HELLO, ARGENTINA! VISITAS DE ARTISTAS ANGLOSAJONES DE ROCK Y POP CUANDO NO VENÍA NADIE
De Paul McCartney a Franz Ferdinand, de Mars Volta a los Rolling Stones, de U2 a Pearl Jam, de Madonna a The Strokes, apenas hay artista anglosajón de pop o rock de alguna envergadura que no haya pisado estas playas remotas del sur del mundo, algunos de ellos varias veces. Pero no siempre fue así: hubo épocas en las cuales la visita de un número de segunda línea era el acontecimiento del año. Con ustedes, una crónica de aquellas visitas en tiempos heroicos, digamos antes de 1990. (Parte II de II: 1981-1990). .
(Continúa de aquí)
ENTRE LUJURIAS Y REPRESIÓN / BAILASTE LOS DISCOS DE MODA
Los signos del final de la orgía consumista de la Plata Dulce estaban escritos en el cielo, para quien quisiera verlos, pero en ese verano de 1981 todavía se seguía gastando en dólares como si no hubiera mañana. Boca compraba el pase de Maradona, River el de Kempes... y el empresario Alfredo Capalbo traía a Queen. La Reina tocó el sábado 28 de febrero y el domingo 1o. de marzo en el porteño estadio de Vélez, el miércoles 4 en
el Estadio Mundialista de Mar del Plata, el viernes 6 en el de Arroyito en Rosario, y cerró la etapa criolla de su gira con otro Vélez el domingo 8. La banda telonera hizo su difícil debut precisamente en estas actuaciones: era... Zas. ¡No te faltaban contactos, Miguel Mateos!
(Imagen de la derecha: dos potencias con los bolsillos llenos de la Plata Dulce de Videla y Martínez de Hoz se saludan, Queen y Diego Maradona. Nótese a Freddy Mercury con la casaca de la selección argentina y a Diego ¡con una remera con la imagen de la bandera británica!).
Queen no fue una banda que haya abierto nuevos caminos en el mundo del rock y el pop, no dio su nombre a una época, pero tenía un cantante extraordinario, varios muy buenos temas y una presencia escénica tremenda, y el pequeño, marginal y apenas profesional mundo del rock argentino seguramente tenía más para aprender de Freddy Mercury y su gente que para criticarle. Por eso hoy sorprende el tono superado de las opiniones vertidas en el número 56 del Expreso Imaginario por Ricardo Messina y Roberto Pettinato (sí, el mismo, cuando tenía veintipocos años). Decían entonces, marzo de 1981: "la gente queria divertirse y se divirtió y saben que no pueden pedir más de Queen. Pero si a alguno se le ocurre escuchar letras profundas, buenos instrumentistas, música que llegue al alma o que te ponga los nervios al rojo vivo, va a tener que recurrir a otro grupo. Ahora, si quieren bailar (...) entonces no se pierdan a Queen. Ellos no los van a defraudar". (Hay que comprender la época: veníamos de una masacre. Aceptar que no era frívolo divertirse o bailar, que eso no significaba negar ninguna realidad siniestra, todavía iba a llevar unos años. Además, había que tener la cara muy dura para reprocharle eso a los hermanos Moura de Virus, que tenían un hermano desaparecido por la dictadura). Esto no terminó ahí: las opiniones cruzadas acerca de la visita garantizan el interés de la lectura del chisporroteante Correo de Lectores del número siguiente del Expreso.
