Terror Universal
E mail Nombre

Seccion: Biografías (Lecturas: 107817)
Fecha de publicación: Agosto de 2005

Lucio Fulci: más allá del terror

Un completo racconto de un director de culto que se ha convertido en centro de amores acérrimos y odios terminantes entre los aficionados al cine fantástico.

Página 1 • Página 2 • Página 3Página 4

Lucio Lagioia



Registro de marcas

Bookmark and Share

fulci cruza el más allá

Un ZOMBIE submarino...En 1979, Fulci pasaba por otro de sus pésimos momentos: su nueva mujer alemana había desaparecido, robándole dinero, sufría una crisis económica, y una de sus hijas se habia caido de un caballo y estaba mal. Por entonces, el éxito de George Romero, DAWN OF THE DEAD (El Amanecer de los Muertos, 1978) en Europa era enorme. Dario Argento, co-productor de la película, la había remontado y retitulado en Italia con el titulo de Zombi. Haciendo gala del habitual instinto explotation, tres productores (Gianfranco Couyomdjian, Ugo Tucci y Fabrizio de Angelis) se propusieron hacer una película que explotase el tema de los muertos vivos caníbales, y le encargaron a Dardano Sacchetti y su mujer Elisa Briganti que escribieran un guión sobre el tema. A la pareja de guionistas, la idea de plagiar Dawn of the Dead no le gustaba en absoluto, asi que imaginaron una historia sobrenatural situada en una isla exótica que se contrapusiera al ambiente urbano del film de Romero. Asi nació La Isla de los Zombis, que luego se transfomó en una secuela no oficial: ZOMBI 2 (AKA: Zombie), gracias a una idea caraduresca de Tucci. Este productor, eligió inicialmente a Enzo Castellari, pero este pidió 40 millones de liras, una enormidad para una producción de bajo presupuesto. Fulci, con graves problemas económicos, aceptó por 6 millones. Con Zombi 2 nace la polémica en torno a si Fulci es un genio revolucionario del género o un copiador oportunista. En aquella ocasión, Dario Argento se ofendió con Fulci por el título explotativo, y este le contestó con una lista de varias peliculas con la palabra "zombie" en el titulo, diciéndole que los zombies pertenecían a Haiti y a Cuba... no a Dario Argento.

La película comienza con un misterioso hombre disparándole en la cabeza a un zombie. Luego de los títulos de credito, pasamos a la costa de New York, en donde una patrulla costera se enfrenta a otro zombie dentro del abandonado bote del famoso Dr Menard (Richard Johnson). Estos extraños sucesos serán investigados por un periodista (Ian McCulloch) y la hija de Menard (Tisa Farrow, hermana de Mia) quienes parten hacia la caribeña isla de Matool, en busca del científico. Alli se encontrarán con Menard y descubrirán que los muertos (aparentemente a causa del vudú) reviven y asesinan a los vivos para devorar su carne.

Vayamos por partes, y seamos objetivos. Si bien el título Zombi 2 explota el éxito del título italiano del film de Romero, y si bien la película trata acerca de muertos vivos canibales a los cuales se los mata destruyéndoles el cráneo, el film de Lucio Fulci se aparta del de Romero para crear una obra original y distinta, con una identidad propia. Fulci, pudiendo haberse conformado con copiar a Romero, sin introducir nada nuevo, partió de una concepción explotativa y la reconvirtió con sus propios elementos. A saber:

-El argumento es muy distinto al del film de Romero. Alejándose de los tan mentados comentarios sociales críticos de Dawn of the Dead, Zombi 2 platea una historia de terror puro, con motivos y situaciones mucho mas clásicas (vudú, científico que experimenta con muertos).

-Zombi 2 posee una ambientación exótica, misteriosa y siniestra, situada en Santo Domingo, frente a la urbana de Dawn of the Dead.

-Los zombies de Fulci son absolutamente distintos a los pálidos y en general poco impresionantes muertos vivientes de Romero. En Zombi 2, vemos a unos inolvidables y artesanales zombies putrefactos y agusanados, excelentemente maquillados por el genial Giannetto de Rossi, que creó verdaderas obras de arte macabras en cada uno de ellos.

