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EL ROCK DEL 11 DE SETIEMBRE

No hace falta aclarar de qué año ¿no? Aquí va un sumario panorama de cómo reaccionó el rock anglosajón a los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono. En pocas palabras: con una abundante dosis de tan sincera como oportuna solidaridad con las víctimas y (salvo escasas, muy escasas excepciones) con mucho cuidado de osar siquiera sugerir la sombra del esbozo de matiz crítico alguno. El Gran Hermano George W., agradecido... (Nota publicada originalmente en el número 24 - marzo de 2003 - de la desaparecida revista virtual uruguaya LadoB...).

Para la industria discográfica americana, el 2001 estaba siendo un año olvidable, recesión mediante. Pero vino el Osama Horror Show y el negocio reflotó: hubo un febril pico de ventas en las primeras semanas posteriores a los atentados. Los psicólogos hablaron de que los americanos estaban usando la "terapia de compras"... American Way of Life en estado químicamente puro.

En un sistema capitalista, ante un aumento de la demanda, la "mano invisible" del mercado responde con un aumento de la oferta para restablecer el equilibrio: nada pudo extrañar, entonces, que las compañías discográficas reaccionaran editando recopilaciones de canciones más o menos patrióticas. Arista relanzó la versión deFuente New York Times "The Star-Spangled Banner" que Whitney Houston había grabado en 1991. También se desempolvaron "God bless the USA", de Lee Greenwood, compuesto en la época de la Guerra del Golfo, y el álbum de John Wayne en el que figura "America: why I love her", donde el legendario vaquero proclama su amor por su país.

(Imagen de la derecha: gentileza involuntaria New York Times).

(No sorprende que el género que haya reaccionado con mayor fervor ante los acontecimientos haya sido el country, el estilo musical más vinculado a la visión mesiánica que los Estados Unidos tienen de sí mismos. Incluso muchos negocios de discos inauguraron una sección "roja, blanca y azul" - por los colores de la bandera yanqui, que artistas country como Randy Travis, Lee Ann Rimes o Faith Hill enarbolaron de inmediato).

El 21 de setiembre de 2001 hubo un teletón a beneficio de las víctimas, emitido desde Nueva York, Los Angeles y Londres, y unos días después las bateas del mundo no tuvieron más remedio que avenirse a recibir a "America: a tribute to heroes", el consecuente doble CD que reúne a Bruce Springsteen, Enrique Iglesias, Celine Dion, Limp Bizkit, Staviski, Don Bosco, La Mignon, Don Chicho, Napoleón, Carnera y San Martín, entre otros.

El 20 de octubre siguiente, en el Madison Square Garden y en ocasión del Concierto por Nueva York - en el que participaron, entre otros, David Bowie, Bon Jovi, Destiny's Child, Paul McCartney, Mick Jagger y Keith Richards - varios artistas presentaron temas inspirados directamente en los acontecimientos. Con "My city of ruins", Bruce Springsteen colocó la primera piedra de lo que luego sería su álbum "The rising", consagrado por completo al 11 de setiembre. (Comparado con McCartney, quien compuso la casi repugnante "Freedom", Springsteen sale muy bien parado). Muy lejos de sí mismo, Neil Young cantó con lujo de detalles sobre el heroísmo de los pasajeros del vuelo 93 de United Airlines, aquellos que trataron de recuperar el control del avión secuestrado que finalmente cayó en Pennsylvania ("Let's roll"). El monocorde riff no agrega ningún mérito a frases como "movámonos por la libertad / movámonos por el amor / vamos tras Satán / sobre las alas de una paloma".

Para cerrar esta cabalgata de éxitos: según el buscador del sitio de la Rolling Stone yanqui, hay nada menos que 35 canciones que contienen la frase "September 11th"" en su título.

CENSURABLES CENSURAS

Cualquiera que se tome el trabajo de curiosear en los grandes medios norteamericanos (New York Times, Washington Post, CNN) notará su escasa disposición a hacer otra cosa que servirle de amplificador a los voceros de prensa de la Casa Blanca. La situación adquiere ribetes orwellianos cuando se considera que la abrumadora mayoría de las radios de aquel país están en manos de unas pocas corporaciones (las dos mayores, solamente, controlan 1400 emisoras). Las radios independientes, que tuvieran un papel capital en la difusión de las ideas de los movimientos de oposición a la guerra de Vietnam, han sido absorbidas poco a poco por estos enormes conglomerados.

Usualmente, cuando una de estas megacadenas adquiere una estación de alcance local, echa a casi todo el personal y se limita a bajar la programación única del grupo (vía Internet o enlace de microondas). Cada tanto se matiza ofreciendo avisos locales, alguna noticia o el estado del tiempo.

La música que difunden estas emisoras es la más conformista y complaciente posible - incluso las que se supone que están orientadas hacia nichos de mercado más sofisticados. Algunos estudios muestran que hasta el 50 % de las canciones que se propalan por las radios que pasan hits suenan también en las que supuestamente se especializan en rock más o menos alternativo... (Brent Staples, "The trouble with corporate radio: the day the protest music died", New York Times, jueves 20 de febrero de 2003).

