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¿EDITORIAL?

(Nota originalmente publicada en 45 RPM, como Editorial de su número 0, de Octubre de 2006).

Me toca el editorial. Unas líneas en primera persona del plural, una declaración de principios compartidos, que haga explícito lo que está implícito en el conjunto de las notas. ¿Para qué un editorial? Responder esa pregunta requiere primero responder (se) otra: ¿para qué una revista? ¿Para qué 45 RPM?

Podría responder a esa pregunta y su mal disimulada invitación a la parálisis con otra que tampoco disimula, en este caso su actitud desafiante: ¿por qué no 45 RPM? ¿Por qué unos locos a los que nos gusta tener un proyecto en común tenemos que andar dando justificaciones? Para peor, dando justificaciones a nadie, porque estamos respondiendo a una pregunta que nadie nos hizo. Está bien, estas líneas están destinadas a ustedes, amigos lectores, pero debo prevenirlos de un hecho inquietante y levemente siniestro: están escritas en un momento en el que ustedes aún no existen.

Sépanlo, amigos lectores: ustedes son una creación de esta revista. Si 45 RPM no hubiera salido a la luz jamás, ningún lector de la misma habría podido existir. Ténganlo muy en cuenta antes de atreverse a criticarnos.

¿Por qué no 45 RPM? Alguien podría argumentar que exponer las ideas propias a la consideración general no esconde algún dejo de vanidad. Asumamos por un momento que fuera así. Asumamos humildemente que este medio es la materialización de la vanidad de sus creadores. ¿Alguna vez leyeron en El País algo semejante? ¿Alguna vez leyeron en Clarín algo similar? ¿Alguna vez el editor del New York Times se atrevió a semejante confesión? No señor, sólo 45 RPM es lo suficientemente humilde como para confesar su vanidad. Señoras, señores: como dijera Groucho Marx, éstos son nuestros principios, y si no les agradan, tenemos otros.

Ya van unas cuantas líneas y el editorial no termina de aparecer. Parece que vamos a necesitar otro número para que nos salga uno.

(Continuará en el próximo número)

 

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