DELOVYE LYUDI (1962)

Dirigida por:
Leonid Gayday
Protagonizada por:
Rostislav Plyatt
Georgiy Vitsin
Yuriy Nikulin
Aleksei Smirnov
Vladlen Paulus
Estudios: Mosfilm (Prod.)
País: U.R.S.S.
Duración: 84'
Género: Western

 Reseña Cinefania.com
Reseña crítica:  En 1962 se cumplió el centenario de O’Henry, prolífico autor norteamericano de populares relatos, estafador y prófugo, acuñador del término –hoy tan en boga– “república bananera” y ex convicto liberado por buena conducta de una prisión de cuyo nombre también forjó su seudónimo (OHio pENitentiaRY). Curiosamente ese mismo año, el Servicio Postal Soviético lanzó una estampilla para conmemorar la fecha y Mosfilms produjo una adaptación de tres de sus relatos que ocurren en un Oeste cuasi bierceano que, a través de sus particularidades formales, adquieren un carácter casi surreal.  
  Los caminos que tomamos: unos bandidos llevan a cabo un golpe maestro: asaltan el ferrocarril y se llevan el preciado botín. En la posterior huída a través de un auténtico cañón, el caballo de uno de ellos se quiebra una pata. Hay que sacrificarlo y todo va bien hasta que los personajes incurren en diálogos (hasta ese momento, el relato era puramente visual). Un personaje se cuestiona: “¿se habría cambiado el presente de haber tomado tal o cual decisión en el pasado?” El otro le responde: “no son los caminos que tomamos, es lo que está dentro de nosotros lo que nos hace acabar de un modo”. Dicho lo dicho, y bajo la afirmación de que “Bolívar no puede cargar doble“ (siendo Bolívar el caballo sobreviviente), el interlocutor abre fuego y liquida a su secuaz. El giro final, sobresaliente, consiste en un salto temporal a veinte o treinta años más tarde, con una situación similar aunque no entre bandidos sino entre empresarios (que tal vez sean lo mismo): uno de ellos ruega al otro y el que fuera aquel bandido asesino vuelve a esgrimir el mismo argumento: “Bolívar no puede cargar doble”. El estampido de un disparo sella una vida y también un relato magistral.  
  Almas relacionadas: ambientada en la ciudad, otro ladrón, pero de sensibilidad opuesta al anterior, penetra silenciosamente en una casa y mientras investiga qué llevarse, despierta al dueño de casa. Cuando lo encañona con su pistola, el hombre solo levanta una sola mano, disculpándose que su reuma le impide levantar la otra. Automáticamente, el ladrón se conmueve, ya que... ¡él también sufre de reuma, y en el mismo hombro! A partir de ahí, se pondrán a conversar y resolverán salir a tomar un trago. Pero eso no es todo: como el dueño de casa se olvida su cartera, el ladrón ofrece invitarlo.  
  El rescate de Jefe Rojo: vuelta al oeste con un par de pillos que tratan de hacerse con dinero fácil. Para ello deciden secuestrar a un niño, en apariencia indefenso. Pero mantenerlo oculto en una cueva será un atentado contra la salud mental de sus captores. El niño es insoportable, no deja de hacer diabluras, todas las cuales causan daños físicos, en particular, a uno de los secuestradores. En su carta, piden dos mil dólares de rescate; en la respuesta, el padre de la criatura les hace una curiosa contraoferta: les permitirá devolver el niño contra el sencillo pago de 250 dólares. Al principio parece una locura, pero locura es la que provoca el pequeño cautivo a estos delincuentes que no sabían qué estaban secuestrando.  
  Una fotografía puntillista y sensacional preside cada uno de los relatos, con un montaje preciso y una puesta en escena estupenda para un género tan ajeno al cine soviético. Del film surge un contrapunto narrativo interesante, con las temáticas de los relatos elegidos y el potencial interés propagandístico del porqué de esas historias. En su eterna cruzada contra el Capital, el Soviet habrá percibido en O’Henry una especie de radiografista de las miserias de la sociedad y el sistema. En tal sentido, los primeros dos relatos fustigan la voracidad por el dinero tan extendida en las democracias de este lado del Muro. El tercero, más extenso, es un tour de force cómico en que también se desensambla el secuestro extorsivo –pleno de vigencia en este Occidente capitalista??? como modelo de emprendimiento monetario. La impresión integral, sin embargo, es la de un ejercicio técnico que va perdiendo fuerza con la extensión del tercer relato y el todo queda desequilibrado. Es una sutileza pero son las que convierten un buen film literario en una gran obra cinematográfica y como ejemplo está la triple adaptación de Ambrose Bierce por Robert Enrico, AU COEUR DE LA VIE (Ury: En el corazón de la vida / Esp: El río del buho-1962). [Cinefania.com]
Calificación Cinefania.com: 3 Estrellas
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 Ficha Técnica
Reparto
Ver créditos
  Rostislav PlyattRostislav Plyatt   ... Hombre con Reuma  
  Georgiy VitsinGeorgiy Vitsin   ... Sam, el Secuestrador  
  Yuriy NikulinYuriy Nikulin   ... Ladrón con Reuma  
  Aleksei SmirnovAleksei Smirnov   ... Hank, un Secuestrador  
  Vladlen PaulusVladlen Paulus   ... 'Tiburón' Dodson, un Ladrón  
  Sergey TikhonovSergey Tikhonov   ... Johnny Dorset, el Niño [acred. como Seryozha Tikhonov]  
  Aleksandr ShvorinAleksandr Shvorin   ... Williams, un Ladrón  
  V. GromovV. Gromov  
Rubros Técnicos
  Dirección:   Leonid Gayday
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