-Las escenas gore de Zombi 2, dejan en pañales a las mejores de Tom Savini. En esta película, Fulci y su guionista Sacchetti desataron toda su imaginación morbosa y crearon escenas nunca vistas y aun no igualadas. Creanme, no exagero. El que escribe esta nota ha visto la totalidad de las grandes películas gore de todos los tiempos y procedencias, y hasta ese momento nadie había llegado a tales extremos de perfección ultraexplicita. Y aun hoy en dia nadie pudo recrear escenas que lleguen a ese nivel. El famoso empalamiento ocular con una astilla de madera sufrido por Olga Karlatos, el combate a mordiscos entre un zombie y un tiburón, o el plano en el cual un zombie le desgarra la garganta a mordiscos a Auretta Gay, son ejemplos de las espectaculares escenas gore de la película.

El Capitán Haggerty, uno de los más particulares zombies de la historia.-Los crimenes resultan espectaculares no solo por ser originales y sangrientos, sino por como estan filmados. El minucioso y obsesivo trabajo de dirección, la siniestra música, la interpretación de los actores en los momentos clave (en otros, a Fulci no le importaba tanto), los efectos de sonido detallistas y minuciosos, los violentos movimientos de cámara y la tensión previa, se combinan para crear imágenes que dejan perplejo al espectador que ve Zombi 2 por primera vez, espanta a los que no gustan del terror y del gore, y maravillan a los que si les gusta. A nadie pasa desapercibido. Nunca una cámara se había situado dentro de una tumba y había emergido lentamente de ella como si del propio punto de vista del zombie se tratara. Nunca un zombie se había abalanzado hacia la cámara para atacarla a mordiscos. Enfoques nuevos y sorprendentes que trasgreden límites e impactan al espectador. Terror puro, sin concesiones ni medias tintas.

-Finalmente, valga la redundancia, el final de la película resulta insuperable: el plano de una horda de zombies avanzando por el puente de Brooklyn, mientras el locutor de una radio relata la caótica situación, resulta inolvidable.

La pelicula también tiene sus defectos: los logrados movimientos de cámara antes mencionados se contraponen con algunos en ocasiones torpes y descuidados, sobre todo durante los dialogos de los actores. El ritmo de la película por momentos decae y hay algún desnudo que a alguien le podría parecer innecesario. Zombi 2 fue un inesperado éxito internacional, superando en fama y fortuna al film de Romero. Los productores ganaron muchísimo dinero y De Angelis firmó un contrato con Fulci para producirle 5 peliculas en 5 años. Fulci, aunque no ganó mucho dinero, logró bastante fama. "El director es la última persona que ve algo de dinero en este negocio" diría el director. A partir de esta película, se convenció de explorar el género de terror. Ya no volvería ni a las comedias ni al western. Zombi 2 marcó la unión de un grupo de colaboradores que trabajó, a partir de aquí, en las mejores películas de Fulci: el director de fotografia Sergio Salvati, el músico Fabio Frizzi, el guionista Dardano Sacchetti, el editor Vincenzo Tomassi, y el creador de FX Gianetto de Rossi.

A pesar de decidir involucrarse en el género de terror, su siguiente película, LUCA IL CONTRABBANDIERE (Luca el Contrabandista, 1980), fue un policial... al estilo Fulci. Partiendo de uan clásica historia de enfrentamiento de bandas mafiosas, típico del poliziotto italiano, Fulci excedió una vez mas los límites habituales del género, demostrando que su gusto por lograr escenas macabras y sanguinarias no tenía una motivación comercial o explotativa, sino que nacía del personal interés obsesivo del director de recrear imágenes crueles definitivas y totales que conservan aun todo su potencial, muchas veces en detrimento del argumento y del guión. Luca el Contrabandista es un catálogo horripilante de brutalidad mafiosa con escenas tales como la lenta quemadura del bello rostro de una traficante con un mechero, o la explosión del estómago de un mafioso por efecto de un certero escopetazo. Las balas de pistolas, escopetas y ametralladoras destrozan cráneos, gargantas y cuerpos. A pesar de tanta violencia sangrienta, la escena mas brutal no será una de ellas: la mujer del protagonista (Fabio Testi) es brutalmente sodomizada, mientras su marido es obligado a escuchar el acto por teléfono.


