Reseña crítica: En su última película, Peter Sellers interpreta al pérfido Dr. Fu Manchú y a su intrépido némesis, Nayland Smith. La acción está ambientada con todo lujo de detalles y escenografía en el Tibet y en Londres "circa" 1933. Luego de una simpática ceremonia de cumpleaños, el anciano Fu pretende festejar su 168º natalicio con la ingesta del elixir que propicia semejante longevidad. Sin embargo, uno de sus sirvientes (Burt Kwouk, habitual Kato de la serie "La Pantera Rosa") lo derrama por error. Este accidente, además de causar la automática ejecución del infeliz acólito, enciende la ira del cerebro maléfico de Fu, que ordena robar "La Estrella de Leningrado", un diamante invaluable que es el símbolo del Soviet en una exhibición que se realiza en Washington DC. Para desentrañar el misterio, el FBI envía a dos de sus mejores agentes, Capone y Williams (Sid Caesar y Steve Franken), para solicitar asesoría de Scotland Yard. El funcionario a cargo, Sir Roger Avery (David Tomlinson), los deriva de inmediato con un ligeramente ido Sir Nayland Smith, ahora retirado en su casa de la campiña y con la manía de podar el cesped al mismo tiempo que lo riega. Nayland deduce correctamente que se trata de la obra de Si-Fan, la organización criminal del Dr. Fu Manchú. La próxima piedra preciosa que el diabólico Fu pretende es un diamante de las Joyas de la Corona, celosamente guardadas en la famosa Torre de Londres. La sagacidad de Nayland evita el secuestro de la Reina María, reemplazándola por una sosías de la policía (Helen Mirren, ya por entonces personificando damas de la nobleza) o bien... ¡por una media docena de parejas de sosías reales! Cada fracaso encoleriza más a Fu que ordena a sus dacoits hurtar la podadora de pasto que calma la ansiedad y permite a Nayland concentrarse. Derivaciones posteriores incluyen el secuestro de la falsa real y un viaje al Tibet en una insólita casa-volante, excéntrico gadget que Nayland guarda bajo la manga. Con una trama rica en moderados ribetes satíricos, el film incluye comedia, intriga y aventura. La impresión final nos recuerda esas entregas menores de la saga de "La Pantera Rosa" o bien esas versiones de obras clásicas del folletín y del misterio que surgieron a fines de los '70. Una producción del "Playboy" Hugh Hefner, el film luce un presupuesto lujoso y labores interpretativas notables siendo el guión la pata floja de la mesa. Aún así, es absorbente para fans y aficionados de Peter Sellers, quien además de protagonizar en doble papel con cuatro caracterizaciones diferentes, dirigió gran parte del metraje luego que el realizador Piers Haggard se marchase del rodaje por diferencias artísticas (Sellers exigió que el nombre de aquel fuera el único acreditado como director). El esfuerzo de semejante labor, a pesar de tener prohibición médica de trabajar, causó el ataque cardíaco que puso fin a sus días, siendo la premiere del film de manera póstuma. [Cinefania.com]
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