Terror Universal
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Seccion: Artículos (Lecturas: 6)
Fecha de publicación: Octubre de 2016

Un abrelata para el Hombre de Hojalata

A pesar de las apariencias, el Oz de L. Frank Baum aún guarda una obra mucho más oscura y compleja que el resto de las aventuras, el horror bañado en caramelo.

Mariano Buscaglia



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Frank Baum más que un escritor fue un demiurgo. Un hacedor de universos. Fue el creador de un tejido intrincadísimo que llamó La Tierra de Oz. Una tierra perdida tras un desierto inmenso, al cual sólo se podía penetrar  por accidente. La Tierra de Oz era (¿o es?) un espacio hechizado por las hadas donde nadie moría (en el sentido definitivo de la palabra "muerte") ni envejecía. Según Baum, cuando le hablaba a sus lectores en las introducciones de sus libros, el conocimiento de este mundo llegó a él gracias al telégrafo inalámbrico. Un auténtico médium entre los hombres y el mundo de las hadas.

WW Denslow

Retrato del Mago de OzEn Baum todavía estaba fresca la huella de los pioneros americanos que penetraban en el oeste para conquistar un mundo nuevo e indómito: eso que había más allá del desierto. Dorothy, al llegar a Oz, vence a la primera Bruja con un pedazo de Kansas, del propio Oeste, echándole encima toda una casa. Casi una declaración de intenciones de la fuerza protagónica que tendrá el personaje (y su representación) en el mundo mágico de Oz. Una niña inocente que acaba, ella solita, matando a dos de las brujas más terribles que mantienen encadenada a Oz.

Este mundo está regido por un hada buena, Ozma de Oz. Un hada que reina con mano de hierro, donde el terror parece estar maquillado con caramelo. Lo que acertadamente Michael Patrick Hearn llama un despotismo benévolo en su introducción a la edición anotada del Mago de Oz. Tras la novela La Ciudad Esmeralda donde la hechicería casi acaba con el poderío de Ozma, se prohíbe el uso de las artes mágicas en todos los rincones de Oz, y sólo pueden hacer uso de ella Glinda, el hada buena (que, como su nombre lo indica: “es buena”) y el Mago de Oz, que luego de desenmascarar su farsa en el primer volumen de la serie, comienza a aprender magia de sus dos hadas amigas. Naturalmente, los magos y hechiceros más alejados de la Ciudad Esmeralda ignoran este edicto y continúan cometiendo tropelías, hasta que algún amigo de Ozma cae en sus redes y ella termina enterándose (y quitándole el talento a sus competidores).

Baum nos habló de Oz en catorce libros y también tocó de refilón el tema en otros volúmenes donde se mencionaban a los personajes o los escenarios. Escribió obras de teatros, historietas, guiones cinematográficos, en pleno apogeo edisoniano, donde el inventor era el hombre del momento, y donde el propio Baum se sentía mejor representado siendo él un inventor de mundos. Sus personajes más extraños son inventores como Ku-Klip que creó, entre otras cosas, al mismísimo Hombre de Hojalata o el propio Mago de Oz, que fue también un inventor.

Adolf Hitler in OzLo asfixiante de esta cosmogonía es que, como tantas otras, continúa con un Big Bang de expansión literaria que parece no tener final. Desde el mismo instante en que nació la Tierra de Oz comenzaron a surgir imitadores y continuadores de la saga. Detalle que no ocurre con otros mundos de fantasía igualmente adorables, como el de Alicia, en el País de las Maravillas o Peter Pan (donde sus continuaciones o variaciones son escasas). Deslow, el primer ilustrador, fue también su primer imitador, apropiándose de los personajes que él había ayudado a crear visualmente, y escribiendo sus propios libros. Aventura que terminó en los tribunales con una decisión dividida. Más tarde, a la muerte de Baum, el universo continuó creciendo en manos de copistas autorizados por la familia y también en manos de otros que contaron su historia, sin tener autorización alguna. Hoy, que los derechos caducaron (o que el poder de Ozma ha disminuido) pueden encontrarse todas las variantes imaginables sobre el mundo de Oz que incluye títulos tan insólitos (y exploitations) como The Undead World of Oz por Ryan C. Thomas (2010), o Adolf Hitler in Oz: a children’s book for adults por Sam Sackett (2011). Escritores consagrados también pusieron su grano de arena en este mundo, como Phillip José Farmer que escribió una continuación donde el nieto de Dorothy –un aviador de piruetas aéreas— es arrastrado a la Tierra Mágica por un ciclón en A Barnstormer in Oz (1982).

The Undead World of Oz

Fueron catorce libros y sólo en unos pocos Baum habló de los entretelones de este mundo y de su pasado. Es, justamente, El Leñador de Hojalata de Oz uno de los libros más reveladores de toda la saga y el único donde se cuenta el origen del mundo de Oz. Se describe en detalle el pasado del Hombre de Hojalata, de su creador y el de la Bruja del Este, la propietaria de los zapatos de plata que se pone Dorothy tras echarle encima la casa que arrastró el ciclón. Pero además, la novela está plagada de elementos terribles y de dobles lecturas, donde un hombre castrado de pies a cabezas como es lo Nick Chopper, el Leñador de Hojalata, parte en busca de un amor imposible, por compromiso a un pasado que ya no existe y en donde también se le presenta la ocasión de enfrentarse cara a cara con ese pasado –en un episodio digno de un cuento de terror— que no lo reconoce y que, incluso, lo desprecia. El Leñador de Hojalata, como todos los personajes que atraviesan Oz, es alguien cambiado, es otro hombre que ya no es el mismo. Porque los libros de Oz, ese universo, siempre hablan sobre las mutaciones que sufren los hombres y los destinos que le tocan en suerte.

John R. Neill

El Leñador de Hojalata de Oz es tal vez el libro más teosófico de la saga, su autor era un apasionado de estas “ciencias” y la saga de Oz está sembrada de pistas que lectores más avispados, encontrarán sin problema. El Leñador de Hojalata de Oz es también el número doce de la serie. Una novela para leer entre líneas y para disfrutar con los ojos cerrados, porque Baum, como todos los grandes escritores, sabía, sobre todo, entretener al lector, mientras sacudía su inconsciente.

Que los incautos lo disfruten…


El leñador de hojalata de Oz de L. Frank Baum

El Leñador de Hojalata de Oz, única novela del mundo de Oz de L. Frank Baum no traducida a nuestra idioma, fue editado en idioma español por Ediciones Ignotas con las ilustraciones interiores de la 1ra. edición norteamericana de John R. Neill y portada y contratapa de Cristina Breccia. Más información: http://edicionesignotas.blogspot.com