POSTMAN, THE (1997)

Títulos en español:
- MENSAJERO, EL (Argentina)
- MENSAJERO DEL FUTURO, EL (España)
Dirigida por:
Kevin Costner
Protagonizada por:
Kevin Costner
Will Patton
Larenz Tate
Olivia Williams
James Russo
Estudios: Warner (Prod.-Distr.)
País: EE.UU.
Estreno: 25 de Diciembre de 1997
Estreno en Argentina: 26 de Marzo de 1998
Duración: 177'
Género: C. ficcion
DVD:
DVD 1. The Postman Warner Home Video (10/02/2004)

 Reseña Cinefania.com
Reseña crítica:  En un futuro hoy pasado, tras un suceso que no se sabe bien si fue una guerra o una epidemia, el avance tecnológico de la civilización retrocede a la época medieval, con comunidades aisladas que viven de lo que pueden cultivar o producir y una fuerza armada nómade, los “holnistas”, que recorre las comarcas recaudando el tributo para su líder, un nuevo señor feudal llamado general Bethlehem (Will Patton). El protagonista es un actor innominado (Kevin Costner) que va de un pueblo a otro, ofreciendo pasajes de Shakespeare junto a su asno a cambio de comida y alojamiento. Su vida como artista de la legua caduca al ser reclutado por Bethlehem, que le impone un durísimo entrenamiento en un inmenso campamento en medio del desierto. Un descuido de sus captores decide al protagonista a huir, refugiándose en un jeep abandonado que había pertenecido a un cartero de cuyo cadáver toma un abrigo para resguardarse del aguacero y el frío. Sin ningún otro motivo aparente que el haber encontrado una carta familiar con el antiguo dientito caído de un niño, Costner se hace pasar por cartero para pedir ingreso en el siguiente pueblo que visita, Pineview. Haciendo uso, eso sí, de sus dotes de actor, inventa una historia acerca de los “Estados Unidos Restaurados” cuyo presidente sería un tal “Richard Starkey” –o sea, Ringo Starr, que debería seguir con vida– y manifiesta que una de las primeras acciones de su mandato ha sido restablecer el servicio de correos. Desde luego, la mentira no solo es creída, sino que le granjea ascendencia en la comunidad y promueve la esperanza, incluso la de un adolescente de color (Lorenz Tate), que ruega a Costner que le tome juramento como nuevo cartero. Percibiendo el efecto contraproducente en la docilidad de sus vasallos, el general se da cuenta que su auténtico enemigo será ese actor anónimo pero cuando se proponga destruirlo, tendrá que ponerse a perseguir docenas de carteros adolescentes que comienzan a recorrer los caminos de acá para allá, llevando y trayendo correspondencia, no solo por desafiar la autoridad del tirano sino acarreando la esperanza de equilibrar un poco más las cosas.  
  El enfrentamiento final acaecerá tras numerosas instancias y, bajo las reglas de los propios holnistas, consistirá en un combate mano a mano entre dos campeones de cada bando, un poco como si fuera una justa medieval. Previo a eso, Costner oficiará de “dador de semen” para un joven matrimonio que no puede tener hijos (Olivia Williams y Charles Esten), quedará malherido y deberá ocultarse, volverá para contraatacar las tropas de Bethlehem pero, decepcionado por el alto costo en vidas humanas de algo que en el fondo fue una mentirijilla para obtener algo de comida, terminará diluyendo su ejército de carteros. Cuando lo piense mejor (Bethlehem también es un mistificador, su oficio previo era el de vendedor de fotocopiadoras*), terminará comandando nuevamente las tropas rebeldes.  
  El film es la adaptación de una novela de ciencia ficción de la década del ochenta que obtuvo premios y notoriedad. Carente de los efectos visuales propios del género –nada de CGI ni rayos–, THE POSTMAN es todo un western cuyo argumento pivotea con varios tópicos del género. El subyugamiento del débil por parte del más fuerte y la irrupción de un personaje ajeno al sistema que enciende una chispa en los oprimidos será el esquema básico en que se asienten las instancias dramáticas del asunto que, al ser bastante ambicioso, se toma su tiempo. Primero son tres cuartos de hora con la presentación del protagonista y los villanos. Tras un climax de tensión sigue media hora de relajamiento con un festival popular y escarceos amorosos. Luego, el asedio a un pueblo y una segunda huída, esta vez junto con una dama foco de interés romántico. Otro relajo de cuarto de hora, con la reunión del cartero con sus ignorados discípulos y el replanteamiento de la situación, nuevas escaladas de hostilidades entre uno y otro grupo, otro interludio musical, otra huída (esta vez con deslizamiento en teleférico) y la batalla final que da paso a un epílogo en que se recuerda la memoria del famoso cartero.  
