Terror Universal
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Seccion: Películas (Lecturas: 393775)
Fecha de publicación: Noviembre de 2006

Cine italiano de caníbales: en la selva nadie oirá tus gritos

A todos aquellos de estómago fuerte y gusto por lo bizarro, invitamos a hojear este imprescindible dossier del ciclo de terror caníbal italiano (no incluye recetas).

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Lucio Lagioia



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EMANUELLE E GLI ULTIMI CANNIBALI

(Emanuelle y los Últimos Caníbales, Aristide Massacessi, 1977; AKA: Emanuelle and the Last Cannibals-Emanuelle’s Amazon Adventure-Trap Them and Kill Them!). Producción: Italia.


Un afiche belga (con el título en dos idiomas: francés y valón)

El hiper prolífico Aristide Massacessi, mas conocido como Joe D’Amato, se dispuso a explotar el género de Caníbales en la Selva, combinándolo con los esquemas de su saga de Emanuelle negra (que a su vez explotaba tanto la saga de la originaria Emanuelle francesa como el exotismo y truculencia de los mondos). El resultado del cóctel fue el show de sexo softcore y gore habitual en muchos de los films de Massacessi.

Laura Gemser y uno de sus amantes preparándose para resistir el ataque de los caníbales

El film comienza con la exótica Emanuelle (Moira Chen, mas conocida como Laura Gemser) oficiando de periodista y realizando una investigación secreta en un hospital mental en New York. Allí, presencia un hecho aberrante: una enloquecida paciente blanca le arranca un seno a una enfermera y se lo devora. Esta paciente, que fue encontrada perdida en la selva amazónica, porta un tatuaje simbólico de una antigua tribu caníbal que se creía extinta. Emanuelle, se contacta con el antropólogo Mark Lester (Gabriele Tinti) y reúne una expedición para viajar al Amazonas con el fin de hallar a la tribu y obtener un interesante reportaje.

La primera mitad del film, salvo contadísimas escenas gore, resulta un completo catálogo de sensual sexo softcore incluyendo voyeurismo, masturbaciones, lesbianismo, sexo oral, y copulaciones en todas las poses posibles. Casi al comienzo, Emanuelle masturba a la paciente caníbal del hospital para que le de alguna información. Poco después se "despide" de un amigo con mas sexo, se acuesta con el antropólogo y, ya en el Amazonas, se acaricia sensualmente con una chica (Mónica Zanchi) en el río. Luego, cuando encuentran a un cazador (Donald O'Brian) y a su mujer (Nieves Navarro) el sexo continua, ya que el cazador se la pasa espiando a Emanuelle, a otra chica de la expedición y a una monja que se encuentra con ellos, única sobreviviente de una misión religiosa atacada por los caníbales. Incluso, ¡su mujer se acuesta con su mayordomo negro!.

Los caníbales acaban de resolver los problemas gástricos de Donald O'Brien

Pero cuando la tribu caníbal ataca, el sexo se detiene y comienza el festival gore. La monjita es desnudada, destripada, y sus vísceras devoradas. Lo mismo le pasa a la mujer del cazador. Al cazador le deparará también un horrible destino: los caníbales atan sogas alrededor de su cuerpo y tiran de ellas, con el resultado de que su cuerpo es destrozado por la mitad. Finalmente, tras una larga escena de sexo ritual en la cual varios nativos copulan con una chica de la expedición, Emanuelle se hace pasar por una diosa nativa, pintándose un símbolo religioso en el vientre. Así, rescatará a la chica y junto con el antropólogo huirán a la civilización, no sin antes enfrentarse a tiros con los caníbales.

Emanuelle y los Ultimos Caníbales dista de ser el mejor film del género. Por momentos, la acción se estanca y el film cae en prolongados baches, sobre todo durante las larguísimas escenas de sexo. Sin embargo, tanto estas escenas, como los planos del bello paisaje están filmadas con el estilo exótico y cautivante propio del género, lo cual hace que estos baches sean soportables y por momentos hasta agradables, en especial para el publico masculino, ya que la belleza de las mujeres (sobretodo la super sexy y española Nieves Navarro) es rotunda. El gore del film no es demasiado abundante, aunque en ocasiones es bastante efectivo. Curiosamente, no hay ningún animal asesinado en el film. Por ultimo: el film no se rodó en el Amazonas, sino en Croce Verde, cerca de Roma, Italia, en una selva artificial construida por Benito Mussolini, con muchos arboles que solo podían hallarse en el Amazonas.

Destacamos dos elementos: el productor y creador de efectos especiales del film es Fabrizio de Angelis, poco después productor de casi todos los mejores y mas famosos films de Lucio Fulci. Por último, una recomendación: si pueden, consigan la excelsa banda sonora de Nico Fidenco. La combinación de tambores, murmullos selváticos y siniestros sonidos de sintetizadores es realmente excelente, siendo esta banda sonora una de las mejores del género. Tan efectiva resultó, que fue en gran parte reutilizada para otra producción de De Angelis del género: Zombi Holocaust (1980) y mas tarde en Bad Karma (Alex Chandon, 1992).