PAURA NELLA CITTA DEI MORTI VIVENTI

En 1980, Fulci volvió al género zombie que lo había hecho famoso con PAURA NELLA CITTA DEI MORTI VIVENTI (Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivientes, AKA: La Paura, The Gates Of Hell). Un sacerdote se ahorca en un cementerio de la lovecraftiana ciudad de Dunwich, abriendo de este modo las puertas del infierno y haciendo que los muertos vuelvan a la vida. Este hecho es visionado por una médium (Catriona McColl) quien sufre un shock y, aparentemente, muere. Mas tarde será rescatada de ser enterrada viva por un periodista (Christopher George) y, junto a dos pueblerinos (Janet Agreen y Carlo de Mejo) intentarán cerrar las puertas del infierno.

Un débil mental (Giovanni Lombardo Radice) recibe un tratamiento punzante.Pánico en la Ciudad de los Muertos Vivos demostró la partícular y ambigua manera de dirigir cine de Lucio Fulci. Por momentos irritante, extraño e incoherente, por momentos fascinante y genial, este film perturba la capacidad crítica del espectador avezado, que asiste mas a una sucesión de imágenes que a una película, cuya linea argumental se ramifica y desdibuja hasta casi desaparecer. Muchos de los eventos que suceden permanecen sin explicación. Los zombies por momentos actúan como los habituales muertos vivientes caníbales, aunque también aparecen y desaparecen como fantasmas. La manera de eliminarlos, también es ambigua; aquí no hay disparos a la cabeza: mientras que una zombie es eliminada al atravezarle una vara de metal, otra es espantada... ¡tan solo con el acto de cerrar los ojos con fuerza, en un intento de ignorarla!. Fulci pierde la linea argumental (si alguna vez se preocupó en tenerla) y la coherencia interna brilla por su ausencia. Nunca es aclarado por que el sacerdote se suicida, ni porque luego reaparece como si se tratase del "clerigo malvado" de Lovecraft, para comandar a los muertos vivientes caníbales. La película explica que recién en el Dia de Todos los Muertos los muertos volverán a la vida... pero al principio se había mostrado que los muertos ya se leventaban antes de ese dia. Durante el climax, el clérigo malvado será aparentemente vencido de manera topicamente clásica al ser atravezando grotescamente con una cruz, como si de un vampiro se tratase. En el final mas desconcertrante de la historia, un niño avanza hacia la cámara para unirse con los protagonistas sobrevivientes y la pantalla se quiebra, por decirlo de algun modo, quedándose en negro. Sobre este final se han escrito mil hipótesis distintas, aunque la realidad es increiblemente simple: Inicialmente, la película tenia un final feliz, pero, en el rollo filmico, había una impureza en la imagen. Era como si la misma se quebrase... Entonces, Fulci (que no le gustaba el final felíz) y su editor Tomassi cambiaron el final feliz por uno macabro y ambiguo. Asi de simple.

 


En Alemania L'ALDILÀ se conoció como "Die Geisterstadt Der Zombies"

