SINA DO AVENTUREIRO, A (1958)

Dirigida por:
Jose Mojica Marins
Protagonizada por:
Acácio de Lima
Shirley Alves
Augusto Pereira
Ruth Ferreira
Jose Mojica Marins
Estudios: Apolo (Prod.)
País: Brasil
Estreno: 19 de Diciembre de 1958
Duración: 88'
Género: Western

Reseña crítica:  Jaime (Acácio de Lima) se dedica a golpear y robar a transeuntes. En uno de sus arrebatos, es perseguido por las autoridades. En su veloz huída se lleva por delante a una chica. Cuando desmonta para ayudarla es herido y consigue reemprender marcha. Extenuado, llega a un arroyo donde dos jovencitas, Rosario y Dorinha, se bañan desnudas y ante cuya vista se desploma. Conducido a una estancia, es atendido y se recupera gracias a las atenciones de la bonita Dorinha. Una tarde llega a la finca la policía y Jaime, que se había fugado, vuelve y se entrega. Y todo porque esa es “a sina do aventureiro”. El protagonista es encarcelado y, como quien guarda cama por un resfrío, al poco tiempo sale de la prisión con su maletita, rehabilitado con la sociedad: ¡una cosa de locos! Vemos en paralelo a la banda de Xavier, que planeando atacar la estancia donde vive Dorinha y su familia, acampan en una loma y la cámara los muestra a la luz del fogón (esta no es ninguna noche americana, no señor). El ataque es breve y letal. Los malvados entran porque una de las chicas les abre la puerta, le pegan un tiro al padre, apuñalan a la madre (en ambos casos por la espalda) y violan a la joven Dorinha (esta vez, no por la espalda). Como corresponde, solo el balazo y la puñalada son mostradas a cámara; la violación se sugiere por una mano femenina que se aferra a una sábana y es progresivamente arrastrada.  
  Cuando se entera Jaime, que –recordemos– ahora es un hombre libre, decide tomar la ley en sus propias manos y acorrala uno por uno a cada secuaz. Al primero lo pesca en el camerino de su novia artista. Luego de cachetearlo, lo estrangula con una soga y le arremete un diálogo que bien podría haber escrito Zé do Caixão: “Ya puedes encomendar tu alma al diablo”. Y ya que hablamos de él, su siguiente víctima es el propio Zé do Caixão, que además de encarnar a un perverso secuaz también escribió y dirigió el film. Alertados de que alguien está matando criminales, tanto la policía como Xavier y sus esbirros se ponen en estado de alerta. Una formidable pelea en una cantina y la persecución del sádico Xavier en una cascada dan punto final a esta cruzada de venganza que, como queda de manifiesto en un film contemporáneo con el que guarda algún parentesco, THE BRAVADOS (Arg: Los depravados / Esp: El vengador sin piedad-1958), termina siendo un arma de doble filo que destruye tambi??n al vengador.  
  La solemnidad del cuadro final, con la pareja sobreviviente abrazada y un fondo coral de loa a la justicia y el respeto no hacen olvidar las bestialidades de los fotogramas previos. Y es que a través de este western, hoy modesto –en aquel entonces, lo suficientemente relevante como para lanzarse en formato de pantalla ancha, “Gigantela”, el cinemascope brasileño– Mojica Marins perfecciona sus armas delante y detrás de cámara. De esta manera, revestirá valor para aquellos completistas tanto de la filmografía de Zé como del world western.  
  Un dato que es posible recabar en los sitios web de referencia es que el film se reestrenó a mediados de la década del sesenta con secuencias eróticas filmadas a propósito para aprovechar el regusto popular por la llamada “pornochanchada”. [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com:

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