También tienen su interés las repercusiones en la revista Humo® número 55, editada por esos mismo días. (Tengo claro que la gracia de estas dos notas meramente enumerativas reside en las digresiones y la arqueología de hemeroteca). Gloria Guerrero escribe una larga nota riéndose de la ignorancia y el desconcierto de la prensa escrita argentina, que por aquella remota época jamás se había ocupado del rock y no sabía absolutamente nada del tema, tanto que comete errores como equivocarse con las fechas de edición de los discos de Queen, el día de nacimiento de Brian May o el nombre del baterista (¡"Roger Meadows"!). El cronista del muy patricio diario La Nación llega a disculpar la pobreza de datos de su artículo quejándose de que los encargados del sonido "se negaron a informar los temas y el orden respectivo de los mismos" (!). Por su parte, Alejandro Dolina firma un artículo bastante polémico, casi seguramente menos motivado por la música de la banda que por una reacción ante el previsible ataque de tilinguería anglófila de nuestra prensa "independiente". Del tenor de la nota del Negro tal vez pueda dar una idea si cito una frase como "la música nacional es el tango y el folklore". Hoy Dolina no escribiría esa nota: en parte creo eso porque mucho más acá en el tiempo le he oído elogiar la música de Queen, en parte por las razones expresadas en el audio que pueden escuchar haciendo clic aquí a la derecha, en el cual habla del mito de Hércules y Anteo como metáfora de la relación de una obra cultural con la tradición del país de su autor. (La venganza será terrible, Radio 10, 19 de enero de 2007. Fuente: aquí).
COMIENDO DEL PLATO DEL PERRO
Entre el final de la dictadura de Videla y Martínez de Hoz y el comienzo de la de Viola, se pinchó la burbuja del peso y, no obstante la memorable frase del ministro de Economía Lorenzo Sigaut ("el que apuesta al dólar va a perder") los que apostaron al dólar ganaron... y los que contrataron artistas extranjeros antes del comienzo de la brutal serie de devaluaciones perdieron hasta la camisa. Ese fue el caso de Palito Ortega con Frank Sinatra, ilustre aunque (hoy nos parece) insólitamente no tan bienvenido visitante de agosto de 1981. Todavía se registraron unas cuantas actuaciones de artistas extranjeros, pero mucho menos que en los meses anteriores a los recitales de The Police y Queen. En abril vinieron Chick Corea y Gary Burton al Teatro Ópera, además de Eddy Grant, un músico y cantante de reggae que actuó en el Luna Park los días 23 y 24, circunstancia en la cual se subió al escenario... Diego Maradona, a esta altura ya el símbolo de la argentinidad, el que entrega las llaves del país a los visitantes ilustres. Las críticas lapidarias que generó la actuación de Grant seguramente le afectaron menos al guyanés que el susto que se llevó el 21, cuando había ido a presenciar River - Deportivo Cali por la Copa Libertadores, y los fanáticos millonarios, furiosos por, para variar, una nueva eliminación de su equipo en una competición internacional, lo confundieron con un hincha colombiano y casi convierten su organización fisiológica en un solecismo, barroco en sangre y tripas al aire: quiero decir que casi lo matan. (Por su parte, la derrota riverplatense marcó el comienzo del fin de la larga era de Angelito Labruna como entrenador del equipo de primera del club). Cerró el magro 1981 Rick Wakeman, que se presentó cuatro veces en el Luna Park, del viernes 18 al lunes 21 de setiembre de 1981, en actuaciones que despertaron muchas críticas por el pésimo sonido. Más aún por el tipo de música que se escuchó esas cuatro noches: la lista de temas se puede leer acá.
Por si fuera poco el desquicio económico que estalló en 1981, en 1982 se agregó una guerra con la nación de donde venían la mayoría de los rockeros que nos visitaban, así que hubo que esperar hasta el viernes 11 de febrero de 1983, cuando en el estadio del club Obras Sanitarias tocó Van Halen, en un show televisado por uno de los canales oficiales, ATC (?) que fue prolijamente demolido en Humo® por Gloria Guerrero, a quien no le deslumbraba el heavy metal y en especial no le caían nada bien las monerías en escena de David Lee Roth. Ni en el resto de ese año ni durante 1984 hubo visitas de importancia, pero todo estaba por cambiar. El año clave es 1985.
