XXXI Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2016: del 18 al 27 de noviembre

Lo más interesante en cuanto a géneros y retro, ampliado por la lupa de Juan Carlos Moyano y Darío Lavia (*)

A medida que avanzan sus ediciones, el festival de Mar del Plata ratifica su compromiso de Cine. ¿Qué significa eso? El compartir con desconocidos e involucrarse con una irrealidad proyectada en una pantalla, algo cuya defunción parece haber sido decretada por el Netflix, las descargas directas y el streaming... pero no, realmente estas u otras novedades tecnológicas no son los verdugos del Séptimo Arte, sino la propia tendencia del ser humano a la soledad, al callejón sin salida y en espiral del aislamiento. Para combatirlo -porque es una tendencia irresistible en todo el mundo-, el festival nos tienta con casi medio millar de razones. No dejen de tomar nota, grilla en mano, siguiendo este link: www.mardelplatafilmfest.com/

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2do. día ... sábado 19 de noviembre

IMAGENES AUSENTES: Sí, tras incontables décadas de percibirlo como un monstruo informe y carente de interés, desde Di Núbila a esta parte, en que varios historiadores e investigadores fueron arrojando alguna poca de luz, se edita un libro sobre la historia del cine mudo argentino, cuyos silenciosos fotogramas nos acechan desde revistas, publicaciones antiguas y -tras una importante edición del Museo del Cine- desde el soporte digital. Pero era necesario una pasada en limpio, para pulir errores de fechas, nombres y percepciones heredadas de quienes tantearon las primeras décadas de cine a través de ecos y recuerdos. La imagen ausente. El cine mudo argentino en publicaciones gráficas es el catálogo que todo completista y estudioso del cine argentino debería tener y cuando en su presentación la respalda nada menos que Adrián Muoyo, cabeza de la biblioteca de Enerc... bueno, no hay más nada que agregar sobre la seriedad y profundidad del proyecto.

SEMINARIO DE CINE DE GÉNERO x 2: Las personas que conforman esta mesa saben lo que es batallar por el cine de género terrorífico y fantástico. Hay realizadores inclaudicables pero también el programador del festival Buenos Aires Rojo Sangre, Pablo Sapere, que desde que el amanecer del nuevo siglo viene dando tozuda resistencia en las trincheras del terror y todas sus variantes. Pero no en las cómodas y fragantes de los blockbusters de Hollywood (que no necesitan mayor ayuda para hacerse en pocos días de suculentas recaudaciones y que sin embargo, cuenta con miles de escribas solícitos) sino de las producciones independientes que pujan por llegar a las pantallas y por que el público conozca sus producciones. En este sentido, y tomando nota de los ya numerosos estrenos comerciales de películas de terror argentinas, el festival y la Liga de realizadores especializados en este género, están creciendo y haciendo cosas que nadie soñaba al principio. Buena oportunidad para escuchar sus propósitos, examinar sus estandartes y apreciar una colección de trailers y teasers de lo hecho y lo que se viene, primero en el Seminario de Cine de Género, con Daniel de la Vega, Santiago Fernández Calvete, Magalí Nieva y Pablo Sapere y, más tarde, en una impostergable cita técnica y filosófica sobre como filmar cine de acción (en su tendencia de "¡Superacción!", según reza el título del seminario, Luz, Cámara y ¡Superacción!) con los dos ases del terror vernáculo, De la Vega y Pablo Parés.

DE SITGES A MAR DEL PLATA: En 1974 una pareja de recién casados desaparece no sin dejar unas filmaciones en Super 8 que el realizador se propone desvelar para nosotros. ¿Qué les pasó? El filme se inscribe en el ciclo denominado Found Footage tan al gusto de los programadores de festivales pero que solo en ocasiones concreta sus propósitos de involucrar al espectador y espantarlo. ¿Será éste un nuevo ícono del Found Footage? Es una producción mexicana que se proyectó en el festival de Sitges y cosechó muy buenos comentarios...

1974

TALLER FILM NOIR: Mejor no perderse Cornered (Acorralado-1945), el noir con que Dick Powell revalidó sus credenciales para el hard boiled luego del opus magno de Dmytryk, Murder, My Sweet (El enigma del collar-1944). Ah, ¿y cómo para no verlo? si es el noir que transcurre en Argentina. De Panic in the Streets (Pánico en las calles-1950) de un realizador que navegó tanto hacia la derecha que terminó amaneciendo por izquierda, Elia Kazan, se puede decir que ofrece la (en aquel entonces) original idea de que la persecución no es hacia un criminal sino a un bacilo y que el detective es un oficial de salud pública. Pero así y todo, el choque entre Richard Widmark y Jack Palance es para alquilar balcones.