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HISTORIAS ARGENTINAS

De la Conquista al Proceso - Pacho O'Donnell - Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2006

En lo que va de esta década, las listas de libros más vendidos han sido a menudo muy hospitalarias con obras dedicadas a la historia argentina. No es que esto nunca haya sucedido antes (algo de lo que puede dar testimonio el prolífico y ultracontemporizador don Félix Luna): lo notable es la cantidad de textos que presumen revelarnos el lado oscuro y secreto de la historia argentina. (Dicho sea de paso, casi no hay dilettante que no se sienta tentado a relacionar ese interés colectivo por una historia diferente a la oficial con el desmoronamiento de la fantasía neoliberal de los años '90. En todo caso, yo, dilettante confeso, creo que la relación es obvia). De Jorge Lanata a Felipe Pigna, todos los autores parecen postular (con los matices ideológicos de rigor) aquello que afirmara hace setenta años la escuela llamada "revisionista": que hay un relato de la historia argentina que permanece casi desconocido para el gran público. Este desconocimiento no sería hijo del desinterés (algo que las cifras de venta parecen demostrar acabadamente) sino resultado de un designio de privar al pueblo argentino de su memoria, o al menos nublarla lo suficiente como para que el recuerdo de antiguas luchas y antiguos éxitos o fracasos no influyan en las batallas presentes.

Mario "Pacho" O'Donnell es uno de los nombres importantes de esta última corriente. Es, con libros como "El grito sagrado" (1997) y "El águila guerrera" (1998) y con "Historia confidencial" (hace ya unos años, por Canal 7 y con Pigna) quizá el primero que captó la existencia de este renovado interés por una versión de nuestro pasado diferente a la predominante (basta con ver las fechas de edición de los libros citados). Don Pacho le dedica su "Historias Argentinas" a Adolfo Saldías (el primer biógrafo que se animó a exponer los rasgos positivos de los gobiernos de Juan Manuel de Rosas), a dos paladines de la revisión de la historia desde el punto de vista nacionalista y populista (José María Rosa y Arturo Jauretche) y al infatigable luchador Alejandro Olmos. Cómo se compatibiliza todo esto con su activa participación en cargos públicos durante la década menemista es un secreto de la historia argentina para el que tal vez habrá que esperar sus próximos libros.

"Historias argentinas", en un estilo rapsódico, presenta diversas historias de nuestro pasado, desde el primer viaje de Cristóbal Colón al orwelliano Proceso de Reorganización Nacional. La elección de los episodios (pocos resultarán desconocidos para el lector frecuente de libros del género) y el lugar preeminente que ocupan en las mesas de libros de los supermercados permiten suponer que el volumen está destinado a la lectura en el ómnibus, el subte o la playa, por un público que hoy lee esta obra como hace quince años leía a Guy Sorman y el próximo fin de semana largo leerá a Paulo Coelho. Un estilo literario no demasiado depurado (oraciones muy largas sin comas, exceso de subordinadas) y unos cuantos errores (algunos, inaceptables (1)) me llevan a preguntarme si "Historias argentinas" no será un intento de don Pacho por no perderse una ola que lo tuvo a él como uno de los primeros en verla venir.

En suma: como punto de partida para interesarte por los temas de nuestra historia, es un esfuerzo válido. Como Sagrada Escritura de nuestra Historia, peligrosamente deficiente.

 

NOTAS

(1) Abundan las erratas (por ejemplo, una carta de Mariano Moreno a Feliciano Chiclana está fechada 17 de agosto de 1819, cuando Moreno llevaba ocho años muerto, o se dice que Arturo Illia asumió la presidencia el 1o. de octubre de 1963, cuando lo hizo once días después). Hay un par de errores que sugieren que don Pacho no es muy bueno para las matemáticas: dice que la batalla de Cepeda (23 de octubre de 1859) sucedió "treinta años" después de la derrota de las tropas porteñas ante las montoneras de Ramírez y López en mismo lugar (acaecida el 1o. de febrero de 1820...) o que el presidente Mitre (1862-68) rechazó ser parte del Congreso de estados latinoamericanos de Lima unos "veinte años" después del idéntico rechazo de Rivadavia al Congreso Anfictiónico que Bolívar convocó en Panamá... en 1826. Éstas son meras minucias que apenas revelan ausencia de trabajo de corrección, más que por el propio O'Donnell, por los editores. Otros son ejemplos de un descuido que fomenta la teoría de una escritura de apuro, para tener pronto un libro nuevo en los anaqueles: en la página 103 se dice que el fracaso de la misión de Gutiérrez de la Fuente al gobierno de Buenos Aires precipita el renunciamiento de San Martín ante Bolívar. La entrevista de Guayaquil se produce el 26 y 27 de julio de 1822; la reunión del enviado sanmartiniano con el gobernador Martín Rodríguez es el 29 de julio...

Más preocupantes son algunos errores groseros. En la página 286 se nos asesta que el sucesor de Illia fue... Roberto Marcelo Levingston. O'Donnell afirma que el Comunicado 150, emitido por el Comando del Ejército y redactado por un joven abogado llamado Mariano Grondona, justificaba el derrocamiento de Illia por Onganía; en realidad ese comunicado fue emitido en setiembre de 1962, cuando la crisis de Azules y Colorados, casi cuatro años antes. En la página 316, en el contexto de los planes de guerra con Chile por la cuestión del Canal de Beagle (1978) don Pacho no teme escribir que "arreciaron entonces los viajes de las misiones militares a la URSS y de asesores y oficiales soviéticos a nuestro país, alentados porque la Argentina había roto el bloqueo internacional impuesto por la invasión a Afganistán". La invasión a Afganistán sucedió en diciembre de 1979, y el embargo cerealero fue impulsado por EE.UU. entre 1980 y 1981...

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