WAITING FOR 1985
La primera visita de la nueva era fue una de las bandas icónicas de la primera mitad de los años setenta, pero con los plugins necesarios para sonar bien en los ochenta: hablo de Yes, que presentaba su muy hitero 90125 tras un paso por Brasil (Rock in Rio) y Uruguay. Yes tocó el viernes 1 y los sábados 2 y 9 de febrero en el estadio de Vélez, actuaciones de las cuales una fue televisada (recuerdo haberla visto). La cuota de demencia la aportó un fantasmal Comando 2 de Abril, dispuesto a ganar en base a amenazas de colocación de bombas contra pacíficos músicos angloparlantes la guerra perdida por militares incapaces de hacer bien el trabajo por el cual el pueblo argentino les había pagado el sueldo durante décadas. Yes tuvo que suspender sus actuaciones en Rosario, Córdoba y Mar del Plata, pero compensó esas ausencias... con un paso poco menos que inexplicable por Domingos para la Juventud, el tan legendario como bochornoso programa de Canal 9.
La serie de visitas continuó con los metálicos y voluntariamente oximorónicos rockeros de Quiet Riot, que actuaron el viernes 19 de abril de 1985 en el Luna Park, y con el justamente recordado Festival Rock & Pop, organizado por la homónima y recientemente desaparecida radio del viernes 11 al domingo 13 de octubre de 1985 en el estadio de Vélez. La lista de invitados fue bastante ecléctica: una gloria del blues británico como John Mayall, la estrella punk-pop alemana Nina Hagen y los australianos de INXS, en la epoca inmediatamente anterior a tomar el mundo por asalto con ese gran disco que es Kick. También hubo visitas no anglosajonas, como los españoles de La Unión y los brasileños de Blitz, además de artistas argentinos en su mejor momento como Los Abuelos de la Nada, Virus, Soda Stereo, Sumo, Fito Páez o Charly García, en una actuación inolvidable bajo la lluvia, y que se robó el recuerdo de ese festival.
De 1986 sólo se registra la aparición de Johnny Rivers en Badía y Compañía (1). Rivers había venido a promocionar un disco, sin la idea de tocar, pero Badía le ofreció el acompañamiento de Pappo y su banda, y el artista aceptó. Y llegó 1987, un año en el cual la Argentina rockera se dio unos cuantos gustos. Por empezar, los Ramones, el miércoles 4 de febrero de 1987 en Obras, iniciando una relación tan fuerte con el bardero público punk argento que el batero Marky Ramone declaró a Página/12 que "Argentina fue nuestro segundo hogar": un país donde llenaban estadios en vez de salas para 500 personas. No por nada el finado Dee Dee Ramone encontró aquí a su última esposa, Bárbara Zampini, y gustaba matar las horas paseando el perro de su novia por Banfield o pensando en comprarse un chalet en City Bell o Lomas de Zamora. O agitando en la popu del Taladro (?).
Un mes después, tocó The Cure en el estadio de Ferro Carril Oeste, el martes 17 y el miércoles 18 de marzo, asustándose tanto con los incidentes generados por la barra brava del local que no volvieron a Argentina por décadas. Como soporte actuó La Sobrecarga, la banda formada por algunos ex Igoagrio de Trenque Lauquen más Gamexane y el futuro primer baterista de Divididos, Gustavo Collado. El sábado 26 de setiembre, con las cenizas del alfonsinismo aún calientes tras la derrota en las elecciones legislativas del día 6, fue el turno de The Bolshoi, hoy olvidados con entusiasmo, que hicieron una aparición en el omnipresente ciclo Badía y Compañía antes de tocar en Obras. (Nos causaba alguna gracia Badía en aquellos años, por lo formal y poco rockero de su actitud. ¡Cómo se lo extraña hoy, que no tenemos ni Salieris de Badía!). Cerró el año Sting, en la cumbre de su carrera solista, el sábado 11 de diciembre de 1987 en el Monumental, ante 60 mil personas. Fito Páez de telonero en la dolorosa y negrísima pero brillante época de Ciudad de Pobres Corazones, una banda de apoyo jazzera realmente tremenda, las Madres de Plaza de Mayo invitadas al escenario, fueron otros tantos puntos de atracción de la visita del rubio ex The Police. (Sí, las Madres invitadas a un escenario en 1987. Ciertos gestos no comenzaron con el kirchnerismo: más bien volvieron con el kirchnerismo después de años de olvido).