Estas cadenas son, en su mayoría, ideológicamente conservadoras (cosa que no sorprenderá a nadie), así que pueden imaginarse el lavado de cerebro al que es sometido el norteamericano medio. Para muestra: algunas cadenas redactaron listas de temas que no convenía difundir para no herir susceptibilidades. Junto a crudos ejemplos de censura motivada por razones ideológicas (Rage Against The Machine) había otros de casi obscena estupidez ("Rocket man" de Elton John, "Great balls of fire" de Jerry Lee Lewis, "Crash into me" de Dave Matthews Band, "Aeroplane" de los Red Hot Chili Peppers, "Walk like an Egyptian" de las Bangles, "Stairway to Heaven" de Led Zeppelin, "A day in the life" de los Beatles). La lista (que se puede leer aquí) es interesante como Test de Rorschach: los censores consideraron que el público americano no debía escuchar canciones como "War pigs" ("Cerdos de la guerra") de Black Sabbath, "Imagine" de John Lennon o "It's the end of the world as we know it" ("Es el fin del mundo tal como lo conocemos") de REM.

Una de Ripley: el politizado dúo de hip-hop The Coup retiró la portada original de su disco "Party Music", donde se mostraba una imagen del miembro del grupo 'Boots' Riley sosteniendo un detonador frente a las Torres Gemelas estallando. Riley, el ideólogo del grupo, insiste en que la imagen era tan sólo una metáfora del odio que sienten por el sistema capitalista. La carátula había sido confeccionada ¡dos meses antes de la crisis! Otra que Nostradamus...

MOSCAS BLANCAS

"La violencia engendra violencia. Necesitamos una corte mundial, no un republicano con sus manos cubiertas de petróleo y maquinaria militar enseñándonos sobre seguridad mundial. Necesitamos comprensión, tolerancia y buenas leyes que se apliquen a todos, sostenidas por aquellos que están en posición de juzgar. Rezar por la paz mundial ya no es algo tan vergonzoso de hacer, pienso, especialmente en esta Navidad. Espero que su Navidad sea tranquila y espiritual. ¿Eso suena tonto? No me importa". Textual de Thom Yorke, líder de Radiohead, en su sitio de Internet, el pasado diciembre.

Serj Tankian, el cantante de System of a Down, declaró hace poco: "los atentados pueden haber sido la excusa que el gobierno necesitaba para lanzarse a conquistar el mundo. Uno nunca sabe. Tal vez, algún día, nos demos cuenta de eso. Este mismo país mató a su presidente hace treinta años"

El legendario cantautor folk Pete Seeger, junto a Stephan Smith, Dean Ween y la cantante R&B Mary Harris grabaron un tema llamado "The bell" ("La campana"), que apareció en los Estados Unidos en la misma semana del aniversario del 11 de setiembre. Su letra se basa en un viejo tema folk llamado "False knight on the road", en el que un misterioso hombre malo - el diablo, la muerte o una epidemia - detiene a un muchacho que estaba yendo a la escuela y trata de secuestrarlo. En "The bell" hay un nuevo "falso caballero": "Oh, yo hago sonar los tambores de la guerra", dice un hombre ante su escritorio. "Oh, yo no combatiré en esa guerra", dice el muchacho y se rebela. La canción nació de un impulso de Pete Seeger. "Juntos - contó Smith al New York Times - hablamos de la necesidad de protestar contra la posición de Bush para la guerra con Irak. Pete me dijo entonces: 'Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?'".

Y, entre otros, Patti Smith, Laurie Anderson, Lou Reed y Jackson Browne firmaron manifiestos o participaron de manifestaciones (como la del 26 de octubre de 2002 en Washington, que juntara a 100 mil personas) en protesta contra las políticas de Bush, la inminente guerra contra Irak y el brote xenófobo desencadenado contra la cultura árabe. Y ya que hablamos de árabes: gente de la compañía discográfica llegó a recomendarle a Shakira que hablara lo menos posible de las raíces siriolibanesas de su familia...

POETAS CONTRA LA GUERRA

Para terminar esta nota, algunos versos obra de la gente del Movimiento de Poetas Contra la Guerra, una organización antibélica que armó su propio sitio (www.poetsagainstthewar.org). [Nota: al momento de republicar esta nota, ya no existe].

Sam Hamill, líder del movimiento, escribe en "Estado de la Unión 2003", título de un discurso de Bush que le produjo náuseas: "No estuve en Jerusalén, /pero Shirley habla de las bombas. /No tengo dios, pero he visto a los niños rezar / para que eso acabe. Rezan a dioses distintos. / Todas las noticias son viejas otra vez, repetidas / como una mala costumbre, tabaco barato, la mentira social. / Los niños han visto tanta muerte / que la muerte nada ya significa para ellos. / Hacen fila para el pan. / Hacen fila para el agua. / Sus ojos son lunas negras que reflejan vacíos. / Los hemos visto mil veces. / Pronto hablará el presidente. / Tendrá algo que decir sobre bombas / y libertad y nuestro estilo de vida. / Apagaré el televisor. Siempre lo hago. / Porque no soporto mirar / los monumentos al caído en sus ojos".

El legendario poeta beatnik Lawrence Ferlinghetti, a los 80 años, finaliza así su "Tomar posición sobre Irak: hablen claro": "Todos ustedes amantes de la libertad / Todos ustedes amantes de la búsqueda de la felicidad / Todos ustedes amantes que duermen / profundamente en sus sueños privado / Ha llegado el tiempo de que hablen / Oh mayoría silenciosa / Antes de que vengan por ti". Y, para cerrar, este haiku de Alice Benedict, de Richmond, California: "Cráteres de bombas / sangrando oro negro. / El calor".

 

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