Terror Universal
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Seccion: Artículos (Lecturas: 7)
Fecha de publicación: Octubre de 2016

Antes y después de Lovecraft

Los autores que influenciaron a Lovecraft, así como aquellos influenciados por éste, han sido eventualmente llevados a la pantalla para conformar un interesante nuevo cánon tangencialmente atravesado por mito, fantasía y terror.

Agustina Piñeiro



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"La pequeña habitación iluminada por la luz de la lámpara, la mesa grande, las sillas de alto respaldo... los libros tapizaban las paredes; los manuscritos se apilaban aparte, en archivadores especiales. El delgado perfil de mi amigo proyectaba una sombra inquieta en la pared y su semblante de cera adoptaba, a la luz mortecina, una apariencia furtiva. En el ambiente flotaba como el presagio de una revelación portentosa. Yo sentía la presencia de unos secretos que acaso no tardarían en revelarse".

Difícil es que el lector no se haya percatado ya de que esta pluma, perteneciente a Robert Bloch en el cuento "El vampiro estelar", está describiendo a Howard Phillips Lovecraft. Ese outsider que sentó las bases no solo del horror moderno sino que nutrió e influenció a autores cuyas páginas también se trasladaron a imágenes. Y bien sabido es por todo lector lovecraftiano que el cánon de adaptaciones a la gran pantalla del autor de semblante furtivo no ha sido muy fiel a su pluma.

- ¿Le han encargado alguna vez adaptar alguna obra de su amigo y corresponsal de tantos años, H.P. Lovecraft? - le preguntaron en una entrevista a Robert Bloch.
- Nunca me encargaron la tarea de adaptar al cine obra alguna de Lovecraft. Me imagino que deben temer que trate de utilizar como argumento la propia historia de Lovecraft en vez de lo que hacen usualmente, tomar solo el título y un par de nombres de personajes.

Robert Bloch en 1944
Robert Bloch en 1944
Esta portada del Milwaukee Journal del 21/11/44 nos ofrece una interesante nota acerca del precoz Robert Bloch que hablaba de su reciente obra, "Lefty Feep, the Goon from Ragoon" de popularidad por aquel entonces. Para reforzar el artículo, el editor incluyó una instantánea del escritor con particular y grotesca mueca.

Tal y como deja entrever esta humorada blochiana, el cine no solo escatimó al escritor de Providence sino que también le fue bastante infiel a la hora de filmar sus cuentos e historias. De hecho, la primera película cánonica, The Haunted Palace (El palacio embrujado / El palacio de los espíritus- 1963), por motivos comerciales fue anunciada
como inspirada en Edgar Allan Poe. Opuesta suerte corrieron autores que precedieron e influenciaron a Lovecraft, siendo generalmente filmados en pocas pero sustanciosas oportunidades. La inicial y "nunca desechada posteriormente" influencia de Lovecraft fue el citado Poe, ferviente y constantemente llevado al cine desde sus inicios insonoros. Del resto de precedentes e influenciadores, el cine brindó versiones que bien podrían conformar un nuevo cánon fantástico, si bien dispar, no por ello menos apasionante.

Vincent Price en "The Haunted Palace"
Fotografía publicitaria de The Haunted Palace con Vincent Price en doble papel, el actual Charles Dexter Ward y el arcaico (y pictórico) Joseph Curwen.

"El misterio de Islington", de Arthur Machen, autor galés de fertil y prolífica imaginación de quien Borges recomendó fervorosamente "Los tres impostores", fue adaptado a la pantalla mexicana como El esqueleto de la señora Morales (íd-1959) de Rogelio González.

El esqueleto de la señora Morales
A diferencia de Haunted Palace, este filme mexicano sí acreditó el auténtico autor de la historia original...

Lord Dunsany, cuya relevancia se evidencia por la denominada "etapa dunsaniana" de Lovecraft, escribió una ocurrente obrita titulada "The Jest of Haha Laba" representada en Londres en la década del ‘20. Sus derechos fueron adquiridos en los ‘40 por Frank Capra y luego pasaron a Arnold Pressburger, que produjo la comedia
fantástica It Happened Tomorrow (Arg: Hoy es mañana / Esp: Sucedió mañana-1944), dirigida por René Clair.