Llegó 1988, un año económicamente turbulento, como casi todos los de la década del ochenta, y otra vez bajó el número de visitas, pero no su calidad. El sábado 6 de agosto de 1988, el aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima, Iggy Pop arrasó Obras con un recordado e incendiario recital. Y en octubre vino la gira sudamericana patrocinada por Amnesty International, Human Rights Now! Como la dictadura de Augusto Pinochet prohibió la etapa chilena de esa gira, hubo un recital ahí nomás de este lado de la cordillera, en el estadio de Mendoza, el viernes 14 de octubre, y otro en el Estadio Monumental al día siguiente. Además de León Gieco y un Charly García en modo demasiado ego on, participaron Youssou N'Dour, Tracy Chapman, Sting, Peter Gabriel y Bruce Springsteen. Notas destacadas del evento fueron la recíproca mala onda Charly - Springsteen y una nota que firmó para Gente el pelotudo a cuerda y por suerte hoy felizmente finado Bernardo Neustadt, preguntándose si el rock era "tuerto" por manifestarse contra Pinochet y no caer en una versión eléctrica y pentatónica de la teoría de los dos demonios. (Arriba a la derecha, Bruce Springsteen cantando The river junto a Sting, precisamente en el estadio de... River).
Luego de un 1989 inolvidable, pero no por las inexistentes visitas sino por la catástrofe de la hiperinflación, los cortes de luz, la coda de los setenta que representó el copamiento del Cuartel de La Tablada y la primera tanda de los indultos, se abrió la época moderna de las visitas de grandes bandas o solistas del rock y el pop anglosajones. Se puede señalar como su apertura el inicio del Derby Rock Festival, el lunes 17 de setiembre de 1990, con la actuación de Laurie Anderson en el Teatro Gran Rex. Dentro del mismo festival, siguió el show de apenas David Bowie, con una banda con un guitarrista excelso como nada menos que Adrian Belew, el sábado 29 de setiembre de 1990 en el estadio de River, especialmente recordado porque la gente coreaba Heroes... en castellano, por mérito del descomunal cover de Fricción, la mejor versión que conozco. El festival de la marca de cigarrillos que ayudó a pagarle la casa propia a Ricardito Darín y los primeros juguetes al Chino Darín culminó en River el viernes 5 de octubre con 60 mil personas presenciando la actuación de Eric Clapton, y sus teloneros Jaf (?) y Mick Taylor. La visita es también recordada por la calentura infernal que se agarró Eric con Ana María Roques, relacionista pública del restaurante Lola, que llegó al extremo de proponerle casamiento a la entonces veinteañera. En exclusiva, Cine Braille se enorgullece en presentar la fotografía de la Roques haciendo clic aquí, por involuntaria gentileza del ABC de Madrid. El muy monárquico y derechista medio no teme afirmar en la nota que acompaña a la mencionada foto que Ana, a Eric, le gusta "más que comer con los dedos".
El resto no es silencio, precisamente, sino todo lo contrario. Salvo el parate de 2002, debido a la desintegración de la economía argentina a fines del año anterior, por suerte llevamos casi veinticinco años de visitas internacionales que tienen poco que envidiarle a las que reciben París, Berlín o Barcelona. ¿Tendrá algo que ver este vendaval continuo de shows de nivel internacional con la lenta decadencia del rock argentino? ¿Competencia desleal, dice usted? ¿Preferencia por el original antes que por la copia, dice usted, usted no, el de atrás, el que está junto al colega nipón? ¿Decadencia las pelotas, dice el joven de allá? Me encantaría que tuviera razón, pero eso mejor lo discutimos otro día en otra nota, tácitos amigos.
(1) [Corrección del 01/11/15: faltó incluir aquí la visita de Siouxsie & The Banshees, que actuó el 5 de diciembre de 1986 en el Estadio Obras, con Los Pillos como grupo soporte. Aquí pueden ver la lista de temas interpretados. The Mission tocó en Obras el 2 de setiembre de 1988 (lista de temas aquí). Y Gene Loves Jezebel tocó en Obras y ¡en el Superdomo de Mar del Plata, ahora me acuerdo! en 1988].