Terror Universal
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Seccion: Entrevistas (Lecturas: 9)
Fecha de publicación: Noviembre de 2018

Punto muerto: Entrevista a Daniel de la Vega

Proyectada en el reciente Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, "Punto Muerto" nos retrotrae a un cine y una estética tan propia y ajena como el "¿quién lo mató?"

Darío Lavia y Juan Carlos Moyano



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Punto muerto (2018)

Una de las tendencias del cine clásico, en sus tratativas por atraer espectadores ante la pantalla plateada, fue la de adaptar textos de autores que se habían consagrado en publicaciones hoy conocidas como pulp, revistas y libros con tapas llamativamente ilustradas que magnetizaban la atención de nuestros ancestros y los movían a devorar literalmente el material para, más tarde, convertirse en ávidos consumidores de todo aquello que viniera asociado con aquellas firmas. Poe, Leroux, Verne, Wells, Conan Doyle, Chandler, Woolrich, Burroughs, Maurice Leblanc, Rufus King, Sax Rohmer, Derr Biggers... y una miríada de apellidos de Europa o Estados Unidos cuyo prestigio venía asociado a millares de ejemplares vendidos. Evocando esa época, Punto muerto, la más reciente producción de Ezio Massa y Magalí Nieva, dirigida por Daniel de la Vega, recupera un género perdido, el llamado whodunit, contracción de "who done it", cuestión fundamental que se preguntaba todo lector o espectador de relatos de Conan Doyle, Agatha Christie y docenas de plumas o realizadores de cine de misterio. Para ampliar conceptos acerca de este auténtico ejemplo que revive la estética del cine-pulp y también de ciertos realizadores del cine industrial y clásico argentino, consultamos a su realizador, Daniel de la Vega, al que tuvimos ocasión de interceptar durante el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata...

Punto MuertoPunto muerto

Director: Daniel de la Vega.
Guion: Daniel de la Vega.
Fotografía: Alejandro Giuliani.
Música: Luciano Onetti.

Con: Osmar Núñez... Luis Peñafiel
Rodrigo Guirao Díaz
Luciano Cáceres... Edgar Dupuin
Natalia Lobo... Irene
Daniel Miglioranza... Inspector
María Eugenia Rigon... La ciega
Enrique Liporace, Sergio Boris... inspectores
Diego Cremonesi

Sinopsis: Un novelista especializado en misterio y policial debe resolver una serie de asesinatos que guardan notable similitud con los que ha descripto en su nueva novela que aún permanece inédita, convirtiéndose de esta manera en el principal sospechoso.

—Al culminar la proyección de Punto Muerto en el Festival de Mar del Plata, revelaste que el germen de la película nació en un viaje en tren a la Patagonia cuyos pasajeros eran exclusivamente escritores del género fantástico. ¿Podrías evocar esa experiencia nunca repetida y qué aspectos observaste que nutrieron la trama de la película?

—El germen de Punto muerto ocurrió durante el año 2005 cuando fui convocado para realizar la grabación, el registro, del evento que fue conocido como "Viaje al centro de los confines", organizado por Gabriel Guralnik que en aquel entonces lideraba la fundación Ciudad de Arena que agrupaba a los más importantes autores de la literatura fantástica argentina. Este viaje que consistía, primero en unas jornadas en las que cada disertante exponía su materia o su especialidad, luego se conducía a los integrantes a un tren, el Tren Patagónico, y atravesábamos la Patagonia con paradas y recorridos en este vehículo que, en definitiva, estaba dotado de un vagón-cine que pasaba películas las 24 hs, un vagón-comedor en donde se realizaba actividades como talleres, cursos para aquellos que además querían aprender sobre los que ya escribían. Para mí fue una tarea notable, única e irrepetible porque en definitiva tuve la oportunidad de coincidir con estos autores importantes tales como Ana María Shua o Alberto Laiseca, realmente fue increíble tener la oportunidad de registrar el evento porque pude ver la idiosincrasia, el carisma y los egos también de estos artistas que estaban reunidos en un tren, una suerte de Orient Express a través de la Patagonia. Ese fue el germen inspirador que gira en torno a estos autores que evidentemente tienen mucho para contar y mucho para decir de su tarea porque no solo es lo que cuentan sino qué es lo que se transmuta en la obra misma, y me pareció muy interesante ver las dos caras de una misma moneda, estos autores de la ficción y estos egos de la realidad también que conviven permanentemente.