LA MONTAGNA DEL DIO CANNIBALE

(La Montaña del Dios Caníbal, Sergio Martino, 1978; AKA: Mountain of the Cannibal God-Prisioner of the Cannibal God-Slave of the Cannibal God-White Queen of Cannibals). Producción: Italia.


El fenómeno del cine caníbal llegó también hasta Turquía
desde donde proviene este atractivo afiche

Este film fue, hasta aquel momento, el mejor ejemplo de su género y uno de los mejores hasta la actualidad.

Ursula Andress, que bien podría haber alimentado a toda la tribu

La historia gira en torno a dos hermanos (Ursula Andress y Antonio Marsina) que viajan hasta Nueva Guinea en busca del marido de ella, un antropólogo que se ha perdido en la selva mientras realizaba una investigación secreta. Como el gobierno no quiere ayudarlos, los hermanos contratan a un científico (Stacy Keach) colega del antropólogo desaparecido, quien reúne a varios hombres y parten hacia la selva. Su destino final será la montaña de Ra Ra Me, lo cual significa en idioma nativo, "La Montaña del Dios Caníbal", lugar que se cree maldito y poblado por la feroz tribu caníbal de los Pukas. Allí, los dos hermanos hallarán lo que en verdad estaban buscando.

Por diversos aspectos, la Montaña del Dios Caníbal es uno de los mejores films del género. El casting es realmente acertado, destacándose sobretodo los siempre convincentes Stacy Keach y Claudio Cassinelli, junto a la gran belleza y correcta actuación de Ursula Andress. Una vez mas, los aborígenes (tanto la tribu "buena" que los hospeda, como los caníbales) son muy convincentes. En esta ocasión, los caníbales van pintados de blanco y portando enormes y siniestras máscaras, lo que les confiere un aspecto acertadamente macabro.

El aspecto gore es también muy logrado. El film es uno de los mas sangrientos del género, mostrando escenas realmente horripilantes y excelentemente bien orquestadas por el director Sergio Martino, que ya había mostrado una gran eficacia en el terreno del Giallo. Aquí tenemos una efectiva decapitación, una escena de evisceramiento ultra explícita y a un pigmeo caníbal con su cráneo destrozado tan golpearse contra una roca.

Pero las escenas mas horripilantes y hasta entonces nunca vistas son las siguientes:

  • El ataque de un cocodrilo a la balsa de la expedición. El animal destruye la balsa y le devora un brazo a uno de los estibadores. Lo subrayable es la excelente edición de la escena, los acertados planos y la eficaz dirección de Martino. Esta escena no tiene nada que envidiarle a los mejores planos de Tiburón, de Steven Spielberg.
  • La amputación del pene de un indio que intenta violar a Ursula Andress, finalmente convertida en la diosa de los caníbales. El plano es hiper detallista y totalmente salvaje. Para mi, es la castración mas horripilante jamas filmada.

Ursula Andress, convertida en diosa de los caníbales

Pero no podían faltar las escenas de violencia de y contra animales; en este caso, tenemos algunas especialmente impactantes, tales como el combate entre una víbora y una águila, un cocodrilo comiéndose a un caimán, un lagarto regurgitando a una víbora y varios planos de aborígenes destrozando, despellejando y devorando caimanes crudos. Pero la mejor (o peor, según el gusto del espectador) escena es el ataque de una boa contra un monito. Martino (aunque afirma que filmó esas escenas solo por pedido de los distribuidores) se regodea con la lentísima agonía del mono, cuya desesperada y angustiosa mirada a la cámara se queda grabada en la memoria del espectador.

Realmente habría que darles un premio a los encargados de los efectos sonoros, los cuales son increíblemente realistas y efectivos en cada uno de los crímenes. La genial edición de la película también es muy destacable, sobretodo en la decapitación, en el ataque del cocodrilo y especialmente en la muerte del pigmeo. El plano en que golpea su cráneo contra una roca y se abre el cráneo es impresionante no tanto por el gore, sino por el sonido que se oye, por el increíble realismo del actor y por la genial edición.

En general, el ritmo y el clima de la película es sostenido y acertado, sobretodo gracias a la eficacia del director, a la lograda labor de cámara y fotografía y a la efectiva banda sonora de los hermanos Guido y Maurizio de Angelis. Inclusive, el film nos depara varias sorpresas sobre el clímax, alguna de ellas bastante sorprendentes y macabras. Lamentablemente, la conclusión es demasiado ambigua y abrupta, siendo el único gran defecto del film. Por último, una frase que, dicha por uno de los protagonistas, rebela la ideología del film y de casi todos los del género: "Los animales, lo único que hacen es seguir su instinto, matan para sobrevivir. El hombre también tiene su instinto, pero para satisfacerlo recurre a medios mas sutiles, como la mentira y el engaño".

 

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