Chris George las pasa de puta madre en el final de L'ALDILAPero si por un lado la película es incoherente, incomprensible, lánguida y absurda, por otro lado es... simplemente fascinante. Fulci, como en casi todos sus films de horror, se concentró en crear (de manera intencional, no "de casualidad" como se ha dicho) situaciones e imágenes surrealistas fascinantes y cautivadoras, desdeñando los diálogos y la lógica argumental. En esta película, gran parte de los diálogos y conversaciones entre los actores son puro relleno, pura transición entre una escena terrorífica y otra. Pero esas escenas terrorificas, son geniales. El plano en el cual el sacerdote ahorcado se superpone y se funde sobre el iris de la médium que visiona la escena es maravillosamente irreal, como lo son las perversas apariciones fantasmales del sacerdote que, cuando mira fijamente a sus víctimas, provoca que ellas lloren sangre o (en una escena gore inigualable) vomiten todo su paquete intestinal. Las tétricas apariciones espectrales de los pútridos zombies en una neblinosa y lograda ambientación son impagables, como asi también las escabrosas escenas sangrientas, como el taladro que penetra de manera ultrarrealista el cráneo de Giovanni Lombardo Radice (en una lenta y sádica escena parecida al empalamiento ocular de Zombi 2), o las obsesivas escenas en las cuales los zombies presionan con una mano la parte occipital del cráneo de sus víctimas... ¡arrancándoles el cerebro!. Por supuesto, un obsesivo Fulci no puede olvidarse de las agresiones de animales, como la lluvia de gusanos que cae sobre la protagonista, o las ratas que devoran el cráneo destrozado de Christopher George.

IL GATTO NERO (El Gato Negro, 1980) fue su siguiente película, y una gran decepción. Patrick Magee interpreta a un psíquico que busca grabar las conversaciones de los muertos en los cementerios (¡!). Además, tiene el poder de dominar la mente de su gato negro, al cual utiliza para asesinar a sus enemigos. Una fotógrafa (Mimsy Farmer) y un polícia (David Warbeck) investigan los hechos.

Retazos de La Verdad sobre el Caso de Mr Valdemar (el intento de Magee de estudiar cientificamente el mas alla) se mezclan con retazos de El Gato Negro (el siniestro, valga la redundancia, gato negro, la protagonista emparedada viva), para acabar configurando un pastiche agradable pero muy insatisfactorio. El film tiene muchos baches argumentales y escenas sin interés. A pesar de que la película muestra varios asesinatos violentos y logrados, ninguno llega al nivel sangriento y elaborado que podía esperarse de Fuici y el final es muy flojo. Al menos, la música de Pino Donaggio es excelente, como lo es la fotografia de Sergio Salvati. En esta película, la obsesión de Fulci se centró en los interminables planos detalles a los ojos de los protagonistas, incluso del gato. Siendo Fulci un apasionado de Edgar Allan Poe, se esperaba mucho mas de la película, aunque, comparada con la mayoría de las adaptaciones cinematográficas de la obra del genio norteamericano, sale bastante bien librada.

L'ALDILA (El Más Allá 1981, AKA: The Beyond, Seven Doors of Death) es, sin lugar a ninguna duda, la obra maestra de Lucio Fulci y, para el que esto suscribe, el mejor film de horror de la historia.

La película comienza en Louisiana, en el año 1920. En un hotel, una turba enfurecida tortura, crucifica y empareda a un pintor de apellido Schweick (Antoine Saint-John) al cual acusan de brujo mientras Emily, una misteriosa muchacha ciega (Cinzia Monreale) recita tenebosas profecías del libro de Eibon, el cual afirma que el hotel esta situado sobre una de las siete puertas del infierno y que, cuando se abra, el mal invadirá el mundo. Ya en 1981, Liza (Catriona MacColl) hereda el hotel. Mientras espantosas muertes inexplicables comienzan a suceder, Liza conoce al Dr John Mc Cabe (David Warbeck) quien permanece excéptico ante sus temores. Emily (para quien el tiempo no transcurrió) entra en contacto con Liza, advirtiéndole sobre el peligro que corre de permanecer en el hotel. John y Liza acabarán enfrentandose a hordas de muertos vivientes, y traspasarán el mas allá.