Punto Muerto (2018)

—Un montón de guiños nos acercan al cine argentino clásico, a la colección Séptimo Círculo y a los grandes detectives universales. Poe, Conan Doyle, Agatha Christie, el profesor Van Dusen y hasta la referencia a Chicho Ibáñez Serrador en el nombre del protagonista. ¿Surgieron desde el  guion o se fueron incorporando a lo largo del proceso creativo? ¿Crees que el público masivo podrá pescar todas esas deliciosas referencias? ¿O piensas que, como pasa en el cine de Hollywood desde hace varias décadas, los realizadores deben marcar el camino para que los espectadores con inquietudes indaguen y emprendan sus propias búsquedas?

—Me parece que Punto muerto es una película que busca hacer preguntas, inquietra al espectador con algunas dudas, que las podrá o no resolver. Me parece que es un cine no tan sencillo de digerir. Un cine donde se prioriza el personaje por sobre la trama, aunque la trama ocupe un rol importante en la historia. Me parece que los nombres de los personajes son un delicioso aderezo para una película que efectivamente tiene mucho para decir a quienes han consumido la literatura clásica de Conan Doyle, Agatha Christie o Poe. Efectivamente es un homenaje un tanto de amor a toda esa literatura que me ha formado pero también creo que es un cine nuevo para el que nunca lo vio. Estamos también apelando a los recursos del cine de los años '40 y '50 y creo que hay un público joven que no conoce este cine, que no conoce esta forma. Así que creo que en este sentido puede ser una experiencia nueva para quien observa y es joven. Por eso me parece que esta película es una oportunidad para encontrarse con otro tipo de público, porque uno podría pensar que es un público más clásico, más adulto, pero creo que tiene suficientes elementos de interés para un público joven también. Si las referencias se leen o no, me parecen que enriquecen la obra de acuerdo al observador que siempre tendrá la opción de enriquecer su visión a través del estudio de aquello que se refiere. No obstante, me parece que la obra es absolutamente degustable. Si tuviera que hacer una referencia -en algún momento lo he planteado- originalmente había pensado esta película como una suerte de Scream. Por eso pienso que es accesible a un público joven. Es una Scream del universo literario, y así como en las reglas de la literatura están las claves para sobrevivir en esta trama.

Punto Muerto (2018)

—En nuestro cine hubo una película sobre crimen de cuarto cerrado, que fue El misterio del cuarto amarillo de Saraceni, en que Tito Alonso y Adolfo Stray investigan el atentado contra Herminia Franco en la habitación titular. Punto muerto también tiene la estética de esa época del cine argentino, no solo por el blanco y negro sino por sus títulos de crédito. ¿Se trata de un afectuoso guiño más o es una alusión a que tanto nuestro cine clásico como el género particular que toca Punto muerto, el misterio que los norteamericanos denominan whodunit,  están justamente muertos?

Punto muerto es una película que gira en torno a la trama de whodunit, efectivamente. Es como una suerte de zombie que vuelve a la vida porque estoy convencido que es un tipo de narrativa que no envejece y que hay un público muy amplio que no ha tenido acceso a este tipo de películas o no conoce este tipo de películas. Me parece que es un juego muy lúdico en donde el espectador tiene que jugar al gato y al ratón con el hacedor de la obra tratando de entender, preveer y adelantarse a la trama. Me parece que es muy divertido. Me parece que en ese sentido puede ser interesante para el público joven. La verdad que la película es un gran homenaje al cine que me nutrió como espectador. Yo siempre refiero a la ya extinta Videoteca Liberarte que me nutría de los viejos clásicos y nunca bien ponderados. Las obras de Carlos Hugo Christensen fueron de mucha influencia para mi. Creo que La muerte camina bajo la lluvia es una película emblemática al igual que Si muero antes de despertar. También homenajeamos a Chicho Ibáñez Serrador porque creo que es uno de los directores hispanoparlantes más influyentes del género y me parece que esta película es un canto de amor a todo ese cine que me ha nutrido. Y por eso la elección del período histórico y por eso la trama, por el tipo de historia que teníamos era fundamental ubicarla históricamente en ese período para enriquecer los giros de la misma.

