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EXTRAÑA INFLUENCIA

Fito Páez y Charly García en el Estadio Polideportivo de Mar del Plata. Domingo 2 de febrero de 2003. 21 horas. [Nota escrita para la desaparecida revista virtual montevideana LadoB, publicada en su número de marzo de 2003].

No había exigencia contractual para que tocaran juntos, pero la abrumadora mayoría de los miles (dicen que 8000) que fuimos al Polideportivo esperábamos que se juntaran por al menos dos o tres temas. En los recitales de Charly García en el Gran Rex de Buenos Aires, en diciembre pasado, subió Fito Páez a escena para hacer, apenas, Canción de Alicia, Ciudad de pobres corazones y Cerca de la revolución. Pero dicen los que dicen que saben que a Charly le agarró un ataque de estrellitis por un tema de cartel francés y ahí quedamos, afeitados y sin visitas. Apenas se juntaron en el escenario para un saludo breve, media hora después del final del show de García, que sonó mitad a cargada y mitad a disculpa. Pero no voy a hacer una nota de lo que no fue, así que ahí vamos con lo (mucho y bueno) que pasó. [Derecha: Charly en Cosquín seis días después de esta actuación, con Fito en Cerca de la revolución]

Media hora después de la apertura anunciada subió a escena Fito Páez, acompañado de Gonzalo Aloras en guitarra, Guillermo Vadalá en bajo y Sergio Verdinelli en batería. Una banda de rock como el demonio del rock manda; nada que ver con las orquestaciones pomposas de buena parte de la década del '90. Fito hizo un set brillante, con muchos hits y pocos momentos en los que bajó el ritmo.

Abrió con un interesante tema nuevo, prometiendo un futuro disco que va a estar entre los mejores de su carrera (dándole la razón a lo predicho por el amigo Costigliolo en el número 23). Luego se sucedieron Balada de Donna Helena y Suspensión, un cover del primer disco de Invisible (1974) que sonó perfecto, con Aloras luciéndose en los intrincados riffs de un tema que dejó a todos con la boca abierta. Ah, cuando Spinetta hacía rocks bien podridos...

Después vinieron Once y seis (único tema de su primera etapa), Tumbas de la gloria (uno de los puntos altos del recital; una de sus mejores canciones, que fue dedicada a Charly) y la notable Polaroid de locura ordinaria (quizás el mejor de sus temas, perfecto en su evocación de la imaginería de Charles Bukowski). A esta altura, con la gente al palo, indiferente a los habituales problemas de sonido que implica tocar en el Polideportivo, Fito hizo un medley de Circo beat, Tercer Mundo y Nada más preciado, adecuada introducción para un final que ofreció la impecable seguidilla de la casi profética Ciudad de pobres corazones, Brillante sobre el mic y A rodar, con su desafiante estribillo de genuina actitud rockera ("yo no sé dónde va / yo no sé dónde va mi vida / yo no sé dónde va / pero tampoco creo que sepas vos").

Para los bises, una hermosa versión de Un vestido y un amor, entre jazz latino y bossa nova, y la discutible decisión de cerrar con la parte más burdamente pop de su repertorio: Mariposa tecknicolor y Dar es dar. Fito, dejaste en el banco nada menos que Gente sin swing y El chico de la tapa, por citar sólo dos temas... De todos modos, no cabe menos que decir que fue un show excelente, de lo mejor del verano.

No podría decir lo mismo del recital del músico de bigote bicolor, uno de los circunloquios más pelotudos que conozco para no repetir Charly o García. Apenas una hora y cuarenta minutos después del final del set de Fito Páez, García se apareció, maquillado de blanco, con un guante rojo y otro negro, en colores muy Say No More. La disposición de la banda fue la siguiente: de derecha a izquierda, Antonio Silva en batería, Piuye Hayashita en guitarra, Charly (sentado en un sofá rojo), Carlos González en bajo y María Gabriela Epumer en guitarra y coros. García y Silva tocaban casi enfrentados (al estilo de lo que solía hacer Charly en los lejanos '80 con Willy Iturri), con Silva muy pendiente de las indicaciones para cortar un tema antes de tiempo, dar una vuelta más o hacer un arreglo particular, surgido en el momento. Hubo varios de estos cambios repentinos, lo que le dio al show un aire un poco desprolijo, que por momentos bordeó el ensayo con público. Un ejemplo: en un momento, debido a una confusión, los guitarristas comenzaron dos temas diferentes (Hayashita arrancó con el riff de No llores por mí Argentina, y María Gabriela con Raros peinados nuevos). Charly decidió hacer este último tema pero sobre el riff del primero, y enganchar su final con el comienzo del viejo hit de Serú Girán. De todos modos no quedó tan mal, y ayudó a darle un aire de espontaneidad a temas que todos conocemos de memoria, de principio a fin.

