3er. día ... 7 de noviembre

BELLFLOWER (2011) de Evan Glodell
¿Qué clase de problemas tendría un joven que no necesitara trabajar para vivir y que no tuviera problemas de autoestima? Woodrow y Aiden son dos amigos que se dedican a beber y a perfeccionar un lanzallamas para adaptar al "Medusa", un Buick '72 estilo Mad Max que parece circular libremente por la ciudad y las carreteras. Una noche, en un bar, ambos conocen a Milly y Courtney, dos chicas atrevidas y simpáticas con las que se involucran. A pesar que en una secuencia, Woodrow y Milly se marchan en coche a Texas, el grueso de la trama se desarrolla en un vecindario surcado por una calle denominada "Bellflower". Sacando este marco estático, BELLFLOWER podría ser un "film de carretera", con esos personajes incapaces de sentirse a gusto en el diario devenir de la vida urbana y su búsqueda de permanentes novedades en lo emocional, afectivo o sexual. La insatisfacción, la ansiedad, el amor libre, el escepticismo ante la vida se complementan con ese "jugar con fuego" habitual al que se dedican los protagonistas. Gestada a lo largo de años, el realizador Evan Glodell (que interpreta al joven Woodrow), expone hallazgos visuales y un interesante quiebre narrativo hacia el minuto 55 de proyección. El resto de la trama transitará en una bienvenida ambigüedad, con sorpresivos golpes de efecto y algún que otro cliché telenovelesco. El balance, desigual en su primera hora recobra vigor en su última media gracias a ese no enteramente lógico enrarecimiento de clima.

LES VACANCES DE MONSIEUR HULOT (Las Vacaciones del Señor Hulot-1953) de Jacques Tati
Luego de varios años de trabajo, algunos problemas financieros de por medio, Tati completa su siguiente película después de la memorable JOUR DE FÊTE (Día de Fiesta-1948). Su protagonista ya no era el bonachón cartero François, sino un tal Monsieur Hulot, "el hombre común", personaje que, desde su ignorancia y curiosidad, se enfrenta a los avances tecnológicos del Siglo XX y a las convenciones de la sociedad de la época, provocando el caos, trayendo el desorden a todos sus vecinos y satirizando de esta manera sus comportamientos. Su llegada a la localidad veraniega de St. Marc-sur-Mer, en Bretaña, supone el comienzo de las más grandes molestias y alteraciones de la tranquilidad para todos los turistas ahí presentes. El broche de oro es un partido de tenis que constituye una de las rutinas más cómicas del actor. A lo largo de infinidad de situaciones, Hulot no solo hace reir con gags sino que, al reflejar nuestras costumbres o bien la de nuestros progenitores y abuelos, nos permite ser espectadores de nosotros mismos y darnos cuenta cuan ridícula y grotescamente cómicos somos como sociedad occidental, como clase media, como burgueses con algo de dinero o como simples veraneantes al huir del adocenamiento urbano para adocenarnos en una playa dorada por el astro rey.