—Uno de los broches de oro de Punto muerto, nos pareció, fue la banda sonora de Luciano Onetti, tanto por armonías como instrumentos elegidos. ¿Cómo trabajaron esa interesante fase de la realización?

—Es la segunda película que realizo junto a Luciano Onetti, quien ya había compuesto la banda sonora de Ataud blanco y en este caso nos entregó su talento para hacer la banda de sonido de Punto muerto que ha sido un trabajo francamente notable. Creo que se nota el amor que siente por la película, la pasión hacia el período histórico al que remite la película, creo que hay un trabajo de un compromiso de su parte que excede cualquier vínculo laboral. Me parece que acá lo que hay es mucha pasión y talento al servicio de una trama o de una película que lo representa de alguna manera. Esa es mi impresión. Creo que ha hecho un trabajo sensacional y ha superado mis expectativas. Es un tipo de trabajo que no es tan común, no es tan habitual en nuestro cine. Quiso hacer algo muy expresivo, especialmente por el registro y la época a la cual nos remitimos y creo que superó con creces lo que teníamos previsto. Realmente la película está muy bien acompañada por la banda sonora que la ha hecho crecer muchísimo.

Punto Muerto (2018)

—También supimos que todas las habitaciones del hotel de Natalia Lobo se filmaron en una misma habitación. Cuenta a nuestros lectores algo acerca de la odisea que implica la búsqueda de esa locación y, una vez hallada, como optimizar tiempos y capitalizar el espacio disponible.

Punto muerto fue un guion escrito por encargo para Ezio Massa que me pidió una película que fuera de bajo presupuesto (siempre en el parámetro de recursos que nos propone la producción argentina) y nos pareció perfecta la opción de trabajar pocos personajes y pocos decorados. Una historia que girase en torno a cuartos cerrados era perfecta para el marco de producción que podíamos ofrecer a nuestra película. En ese sentido de ahí construimos la idea de empezar a trabajar y optimizar los recursos para obtener el mayor rendimiento posible. Una película argentina en general se rueda en cuatro o cinco semanas. Es muy poco tiempo y uno tiene que lograr que esa película se luzca lo más posible. A tal efecto lo que hicimos muchas veces fue optimizar los tiempos trabajando los decorados modificando el entorno de cada habitación para que parezcan habitaciones distintas. Algo así he hecho para Hermanos de sangre, una película que fue realizada en una única locación pero al verla parece que hubiera muchas locaciones. En ese sentido tuvimos la dificultad de encontrar la habitación perfecta, que fuera de época y que estuviera en Capital Federal en un rango de 40 km. Tuvimos la suerte de encontrar la opción justa en San Telmo y tuvo un costo importante ya que afectó el sonido. Estábamos haciendo una película de época en una locación que supuestamente está aislada y teníamos permanente invasión del exterior. Por suerte, Germán Surace, el director de sonido, hizo un trabajo estupendo y logró salvar todo el audio que efectivamente estaba muy comprometido.

Punto Muerto (2018)

Punto muerto es un filme bastante dialogado, sin embargo, no recae en ningún momento en los dilemas de las películas teatrales. Por momentos el combate dialéctico entre Osmar Núñez y Rodrigo Guirao Díaz se torna un ballet que fluye y mantiene dinámico el relato. ¿Fue ese un desafío a superar o ya lo tenías previsto desde un principio?