Empero, cualquier desprolijidad o desgano pasó casi desapercibida para el gran público, porque varios de sus temas están grabados en el inconsciente colectivo de dos o tres generaciones de argentinos, y esos temas adquieren vida propia cada vez que son interpretados. Así, después de abrir con un tema nuevo, Rehén, se sucedieron varias gemas: Rezo por vos, Perro andaluz (gran tema de Serú Girán, de Grasa de las capitales), Anhedonia, Pasajera en trance, Demoliendo hoteles, la hermosa Adela en el carrusel (Charly ¿por qué no hiciste más temas como éste?), Asesíname (un tema nuevo de un disco futuro que promete), Nos siguen pegando abajo / Pecado mortal, Fanky, Me siento mucho mejor en versión cover de los Byrds nota por nota, el ya citado involuntario medley Raros peinados nuevos / No llores por mí Argentina, I'm not in love, Tu vicio e Influencia.

Para los bises, Yendo de la cama al living en una versión bárbara, Cerca de la revolución, El amor espera (de Influencia) y la ya habitual chanza de cortar No voy en tren en la parte que dice "soy el que cierra y el que apaga la luz".

En el final, una pequeña interpretación de las actitudes de García. Yo creo que lo que le pasa es que tanta devoción lo aburre: ver que la gente le aplaude sus peores desplantes le despierta la tentación de tensar la cuerda un poco más y ver hasta dónde se le tolera. Esa sensación de que no importa lo bien que se toque, total para la gente todo está bien, puede ser halagadora pero termina siendo dañina para un músico, como ya se dio cuenta George Harrison a los pocos meses de Beatlemania. Borges decía que de todas las formas de la incomprensión, tal vez la peor era el éxito (creo que en "Examen de la obra de Herbert Quain"). En fin, tal vez me estoy yendo para el lado de los tomates. García: has dado mucho, pero dejame decirte que nos debés una. Tal vez en el festival de Cosquín se dé el encuentro que aquí se frustró.

Reproducido en la revista virtual uruguaya LadoB..., en su número 24 - marzo de 2003.

 

ALGUNAS OTRAS NOTAS ACERCA DE CHARLY GARCÍA EN ESTE SITIO

* García en el Polideportivo. Charly García en el Estadio Polideportivo de Mar del Plata, octubre de 2002.

* La grasa de las capitales no se banca más. Nota acerca del disco de Serú Girán, mayo de 2005.

* Kill Gil, en su versión filtrada por Internet, mayo de 2007.

* Cinco trucos armónicos de Charly García.

* Vindicación de La Hija de la Lágrima.

* La dictadura de 1976-83 contada con canciones de Charly García

* Charly García y La Máquina de Ser Feliz.

* Diccionario de influencias en la música de Charly García, de la A a la Z. Nota de junio de 2017.

* Tango (2 x) 4. Acerca del disco Tango IV de Charly García y Pedro Aznar.

* Yo ya soy parte del mar Artículo de mayo de 2018 acerca de la célebre batall... nota de La Opinión de 1977 que enfrentó a Charly y David Lebón con tradicionalistas como Osvaldo Pugliese, Edmundo Rivero y Ariel Ramírez.

* Charly García entre las focas y el Casino en La Feliz Nota de marzo de 2019 acerca de la relación de Charly con Mar del Plata.

* Pizza con fernet: Charly García en Córdoba Nota de abril de 2019 acerca de Charly García y su a veces muy áspera relación con Córdoba.

* No soy un extraño: Charly García y Nueva York Artículo de mayo de 2019 referido al comercio de Charly con la Gran Manzana, la capital del mundo.

* Charly García y Brasil: um vampiro sob o sol. Artículo de junio de 2022 adivinen acerca de qué.

* Spinetta y García: total interferencia. Nota de mayo de 2023 sobre la relación entre ambos próceres del rock latinoamericano.

* Cuando Say No More le cantó a Sui Generis. Nota de setiembre de 2023 acerca del retorno del dúo en 2000, para su obra Sinfonías para adolescentes.

 

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