Terror Universal
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Seccion: Entrevistas (Lecturas: 1411)
Fecha de publicación: Mayo de 2018

Situación del cine de terror argentino (III): Demian Rugna y "Aterrados"

En esta serie de artículos opinan los realizadores argentinos que hacen cine de terror y nos explican como hacen para hacerlo!

Darío Lavia y Carina Rodríguez



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¿Por qué debería haber continuidad de cine de terror argentino? ¿Por qué los cineastas se empeñan en ofrecer al público argentino realizaciones del género que nunca alcanzan a quebrar ese prejuicio prácticamente indestructible de que el cine argentino no puede abordar el terror? ¿Es acaso un capricho anacrónico o es cuestión de encontrarle la vuelta? Porque si los tiempos han cambiado y el cine como lo conocimos en el siglo pasado, esa experiencia colectiva de encerrarse en una sala con desconocidos y seguir las alternativas de un relato audiovisual, ya tiene sus días contados, entonces la meta no son las pantallas de cine sino las del Netflix o bien otras alternativas que facilitan el consumo de cine en el hogar y convierten al antiguo espectador de cine en una especie de televidente millenial.

Porque si todo cambia, y el cine también, aferrarse al modelo del siglo XX en que el cine era patrimonio de las salas de cine tal vez sea un signo de conservadurismo que no queremos reconocer. Estas cuestiones corren para el mundo, pero siendo Argentina un país a veces tan ajeno al concierto mundial, tal vez lo que allá no funcione acá aún sí. Ideas que surgen a una semana del estreno comercial del nuevo largometraje de Demián Rugna...

Aterrados (2017)Aterrados

Director: Demián Rugna. Guion: Demián Rugna. Fotografía: Mariano Suárez.
Con: Maxi Ghione, Norberto Gonzalo, Elvira Onetto, Agustín Rittano, Demián Salomón, George L. Lewis, Julieta Vallina.

Review: La película aborda tres historias en un barrio de tres casas enfrentadas: una pareja que escucha voces en la cañería, la muerte de un niño en un accidente y un hombre que percibe presencias sobrenaturales en su hogar. Los primeros minutos muestran a una mujer que oye voces que le advierten que va a morir. No es un spoiler señalar que eso sucederá posteriormente en una de las imágenes más impactantes filmadas en Argentina. Su marido será acusado de asesinato y es allí donde se involucran tres investigadores de lo paranormal junto a un comisario. Impecable técnicamente, actuaciones brillantes y un guion que nos pone en las sombras: sabemos lo mismo que los personajes.  En su estreno en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el director advirtió: “espero que la pasen mal”. Y cumple porque nos tiene en vilo arañando la butaca. Con un premio de distribución de Cinépolis en México (Festival Mórbido) se estrenó en Argentina el pasado 3 de mayo. Ganó un premio SAGAI por la interpretación de Elvira Onetto.

Antes de entrar en tema, como hacemos en esta serie, traeremos al presente la entrevista bipartita, realizada por María Esther Vázquez para La Nación y publicada el 15/07/1973, en que Leopoldo Torre Nilsson y Raúl de la Torre respondían acerca de la "Situación del cine argentino".

En aquella entrevista la pregunta era acerca de qué caminos estaban abiertos a un realizador joven que quisiera hacer una película y Raúl de la Torre respondía con una suposición que tanto en 1973 como en 2018 sigue, a pesar del tiempo transcurrido, bien vigente y tal vez elevada a la enésima potencia: "Ante todo supongamos que un joven realizador quiere expresar su vida o la de los demás, comunicarla a través del lenguaje cinematográfico libre y limpiamente; la primera contradicción con que se encuentra es que nuestra organización social está armada para ganar plata y todo va a ser utilizado y agilizado para conseguirlo. En cuanto la intención del realizador sea de tipo indagatorio o cultural va a encontrar las puertas cerradas (...) Yendo a lo nuestro, los cines imponen condiciones de exhibición rentables; entonces hay que hacer cine que la gente vea en cantidad".

Hace 45 años se planteaban mismos problemas que hoy en día, aunque el contexto socio político ha cambiado (por suerte para bien ya que, por ejemplo, hoy en día la censura no es lo que era) seguimos tratando de resolver un enigma: ¿qué se interpone entre el espectador argentino y su propio cine de género?

Para opinar de estas cuestiones, luego del exitoso estreno de Aterrados, hoy nos responde...

Demián Rugna

¿Cómo llegó tu nueva película a las salas comerciales y cómo evolucionó la idea desde su origen hasta el jueves pasado que llegó a salas cinematográficas?