  Como se ve, son unas cuantas etapas narrativas que toman casi tres horas de metraje. Y, como si fuera una ópera, el desafío consiste en sostener la premisa de principio a fin y mantener el interés. Para ello la realización recurre a escenas climáticas que, estando sólidamente respaldadas en lo fotográfico y la banda sonora, logran espectacularidad y tensión. Un elenco sin grandes figuras pero con dos o tres intérpretes sustanciosos (además del monumental Will Patton, hay que destacar a Daniel Von Bargen o Joe Santos) ofrecen valioso contrapunto a un protagonista cuyas gestualidad en ocasiones no está a la altura de sus contrapartes (eso se nota, por ejemplo, en una escena de despedida con Olivia Williams). Pero los combates, cabalgatas y persecuciones filmadas, no frente a una pantalla azul, sino en agrestes escenarios naturales, implican un estímulo, insoslayable y necesario en las grandes producciones.  
  El factor que conseguirá aglutinarlo todo proviene de la premisa fantástica que, como propone habitualmente la ciencia ficción, ambienta en el futuro una crítica social del presente. Es muy frecuente adoptar una postura combativa frente a los vicios de la sociedad actual, provista de tecnología, facilidad de interacción social y el más alto desarrollo de confort que jamás experimentó desde la invención de la escritura pero que, aún así, cae en el compromiso fatuo, los prejuicios, la soledad y el consumismo rampante. Y, como quien se queja de lleno, se evoca el recuerdo selectivo de un pasado edénico, una Edad de Oro, que fuera mejor que el presente. El relato supone un inexplicado apocalipsis que es mera excusa para observar las consecuencias del regreso al oscurantismo medieval. En ese sentido, THE POSTMAN discurre con algo de la alegoría de DER SJUNDE INSEGLET (El séptimo sello-1957), también protagonizada por un actor medieval, y algo de la nostalgia de SOYLENT GREEN (Cuando el destino nos alcance-1973) con un protagonista que observa un grifo del cual sale agua corriente o se lava con jabón de tocador como si fueran reliquias. Desprovista del maquillaje del tan criticado consumismo y la tecnología, la civilización vuelve a ser presa del feudalismo, expresión de la primaria pulsión humana de apoderarse de lo ajeno y tomar lo que le place, sin tener que pagar por ello (pulsión que el consumismo alivia sin muertos ni saqueos). Bajo ese punto de vista, algo tan nimio y en desuso como escribir una carta cobra estatura simbólica. No se trata solamente de hacerle saber a un pariente que uno está bien, sino de la confianza y la seguridad de que alguien anónimo llevará el mensaje hasta su destinatario. Se trata, por ende, del valor y utilidad de las instituciones. Y es notable que la trama no presente ninguna salvo una antigua sede del correo que, a la brevedad, es incendiada por el villano.  
  Con estos interesantes elementos argumentales, dignos promotores de polémica y agitación neuronal, el film instaló la automática comparación con el gran éxito de Kevin Costner DANCES WITH WOLVES (Arg: Danza con lobos / Esp: Bailando con lobos-1990) que contribuyó a revitalizar el western clásico. Mientras aquel film le acarreó todo tipo de premios y alabanzas críticas, multiplicando por 20 su presupuesto, THE POSTMAN requirió 80 millones de inversión y solo recuperó una quinta parte. Es que criticar la injusticia contra el indio implica un punto de vista progresista y encontrarle el valor al consumismo y las instituciones, a uno reaccionario.  
    
  * Parecería desprenderse cierta analogía entre ambos antagonistas, con un actor que recita pasajes de libros y un vendedor de máquinas que los fotocopian y, en algún sentido, matan al libro. [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com: 3 Estrellas
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 Ficha Técnica
Reparto
Ver créditos
  Photo Kevin Costner
Kevin Costner
(1955)
  ... el Cartero  
  Will PattonWill Patton   ... Gen. Bethlehem  
  Larenz TateLarenz Tate   ... John Stevens, alias Ford Lincoln Mercury  
  Olivia WilliamsOlivia Williams   ... Abby  
  James RussoJames Russo   ... Idaho  
  Photo Daniel Von Bargen
Daniel Von Bargen
(1950-2015)
  ... Alguacil Briscoe  
  Tom PettyTom Petty   ... Alcalde  
  Scott BairstowScott Bairstow   ... Luke  
  Photo Giovanni Ribisi
Giovanni Ribisi
  ... Bandido  
  Roberta MaxwellRoberta Maxwell   ... Irene March  
  Photo Joe Santos
Joe Santos
(1931-2016)
  ... Cnel. Getty  
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  Dirección:   Kevin Costner
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