White Zombie
Zombie, la Legión de los Hombres sin Alma (1932)

página 1 - página 2

Ver ficha de la película

Es curioso y digno de varias lecturas como es posible que una película con actuaciones deficientes pueda ser considerada un clásico. Pero, luego de siete décadas de historia parece haber un acuerdo generalizado entre la crítica especializada sobre WHITE ZOMBIE (La Legión de los Hombres sin Alma-1932). Realización de los Hermanos Halperin (Victor, director, y Edward, productor), su fuerte parece haber sido casi con seguridad el cine mudo. Victor había dirigido varias películas (cinco silentes y tres de las denominadas "talkies", que lamentablemente no dejaron mucha evidencia histórica), en forma independiente, y tenía sus propias ideas con respecto al cine. Con su hermano Edward, formó la productora a principios de los años '20 y la compañía llevó a cabo unas 30 películas, todas mudas.

El génesis de la película puede hallarse en el libro "The Magic Island", de W.B. Seabrook, fascinante relato de sus experiencias en Haití y su encuentro con el vudú. Este libro, muy probablemente, sirviera de inspiración a Kenneth Webb para la obra "Zombie", que se estrenó en Broadway el 10 de Febrero de 1932. Ambientada en Haití, presentaba al dueño de una plantación que sospechaba que su esposa le es infiel. Más tarde, se convierte en zombie, y acecha a la mujer y al amante. Diez días después del estreno, el Motion Picture Herald, anunció que la obra "pronto será llevada al cine". Este proyecto nunca se materializó, y la obra fue bajada de cartel luego de 21 representaciones. Quienes sí aprovecharon el barullo creado en torno al tema "zombie", fueron los Halperin, quienes contrataron a Garnett Weston para escribir un guión utilizando todas esas premisas. Cuando en marzo de ese año, Webb se enteró de lo que traían entre manos los Halperin, inició acciones legales, por plagio. Sin embargo perdió el juicio, ya que los Halperin presentaron una ingeniosa defensa: dado que la obra no fue ningún éxito, Webb no estaba teniendo ningún perjuicio comercial, y, que él tampoco podía apropiarse de los derechos intelectuales sobre el concepto del "zombie".

Murder Legendre, magistral retrato de Bela LugosiSegún Richard Bojarski cita en su "The Films of Bela Lugosi", la protagonista Magde Bellamy recordó: "La rodamos en dos semanas en los Estudios Universal, y Lugosi estuvo muy complacido en trabajar en la filmación." El presupuesto total fue de 62.500 dólares (un quinto del costo del DRACULA que en 1931 protagonizó Bela Lugosi), la filmación tuvo lugar durante la noche. Los Halperin reciclaron todo cuanto pudieron. Así el set del castillo de Drácula de Universal se amuebló con sillas de THE CAT AND THE CANARY (1927) y se convirtió en el gran hall de la mansión del villano Murder Legendre, la gran escalinata de Drácula también se mostró en la terraza del castillo, en tanto que el sótano de FRANKENSTEIN (1931) se convirtió en las galeras de trabajo de los escalofriantes zombies. Incluso se utilizó un balcón de la "catedral" de HUNCHBACK OF NOTRE DAME (El Jorobado de Notre Dame-1923).

La película dio el bautismo de fuego al tema del vudú y de los zombies en la pantalla grande, omnipresente en el género fantástico con el pasar de los años. El resultado, si bien mérito de su visión en conjunto a Halperin, debe mucho, muchísimo a Arthur Martinelli, director de fotografía. En verdad, podríamos escribir un tratado acerca de lo cuidadoso que Martinelli es con la luz. Desde los dos ojos iluminados de Legendre (obtenidos con el truco más simple que se le puede ocurrir a ud., es decir, poner un cartón con dos orificios frente al rostro del actor y luego prender un foco) hasta la larga secuencia conversada entre el personaje del Dr. Bruner y el galán joven, Neil (que dura varios minutos y que posee una cámara inquieta que va deambulando en la habitación y que se oculta en la espalda de Neil, desde donde surgió al principio de la secuencia), Martinelli combina hábilmente la tradición del mudo con un dinamismo inusual para la época, evidente en la secuencia en que Legendre y sus zombies rescatan el cuerpo de Madeline del cementerio, jugando con las sombras y las luces, consiguiendo matices asombrosos, resolviendo una atmósfera sepulcral. En otra secuencia lograda, la de la borrachera de Neil, parecería como si Martinelli y Halperin se dieran la mano, fotográfica y presupuestariamente hablando: primer plano del protagonista sentado a una mesa embriagado por la pérdida de su esposa en un lugar, donde la sombra proyectada en la pared sugiere una pareja bailando y los sonidos de risas y tragos una cantina o algo parecido. En el fondo se escucha una jota española, compuesta por Xavier Cugat. A pesar de estar lleno de personas (¡que jamás llegamos a ver!), Neil está aislado y se apena por su triste hado.