El marco de tu pregunta me obliga retrotraerme justamente quince años atrás, cuando yo empezaba dirigiendo y escribiendo películas en inglés para un diminuto mercado extranjero, del que muchos de nosotros apuntábamos a conseguir dólares de pequeñas distribuidoras de DVD para poder financiar estas películas. Porque que desde lo institucional era muy difícil tener apoyo para una película de terror, era casi considerada porno para el cine que se hacía acá y muchísimo menos desde un productor que trabajaba con el INCAA. Razones varias: lo técnico, los costos, el público argentino y su colonializacion cultural de la cual tambien soy parte y la propia prensa. Por eso era demasiado riesgoso producir o apoyar cine argentino de terror en nuestro país. Aterrados nace como una película más de esas con intenciones de hacerlas en inglés con muy bajo presupuesto. El proyecto nunca avanzó con quienes me encargaron el guion y me quedó en el cajón. Pasaron casi diez años y por muchas manos de diferentes productores, calculo que fueron ocho tipos, hasta que embocamos un premio en un concurso y pudimos hacerla.

Aterrados

Diez años después de ser escrita, pero claro, en esos diez años pasaron muchas cosas en el género local y a fuerza de empuje y autogestión forzó una apertura a estos proyectos desde el INCAA y a productores más jóvenes y más audaces que se las fueron jugando por el género y sobre todo a ser valorados en festivales importantes de afuera.

En lo que respecta a Aterrados en si, el guion no mutó casi nada desde su concepción, solo le cambié un poco el final a un mes de rodarla, fue escrito alrededor de la idea de uno de mis primeros cortometrajes llamado Tiene miedo y justamente cuenta la historia de un joven atormentado por una presencia que lo observa cuando duerme, actuado por Demián Salomón, el mismo actor en el corto y en la pelicula. Fueron cinco semanas de rodaje filmada casi toda en un barrio de El Palomar. La película tiene una marcada influencia del cine de los ochenta como El ente y Poltergeist y tal vez sea la más seria de mis películas hasta ahora.

Aterrados

Tal vez Aterrados resuma esos quince años de esfuerzo personal y colectivo, llegando en el momento justo para cautivar audiencia local con contenido nacional, que es lo que nos está faltando. Lo loco es que siendo una película pensada para hacerla en inglés y para afuera, se termine haciendo aca diez años después y pasa a ser super valorada y considerada por muchos como una película de terror "recontra ARGENTINA pero que parece de Hollywood". Pero bueno, no podemos renegar de que el cine que hacemos es de entretenimiento, y las películas de entretenimiento apuntan al público y no a la exploración y ni experimentación artística. Pasa que esa franja de la que hablamos esta ocupada por la industria norteamericana y ¿cómo competir con esa industria, cómo competir cuando el público está acostumbrado a ver cine fantástico en otro idioma, en una sociedad acostumbrada a despreciar sus propias raíces e identidades?

Aterrados

¿Qué expectativas y percepciones te genera la actual situación del cine argentino fantástico, tanto desde el punto de vista institucional como del interés de los espectadores?

Pese a todo hoy el cine de terror local ocupa un espacio lindo dentro del cine nacional, un espacio deseado hace una década atrás, avanzando muchísimo en lo técnico y artístico y ahora hay que apuntar a tener espectadores que no le hagan asco a una película argentina de terror. Lamentablemente estamos siendo sacudidos (todos) por una embestida del gobierno que pone palos en la rueda para poder seguir filmando, estamos dando un paso hacia atrás todos juntos, no solo el cine fantástico. Lo cierto es que el recorte de presupuesto y las limitaciones a los créditos hacen que si antes era difícil hacer una de terror para salir a competir (intentarlo) con los yanquees hoy sea mucho más dificil. Mi caso en concreto hoy: tengo una película para hacer a mitad de este año, pero solo nos dieron el 40% del crédito que pedimos... lo cual significa que no podré hacerla, entonces retrocedemos unos casilleros. Están diseñando el sistema ahora para no dar más crédito, entonces el subsidio lo van a recibir las grandes productoras que no lo necesitan! Las pequeñas y medianas no podrán filmar porque no pueden financiar sus películas. Entonces está claro: hoy, si tuviera que filmar Aterrados de nuevo no podría hacerlo porque no habría crédito para nosotros. Imaginate que achicar presupuesto en una película de terror es matarla y obviamente está demostrado que tendré que bajarme de mi próxima pelicula. Esa es la realidad del cine nacional hoy en día.

Aterrados

Imagino que estas dificultades actuales serán para el Demián que conocimos hace una década, pujante y voluntarioso, un estímulo para llevar a cabo sus metas. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Proyectos tengo varios:  Aterrados 2 que ahorita mismo está en 50 páginas; Chupacabras, una comedia negra fantástica al igual que Hasta la médula; Death Command un sueño que tuve de chico pero que es gigante... la pregunta es ¿los podré hacer en mi país? Hoy a mayo de 2018 te digo: imposible, ojalá la cosa cambie para mejor o por lo menos a como estábamos antes.