nos habían interesado sus análisis rigurosos sobre el cine en general, pero particularmente sobre el cine de género. A Delfina Margulis la conocíamos como directora de fotografía, y como sabíamos que además de ser muy buena en su oficio tenía una concepción lúcida de la fotografía en el cine, nos pareció la persona adecuada para escribir sobre el tema.

Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano

—Nos alejamos un poco de lo tocante al giallo (pero no mucho) para consultarles qué significa editar y vender un libro sobre giallo (o cualquier tema específico concerniente al cine de género o clásico) en nuestro país.

—El proceso de edición del libro fue largo y sinuoso. Empezó en diciembre de 2016 y recién se pudo concretar materialmente en abril del 2019. Sabíamos que el tema iba a despertar mucho interés, pero dudábamos de que los interesados fueran los suficientes como para no caer en grandes pérdidas económicas. Recién pudimos confirmarlo cuando lanzamos la preventa vía crowdfunding..

«La cuestión central en nuestro caso es que se trata de una producción independiente. Cuando no se cuenta con respaldo económico no se puede asumir enteramente la tarea como un "trabajo"; se hace necesario entonces pensar el libro por fuera de otras actividades profesionales, sin otra opción que dedicarle gran parte de nuestro tiempo libre. Y editar un libro de este tipo implica, de entrada, leer a muchos autores para definir a quiénes convocar, establecer el contacto, dialogar con todos ellos, leer posteriormente el material que nos envían, hacer revisiones, aportes y sugerencias, pensar y diagramar la estructura interna, redactar notas al pie. A eso hay que sumarle que los tres editores escribimos textos propios para el libro (lo cual también implica leer a otros autores, investigar, revisar películas, etc.), y asumimos parte de la corrección y el diseño. Por último, la edición autogestiva implica también muchísimas tareas vinculadas a la propia creación del libro como objeto: financiamiento, trámites, cuestiones administrativas, diálogos con imprentas y luego con librerías, pensar dinámicas de distribución y difusión, entre muchas otras cosas.

«El proceso es agotador, pero el amor por el cine y por los libros pudo más que el cansancio. Un dato extra es que, poco después de finalizada la etapa del financiamiento colectivo, ocurrió la crisis cambiaria de septiembre del año pasado, lo cual repercutió en una pérdida económica considerable que nos llevó a replantear nuevamente el financiamiento y generó una demora en la edición de más de seis meses. Ese tipo de situaciones también son parte de hacer un libro en Argentina, en un contexto en el que las editoriales y librerías están atravesando su peor momento en muchísimos años.

«Lo que nos decidió a seguir adelante, más allá de todo tipo de dificultades, fue la buena predisposición de los colaboradores y la increíble recepción que tuvo desde el primer momento el proyecto en redes sociales y en la instancia de crowdfunding. También, y no es para nada menor, nos fue de gran ayuda la colaboración de dos amigos y miembros del Colectivo Rutemberg, Francisco Novick y Nicolás Toler —quien también es autor de uno de los textos del libro— en todo lo vinculado a cuestiones administrativas, de imprenta y distribución.

Nuestros lectores, además de conseguir un ejemplar del libro, querrán saber acerca de los próximos proyectos de Rutemberg… siempre y cuando se puedan dar a conocer…

Creamos la editorial con la intención de seguir editando libros. Tenemos varios proyectos en mente, pero están en una etapa demasiado embrionaria como para divulgarlos. Lo seguro es que serán libros sobre cine; algunos tal vez similares al que acabamos de publicar (en estilo, longitud y abordaje más investigativo) y otros orientados a un terreno más ensayístico y libre, sin pretensiones de exhaustividad respecto a un tema o corriente específica. La idea no es hacer una colección de libros en esa línea, sino abrirnos a otros temas que nos interesan dentro del inagotable y fascinante mundo del cine.

«El Colectivo Rutemberg también está embarcado en la posproducción de su primer largometraje de ficción, llamado Tiempo perdido, producido por Francisco Novick, escrito por él y Román Fernández, y dirigido por Francisco Novick y Natalio Pagés. Posiblemente esa sea la próxima gran novedad del espacio, anterior a la edición de otros libros.

«En cuanto a la compra del libro sobre giallo, por el momento no está en librerías —faltan pocos días— pero se lo puede adquirir y pasar a retirarlo personalmente en Capital Federal, La Plata o Paraná (Entre Ríos), o en alguna de las presentaciones que estamos haciendo. También tenemos una vía de venta online con envío por correo. Para eso pueden visitar nuestra página o escribirnos a editorial@rutemberg.com. Y para conocer las últimas novedades del libro, la editorial y los proyectos del Colectivo, pueden seguirnos en nuestras redes sociales.

Muchas gracias por el tiempo para responder estas inquietudes y estamos seguros de que Giallo: Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano tendrá una recepción promisoria en el ámbito cinéfilo y que marcará rumbos.