Grupo de ZombiesLa película hace uso de imágenes proyectadas: en un momento cumbre, en la fiesta de casamiento, Madeline alza su copa y ve dentro de esta, el rostro maligno de Legendre, con sus ojos iluminados. Ese rostro es también obra de Jack Pierce, maquillador de Universal, que junto con su asistente Carl Axcelle, modeló los rostros de Lugosi y de sus zombies. Es justo reconocer el mérito de Pierce, pero lo que caracteriza a los zombies es, en última instancia, la mirada vacía y perdida, cosa que la media docena de espectros vivientes logra con creces. Mención aparte merece el retrato que Lugosi hace de su Legendre, a la altura de su Drácula precedente. Legendre no es simplemente un tipo malo: es la encarnación de algo peor que el Diablo. Hace un pacto maléfico con el amante criminal, y envenena y zombifica a la chica. Luego (claro, si fuera un Diablo habría cumplido su pacto), traiciona con mucha maldad (física y psíquica) y zombifica a su secuaz. La escena en que talla el muñeco vudú frente a su víctima es claro ejemplo que Legendre es una criatura del Averno.


Momento de distensión para el equipo en un alto del rodaje.

La verdadera perla de la película es la secuencia en que Legendre ordena a la zombie blanca asesinar a Neil, ante la impotencia del próximo-a-zombificarse Beaumont. Es un clímax sin diálogos ni otros sonidos más que música, mérito de compositor Abe Meyer. En esos minutos de tensión, WHITE ZOMBIE se convierte en una película muda, en la que los primeros planos de rostros encrispados y los movimientos histriónicos de los actores principales son más apropiados. En ese momento la película funciona de otra manera, y hace énfasis en un carácter que visto hoy en día es excitante y sorprendente descubrir.

Por demás, no podemos pasar por alto las sobreactuaciones de los tres principales: Beaumont (Robert Frazer), Neil (John Harron) y la bella Madeline (Magde Bellamy); incluso en ciertos momentos se presta a este vicio el propio Lugosi (especialmente a través de su melodramática mirada, que en varios momentos inunda el 100 % de la pantalla). Bellamy (cuyo verdadero nombre era Margaret Philpott) era una consumada estrella del cine mudo, pero había estado desocupada desde TONIGHT AT TWELVE (1929). De esa picada quiso recuperarse con WHITE ZOMBIE, pero no lo consiguió, y apenas filmó poco más de media docena de películas, hasta que se retiró luego de NORTHWEST TRAIL (1945), un western de bajo presupuesto de Bob Steele.

Clarence Muse, el espectral cocheroUna nota de interés agregó el actor Clarence Muse, quien encarnó al fantasmal cochero zombie, y años después recordó que "Bela hizo varios cambios en el guión e incluso dirigió algunas de las escenas él mismo." Hay controversia en torno a la opinión de Lugosi sobre el filme. El biógrafo oficial de Lugosi, Robert Cremer, autor de "Lugosi, the Man Behind the Cape", dice que Lugosi no estaba muy complacido del trabajo de Halperin, así que se puso él mismo a reordenar escenas, reescribir otras, hasta tomar la propia silla del director, para amoldar la acción a sus especificaciones personales. Esto respaldaría el comentario de Muse. En cambio, William K. Everson, historiador, habló con Lugosi en los '50, y escribió para la revista "Castle of Frankenstein": "Tenía un gran respeto por la velocidad y eficiencia con que los Hermanos Halperin habían realizado ese clásico menor, y por el envío de un dinero que ellos le hicieron para compensar el bajo salario fijo que cobró." Se dice que Lugosi habría recibido 500 dólares como sueldo (otra versión asegura que fueron 5.000); lo cierto es que en cualquier caso, su trabajo fue mal pago, en vista claro de los inmensamente mayores beneficios que la película cosechó para los Halperin y para United Artists, estudio que distribuyó la película.

A su estreno, la película cosechó malas críticas, de quienes la veían como algo anticuado, y que quizás no le podían perdonar que solo un 15 % de la pelícual fuera dialogada. Las críticas no impidieron que el público inundara las boleterías. Animados por ese éxito, los Halperin pactaron con Paramount para su próxima película, que fue SUPERNATURAL (Sobrenatural-1933), contratando a Carole Lombard y a Randolph Scott. Vista en retrospectiva, WHITE ZOMBIE es, a pesar de su tema de "actualidad", un relato gótico, con diálogos casi victorianos, más propios del cine mudo, y que goza de un tratamiento dinámico de la imagen, de la luz y del sonido sumamente inteligente, en varios aspectos superior al del DRACULA de Tod Browning.

Los Hermanos Halperin presentan
ZOMBIE, LA LEGIÓN DE LOS HOMBRES SIN ALMA
Neal (John Harron) y su novia Madeline (Madge Bellamy), llegan a Haití. Mientras son conducidos en un carruaje, se topan con una procesión mortuoria.
El carruaje se detiene, y hace su aparición un personaje siniestro, que toma un pañuelo del cuello de Madeline.
página 1 - página 2