En El Mas Alla los personajes son asesinados y los cadáveres se acumulan en la morgue sin que nadie investigue los crímenes. "Pura anarquia". "Mi idea era hacer un film absoluto. El Mas Alla es un film sin argumento, no hay lógica, solo una sucesión de imágenes" dijo Fulci sobre la pelicula. Nada mas acertado. El Mas Alla es un apasionante resumen amplificado de absolutamente todas las morbosas obsesiones del director: salvajes ataques de animales (arañas que devoran el rostro de un hombre inmovilizado, un perro lazarillo que destroza la garganta de su ciega dueña), un apasionante clima mágico, fántastico e irreal, horripilantes muertos vivientes (en este caso, no caníbales) y obsesivos planos detalle a los rostros y ojos (muchos de ellos ciegos) de los protagonistas... sobre todo a los ojos, los cuales son atravezados con clavos que ingresan desde la nuca, o arrancados con los dedos. ¿Por qué esta obsesión morbosa de Fulci con los ojos?. El director intenta explicarlo: "Ellos (los ojos) son la primer cosa que tienes que destruir, porque han visto demasiadas cosas malas". Solo un imposible viaje al interior de su mente podría explicar su insistencia en enfocar y lacerar de todos los modos posibles los ojos de sus personajes.

Pero no todo son agresiones oculares. El primer encuentro entre Liza y Emily, en una desolada carretera, es hermosamente siniestro. Durante una de sus reuniones en el hotel, Emily huye asustada con su perro lazarillo y Liza se queda sola. Tras esto, Liza cierra los ojos y ve, como en trance o magicamente (y de distintos e imposibles ángulos) la huida de Emily, en cámara rapida y lenta. Una sutil demostración de que la reglas mundanas de tiempo y realidad, en aquel hotel, no existían.

En la morgue, luego de vestir a su marido asesinado, su aflijida mujer recibe un baño de ácido en su rostro, el cual se deshace lentamente ante la espantada visión de Jill, su hija. La sangre que mana del rostro, avanza, susurrando, con vida propia, hacia ella. Durante el apasionante climax, Liza, John, y Jill se enfrentan a tiros ante montones de muertos vivientes, quienes avanzan con los ojos cerrados y la cabeza gacha, (La escena con los zombies en el hospital fue agregada para el gusto de los distribuidores alemanes, ¡los cuales no compraron la película por ser demasiado violenta!. A Fulci, la escena no le gustaba.) y ante el propio Schweick, al cual, inexplicablmente, Warbeck nunca le dispara a la cabeza, aun habiendo comprobado que asi mueren los zombies. Sin embargo a Jill, ahora convertida en zombie, si le dispara a la cabeza, reventándosela, como en una especie de broma irónica. En el mejor final de toda el cine de Fulci, los protagonistas escapan de los zombies bajando unas escaleras, para volver inexplicablemente al sótano del hotel. Aterrorizados, trasponen una pared destruida que emana una luminiscencia azulada y alcanzan "El Mar de las Tinieblas", el mas allá pintado por Schweick en el prólogo del film. Ambos caminan por un paraje desolado y desértico, cubierto de nieblas y arena, similar al cuadro que pintaba Schweick durante el prólogo. En el suelo, yacen hombres y mujeres desnudos entremezclados con extrañas figuras de cemento. Aterrorizados, John y Liza oyen que unas voces susurrantes los llaman, y descubren que no hay manera de salir, y quedan atrapados, completamente ciegos...

La apocalíptica imaginería irreal y salvaje de Fulci es acompañada por la mejor banda sonora de Fabio Frizzi, una genial fotografia de Sergio Salvati (el prólogo en tintes sepia es excelente), un guión trepidante de Dardano Sacchetti, y unos FX ultra explicitos y horipilantes de Gianetto de Rossi. Una obra maestra irrepetible y otro gran éxito internacional, que enriqueció aun mas al amarrete productor De Angelis (llamado "La Cobra" por Fulci). Sacchetti no se equivocó al decir que El Mas Alla es un milagro ya que, realmente, el presupuesto y las condiciones de trabajo eran bastante apretadas. Tanto lo eran, que para la escena final en el mas allá, no había dinero para extras. El equipo técnico debió recoger vagabundos y borrachos de la calle y darles alcohol para que se quedasen quietos e inconscientes mientras eran filmados.

Página 1 • Página 2 • Página 3Página 4