El magistral relato "El wendigo" del reverenciado por Lovecraft Algernon Blackwood – en la última década eje de
varias producciones de bajo presupuesto–, tuvo una primitiva adaptación en el cine canadiense independiente titulada justamente The Wendigo (1978) realizada por Paul Kener.

Robert W. Chambers, un autor hoy casi exclusivamente citado por su colección de cuentos "El rey de amarillo" - de la que Lovecraft parecería tomar el horror bibliográfico que fomenta en la mayoría de sus relatos - tuvo gran repercusión durante la etapa silente no solo como autor de novelas y relatos adaptados al cine sino como consumado
guionista. Al iniciarse el sonoro, misteriosamente cayó en el olvido de los estudios fílmicos y después de los años ‘30, solo se filmó The Yellow Sign (2001) de Aaron Vanek.

William Hope Hodgson, autor inglés y vinculado a Lovecraft en la temática de lo que podríamos denominar "viaje astral" y dimensional, escribió "La voz en la noche", que sirvió de eficaz base para la delirante pero sobrecogedora Matango (1963) de Inoshiro Honda, insospechado eco hodgsoniano del ciclo japonés de horrores atómicos.

"La guarida del gusano blanco", última y poco conocida novela de Bram Stoker que se considera perteneciente a la mitología cthulhuiana debido a la descripción de un reptil prehistórico que sigue con vida en la actualidad, tuvo una versión a la manera de Ken Russell con The Lair of the White Worm (La guarida del gusano blanco-1988).

Lair of the White Worm
Bram Stoker según la particular versión de Ken Russell; es curioso acotar que el realizador trató de llevar a la pantalla una versión de Dracula de la que solo circuló un guión y un curioso afiche.

Y por último, mencionamos a Ambrose Bierce, digno eslabón entre Poe y Lovecraft que regó su sabroso cinismo en unos "Cuentos de soldados y civiles" preferidos por los cortometrajistas de todo el mundo pero rara vez adaptado en forma de largometraje, salvo por Robert Enrico que ensambló el maravilloso tríptico Au coeur de la vie (Ury: En el corazón de la vida / Esp: El río del buho-1962).

Los contemporáneos de Lovecraft, es decir, los autores del famoso "círculo", también llegaron a la pantalla grande. El principal mantenedor de los Mitos de Cthulhu, autoproclamado por su tesón al frente de Arkham House más
que por talento, August Derleth, fue responsable del relato en que se basó The Shuttered Room (Arg: El cuarto cerrado / Esp: ¿Por qué lloras, Susan?-1967).

Pocos amantes del cine ignoran la paternidad de Robert E. Howard sobre los personajes que aparecen en Conan the Barbarian (Conan el bárbaro-1982), Red Sonja (El guerrero rojo-1985), Kull the Conqueror (Kull, el conquistador-1997) y Solomon Kane (Cazador de demonios: Solomon Kane-2009). Fritz Leiber Jr., por su parte, no solo gozó de varias adaptaciones de su relato "Conjure Wife", Weird Woman (Amenaza incógnita-1944), la sobresaliente Night of the Eagle (Arde bruja arde-1962) y Witches' Brew (Arg: Guiso de brujas / Esp: Conjuro de brujas-1980), sino que actuó él mismo en una extraña y sabrosa mezcla de terror y fantasía conocida como Equinox (1970).

Night of the Eagle
Un categórico y significativo fotograma de esa maravilla del cine fantástico británico, Night of the Eagle.

Aunque décadas antes que las influencias tentaculares ya se infiltraran en las temáticas de guionistas y realizadores
como John Carpenter, Stuart Gordon, Sam Raimi, Guillermo del Toro y otros, a principios de los '70 Lovecraft era (y aún lo es) tema de discusión que concitaba estas dos opiniones, valiosas y opuestas:

"Lovecraft es un recluso de su sociedad, obsesionado por los residuos de una época menos tubulenta que se dedica a esparcir pesadillas caóticas y superficiales a través de sus torpones relatos. En "El caso de Charles Dexter Ward", el infeliz Ward vuelve atrás en el tiempo debido a su fijación por el pasado. En tanto, su furtivo ancestro Curwin (sic) vuelve al presente; ambos personajes son frustrados anacronismos. Si se hace a un lado el opresivo sensacionalismo
de Dexter Ward, se revela la paradoja de Lovecraft: él mismo es un reaccionario sin causa" (Haywood P. Norton).