—Efectivamente, la danza que se produce entre Osmar Núñez y Rodrigo Guirao Díaz fue coreografiada por un guion que estaba escrito y que en efecto fue el mapa que usaron nuestros actores para lograr lo que han hecho en la escena. Era una película muy dialogada, era todo un desafío para mi como director que la película no fuera teatral, o que por lo menos tuviera una impronta visual lo suficientemente intensa como para corrernos del eje de lo teatral... sin dejar el esquema de las películas de los cincuenta. De alguna manera yo utilizo muchos de los recursos de ese cine de antaño pero a su vez, cuando necesito dinamizar la trama, aplico recursos de montaje más de la actualidad. Es decir que yo tomo lo más conveniente de cada etapa para poder llegar al público de la mejor manera. En ese sentido estoy muy agradecido con Osmar, con Rodrigo, con Luciano Cáceres, que han aportado a la obra y la han convertido en algo distinto. Es decir, el guion es solo una referencia a construir. Un mapa para encontrar un destino que es la mejor película posible. Por suerte ellos son actores de pura cepa y han elevado la obra y en ese sentido estoy muy agradecido por lo que han brindado a la película.

—Dificultades ajenas a la realización cinematográfica –pero que a la postre, tienen que ver con ella—como las referidas a la distribución o la exhibición han azotado tus películas anteriores. ¿Qué planes tienes para Punto muerto? ¿Hay fechas para estreno comercial? ¿Sirvió el Instituto del Cine para aliviar el camino a las salas? ¿Brinda o brindará alguna ayuda para que la película pueda ser vista en cines o ese será un lujo reservado para las grandes producciones de Hollywood y la cosa ya pasa por las plataformas de streaming?

—La película ha sufrido un retraso de prácticamente dos años en su concresión debido a la negligencia del Instituto Nacional de Cine y Artes Audivisuales que a la fecha no ha hecho otra cosa que dificultar la posibilidad de terminarla. Debido a un cambio en la visión política del Estado a la hora de fomentar su cine ha modificado su política de fomento y ha decidido que aquellos que tengan más recursos puedan tener la posibilidad de contar sus historias. Es decir, hoy por hoy, las miradas le pertenecen a los que más tienen. Las historias que se pueden contar pertenecen a esta clase social. Y es una decisión política que ha asumido el INCAA que ha dado por terminado al pequeño y mediano productor. Esto, debo dejar asentado y muy claro, se contradice con el espíritu de la ley de cine que pretendía apoyar, financiar y fomentar el cine argentino. Esta gestión hace una lectura de esta ley en su plan de fomento que dialoga con la ley de cine que, a través de un ejercicio exacerbado de burocracia, termina por estrangular a toda la producción de mediano y bajo costo. A pesar de todo debo decir que estoy agradecido por el apoyo de todos los técnicos que, a sabiendas de esta situación, que francamente nos está asfixiando, han apoyado la película y la pudimos terminar, asumiendo con los productores Ezio Massa y Magalí Nieva, una importante responsabilidad y compromiso financiero que a la fecha no hemos podido resolver frente a un Instituto que nos debe mucho dinero y que no estaría mostrando por el momento interés en asumir sus responsabilidades. Todo esto enmascarado en una burocracia extrema que nos hace imposible tener acceso a los fondos que por derecho nos corresponden. Más allá de eso la película será distribuida en marzo, pretendemos estrenarlas en esa fecha y tenemos muchas ganas que la película se encuentre con la gente que, de hecho, es el objeto de su existencia. Entendemos que es una película bastante atípica dentro del marco de nuestro cine y por eso creo que merece la oportunidad de encontrarse con la gente. Para mi es una cuestión de fe porque muchas veces el cine argentino no es el elegido por sus espectadores. Pero tengo la secreta aspiración que esta película pueda llegar al corazón de algunos nostálgicos y a algunos jóvenes que no conocen este tipo de cine y que puedan, al igual que yo cuando era joven, me enamoré de este tipo de historias.

Punto muerto (2018)

—Muchas gracias por tu tiempo y esperamos ansiosos el estreno en salas.