"Lovecraft fue un adelantado y un hombre enfermo (o fue un adelantado por ser un hombre enfermo). Como enfermo supo sintonizar la angustia de su mundo, Pero desde sus años treinta hasta hoy, el terror ha ido en aumento y hoy siente todo el mundo lo que entonces solo percibía un hombre angustiado. Lovecraft es un adelantado porque, a través de su ansiedad, supo expresar, aún más que los miedos de su tiempo, los del mismo porvenir. Y, como tantas veces sucede, el escritor minoritario y desconocido se ha vuelto mayoritario y popular. Los Mitos de Cthulhu traducen en palabras y conceptos el terror de hoy, ese terror sin nombre que solo puede expresarse mediante imágenes de sueño o de locura apocalíptica" (Rafael Llopis).

En numerosas oportunidades el cine ha tomado elementos de la cosmogonía lovecraftiana con resultados mucho más interesantes que aquellas que pretendían ser transcripciones fieles de las historias del "Maestro de Providence". El esbozo de una silueta indescriptible, el descubrimiento de ruinas megalíticas, un destello de locura detrás de la mirada de un extraño, nos remiten a aquellos terrores arquetípicos que duermen agazapados en los rincones más primitivos de nuestra mente. Esto nos lleva al aún no enteramente delimitado mundo de las películas que absorben temas y esquemas pero no se revelan abiertamente como versión de ningún relato puntual. Un ejemplo de esa tendencia son el telefilm estrenado en pantalla grande Dark Intruder (1965), la poco vista y pesadillesca Messiah of Evil (1973) o el notable opus de Andrei Tarkovsky Stalker (Stalker, la zona-1979). Estos precedentes germinaron en tres válidas evidencias de la silenciosa recurrencia de Lovecraft en la pantalla: Alien (Alien, el octavo pasajero-1979) de Ridley Scott, The Thing (La cosa-1982) de Carpenter y The Evil Dead (Diabólico / Posesión infernal- 1983), con su mini-precedente Within the Woods (1978), ambas de Sam Raimi. Sus conexiones con el acervo lovecraftiano
son menos ambigüas debido a que estos realizadores evolucionaron de inquietos y ávidos lectores a émulos y transpoladores al celuloide de ideas y recursos. En Alien, por ejemplo, es posible reconocer el esquema conceptual del relato "La declaración de Randolph Carter" – además de la sólida influencia plástica de H.R. Giger, autor de
dos volúmenes ilustrados del imaginario "Necronomicon". En tanto, The Thing, a pesar de provenir de una novela de John W. Campbell, mantiene similitudes con el relato "En las montañas de la locura". Los estudiosos de John Carpenter la consideran germen de una ambigüa trilogía "apocalíptica" que continuó con Prince of Darkness (Príncipe de las tinieblas-1987) y concluyó con In the Mouth of Madness (En la boca del miedo-1995).

The Thing
En el clima de The Thing, John Carpenter imprimió toda la impronta lovecraftiana.

A la constante afluencia actual de adaptaciones pretendidamente fieles de H.P. Lovecraft –consecuencia de que el paso del tiempo ha asignado su importancia como influencia en todo un género – se suma la difusión del resto de los autores, inspiradores y discípulos de Lovecraft, con obras que, pertenecientes o no a los Mitos de Cthulhu, conforman una temática que obligan a ampliar las miras de apreciación de aficionados y estudiosos por igual.

Amplíe sus conocimientos sobre Lovecraft y su círculo en www.lovecraftiana.com.ar (en la inminente celebración de su décimo aniversario).


Bibliografía
Bradley, Matthew, Momma’s Boy – A Conversation With Robert Bloch – Filmfax #40 (Agosto / Septiembre 1993)
L lopis, Rafael (compilador) Los Mitos de Cthulhu, (Bruguera, 1968)
Norton, Haywood P, The Strange Case of Howard Phillips Lovecraft – Castle of Frankenstein #18 (1972)